28.1.20

¿A qué edad necesitamos expresarnos? ¿Hasta qué edad?

Este es un árbol dibujado deprisa y corriendo por un niño de menos de tres años. Aunque no sabemos qué es correr o ir despacio en un niño tan pequeño, eso depende. Para él la velocidad a la hora de dibujar tiene un concepto muy distinto al nuestro. Utiliza el tiempo que cree necesitar y nada más. A esa edad no se trabajan las florituras y en cuanto algo refleja lo que él quiere mostrar, ya está terminado.

Es Art Brut, arte bruto, arte primitivo, arte puro. Arte con los mínimo elementos posibles. Y aquí vemos un árbol en invierno, y así nos lo ha explicado.

Tiene alrededor del árbol unos pétalos que son las hojas secas y por eso son más rojas. Pero si nos fijamos un momento veremos que en realidad en su imaginación o en su memoria él recuerda un árbol lleno de hojas pues dibuja su perímetro como si estuviera frondoso. No es un árbol con ramas sin hojas, seco y sin follaje.

Pero lo curioso es cuando con un lápiz algo más fino hace las rayas de abajo. La sensación podría ser de que allí está dibujando las raíces, pero no. El niño no sabe que debajo del árbol hay raíces pues no las ha visto, eso es “la tierra” pues como nos decía él, un árbol necesita estar encima de la tierra. Necesita la tierra para "ser".


Pero podemos adentrarnos un poco más en su forma interna de pensar, incluso en su memoria celular que recibe de sus ancestros. Él, como niño, es posible que no sepa explicar que existen raíces, pero curiosamente advierte que la tierra es necesaria pues sobre ella se sujeta el árbol. Es una explicación clara de que existen las raíces, y de que son muy necesarias para mantener en pie el árbol. 

Raíces que son la base animal, incluso humana de todo ser vivo. Es esa parte de la memoria que recibimos "de fábrica", una sabiduría básica, unos valores donde el respeto entra pero también la capacidad de creación, de seguir aprendiendo, de saber seleccionar y decidir, de crecer mentalmente a base de aprender observando.

Son los primeros estados de creación artística, que simplemente son estados de repetición mental de lo que ve y de lo que recuerda. 

Pero lo hace desde su memoria, pues el dibujo lo realiza encima de una mesa en una habitación donde no hay árboles. No hay modelos. Se está imaginando un árbol y se está dominando sus propias manos para intentar reflejar en un papel con unas herramientas lo que él se está imaginando.

El árbol, aunque está sin hojas pues es invierno, tiene unas pocas hojas rojas pero a su vez tiene la forma de un árbol con todas sus hojas. Una manera curiosa de retener en su memoria lo que ha visto durante más tiempo, pues en invierno no se sale mucho a la calle. Este niño sí tiene contacto casi constante con la naturaleza así que cabe pensar que el árbol lo dibuja con forma “de árbol con hojas” por lo sencillo que es así y no con todo ramas secas.

En realidad está esquematizando como cualquier artista abstracto adulto, expresando con lo mínimo para explicar lo máximo. 

Una botella puede ser simplemente una mancha verde, un objeto rectangular, a veces ni eso y puede ser un hueco vacío. 

Un niño no es un artista adulto, pero si es un ser artístico con capacidad de hablar con signos y manchas, como hacían los primitivos. La necesidad de expresarnos con diversos sistemas es innata. Lo necesitamos hacer y para ello lo necesitamos aprender. 

¿Sabemos hablar antes o después de hacer música con la boca?


26.1.20

Puerta oscense en piedra de 1831

Fijados en los números por capricho o curiosidad, a veces son cifras y otras son fechas. Viejas fechas de construcción. Esta fecha grabada en piedra marca 1831 con algunas pequeñas dudas de que no sea 1881. Está cerca de Sabiñánigo en Huesca, en la localidad de Larrés.

Las metas no son para llegar, son para conquistar

Las frases de autoayuda no siempre sirven, pues en realidad son pequeños mantras que si no van acompañadas de acciones específicas no sirven por sí mismas para nada.  Esta que os dejamos arriba hay que diseccionarla un poco.

"Una meta es un sueño con una fecha límite"

En realidad deberíamos empezar aclarando que no todas las metas deben tener una fecha fija de terminación. Una meta es un objetivo y es muy bueno ponérnoslas y en cambio no lo es ponerles fecha de finalización, pues si bien hay que dedicarle esfuerzo y trabajo, tiempo y diseño de finalización, poner una fecha puede complicar el desarrollo de los fines que nos proponemos alcanzar.  

Una fecha aproximada está mucho mejor, para no empezar exigiendo lo que nos puede llevar a desfallecer.  

Una meta nunca debe ser un sueño, o al menos simplemente un sueño

Debe ser un objetivo, un lugar al que llegar, un éxito, un espacio de garantía de haber "llegado" y con ello de haber logrado los objetivos propuestos. 

Una meta sin objetivos no es más que un simple lugar, un espacio tiempo sin sustancia. La meta más que un sueño debe ser un lugar al que llegar para "alcanzar" algo. 

Las metas no son para llegar, son para conquistar. Lo importante no es el tiempo, sino lo que se logra al llegar a la meta. Ser el último en una carrera puede ser un éxito. Depende de los objetivos marcados de antemano, de las posibilidades, de los retos batidos. Incluso y aquí sí… de los sueños que se buscan.

Una nueva enfermedad globalizada. El coronavirus 2019-nCoV

El coronavirus 2019-nCoV de China avanza en su capacidad de contagio, y sin ser todavía un problema mundial ni extraordinario, si es cierto que con más de 2.000 infectados y 56 personas fallecidas hasta el momento, empieza a ser considerado un problemas globalizado que hay que tratar con investigación y controles duros entre territorios.

Ayer las autoridades chinas advirtieron que lo que sabe del nuevo coronavirus 2019-nCoV es aún muy limitado y que aunque se está intentando trabajar en una vacuna, no hay fechas. Se sabe que el periodo de incubación está entre un día y 14 días y que puede cursar sin síntomas pero que es un periodo de contagio entre personas lo que complica su control.

Con respecto a aquella epidemia del año 2003 que dejó casi 800 muertos en todo el mundo: entonces, la infección tardó entre tres o cuatro meses en convertirse en epidemia. Esta vez solo ha necesitado un mes. 


Hasta el momento, el virus se ha extendido a 12 países en cuatro continentes: Estados Unidos, Canadá, Francia, Australia, Nepal, Corea del Sur, Japón, Taiwán, Tailandia, Malasia, Singapur y Vietnam.

La ciudad de Wuhan ha sido localizada como el epicentro de la crisis y se ha cerrado el acceso y salida de la ciudad, y en estos momentos hay en estudio unos 3.000 casos en la ciudad con posibles infecciones sin asegurar todavía. En esta ciudad china ya ha aumentado en 2.300 sus camas hospitalarias, y se espera que en los próximos días pueda contar con otras 5.000 más. 

En las últimas 24 horas han llegado más de 2.000 profesionales sanitarios del resto de las 30 provincias chinas. También se han enviado más de tres millones de mascarillas.

En la imagen de arriba podemos ver lo que se ha indicado son las obras urgentes para la construcción de un nuevo hospital en la ciudad de Wuhan que se espera sea terminado en 10 días. ¿Nos lo podemos creer?