1.9.21

No es comunismo, que no te engañen. Es defensa personal

Cuando todo sea privado, propiedad de empresas sin control que solo buscan su beneficio en un mercado duro descontrolado de los poderes públicos, de las sociedades, estaremos privados de todo y solo obtendremos lo que les venga bien a esas mismas empresas darnos, para poder seguir consumiendo y jugando a sus juegos de ganancias y pérdidas, beneficios y descontroles. Por muchas reglas que se pongan, al final esas mismas reglas las ponen los que quieren que sean de una manera determinada o con huecos para poderlas saltar por arriba o por debajo.

Suena a Comunismo, pero esa era una ideología del siglo XX y que ya demostró que no funciona. No caigas en la trampa, quejarse no es de comunistas, es de personas que desean una vida mejor y mas justa. Exigir que haya más justicia social, mejor reparto, más control de lo que mueve al mundo no es de comunistas. Debería ser de sentido común.

¿Por qué votamos siempre a los mismos? Juan Echanove


Hoy el actor Juan Echanove se hace (nos hace) una pregunta sencilla y muy interesante desde mi punto de vista, en una entrevista que le hacen en La Vanguardia.

Juan Echanove: "¿Cuándo conseguiremos que la gente no vote a su partido si ha hecho mal las cosas? Es que si no, estaremos en las mismas manos toda la puta vida. El negocio lo tienen asegurado."

Nos acostumbramos a votar por las ideologías, por lo que en un momento dado hemos creído mejor. Nos convertimos en enemigos del resto y somos incapaces de cambiar el sentido del voto. Efectivamente, no siempre es así, menos mal, pero no hay cambios tremendos en el sentido del voto. Al final son los indecisos los que cambian los gobiernos, nunca la parte de la sociedad con más conciencia e información.

En realidad debería er mucho más sencillo todo, y sucede así en otros países cercanos. Si alguien lo hace mal, si una formación nos ha engañado prometiendo lo imposible o lo que nunca quiere hacer, si los líderes han desaparecido y su lugar ha sido ocupado por otras personas… ¿por qué votamos a los mismos

Nada nos ata, pues además la ideología cambian según las personas que la ponen en gestión. No se garantiza que por llevar el apellido socialista se hagan políticas socialistas o al revés. Eso depende de muchos factores que se van modificando sobre la marcha, sin ningún respeto al votante, que es quien te ha dado el trabajo de gobernar.

Los nuevos si empiezan con debilidad no sirven, y hay que ser sinceros en eso. Y los grandes si se sienten bien atados al poder sea desde los gobiernos o desde las oposiciones estructuradas para no cambiar nada, tampoco nos sirven. Es un teatro, una pantomima, y la culpa es nuestra.

Es curiosa la situación de España, que tras el nacimiento e incluso crecimiento rápido de dos formaciones como Ciudadanos y Podemos, hayan desaparecido en poco tiempo sin ser capaces de asentar sus posibilidades. ¿Quién, qué ha hecho posible que ninguna de ellas haya logrado asentar sus opciones mientras que el PSOE y el PP incluso con sus clamorosos errores, parezcan insuperables siempre?

31.8.21

¿Y si el truco es lograr acostumbrarse a vivir siempre en crisis?


Este titular parece actual y a su vez parece repetitivo aunque ya tenga 48 años, es un poco como el Día de la Marmota, una constante repetición de lo mismos tiempos siempre, como si se crearan las Crisis para convencernos de que estamos en crisis. De que mientras para algunos de nosotros las crisis nos producen miedo, temores y pobrezas, a otros les producen la seguridad de que son beneficiosas y por ello las modulan, las crean y las alimentan.

Decía el entonces Presidente del Banco de España (hoy solo es Gobernador) que no estábamos acostumbrando en el año 1973 a vivir en constante crisis económica. ¿Y si fuera verdad? ¿Y si lo realmente interesante para "ellos" es que nos fuéramos acostumbrando en paz y suavemente, a vivir siempre en miedos, desempleos, controles económicos, crisis fabricadas para dominar?

Los violentos nunca saben que son violentos


Normalmente los violentos nunca saben que son violentos. Los violentos verbales o los violentos psicológicos todavía menos. No se nos ha enseñado bien (sobre todo a los mayores de 40 años) qué es realmente la violencia y sus distintas manifestaciones y eso hace que confundamos la violencia con la dureza de trato, con la imposición, con el mandar, con el gobernar los problemas. Pueden ser todo ello violencias de distinto grado, pero no somos capaces de diferenciar en qué punto se convierte en violencia lo que muchas personas creen que es simplemente mandar, gestionar, gobernar una situación.

Todo lo que tú no quieres que te hagan a ti, es violencia.

Todo lo que se hace desde una superioridad sin razón, sin razones y/o empleando no las explicaciones sino las imposiciones y las órdenes sin motivos contundentes, es violencia. Puede ser simple o compuesta, de baja intensidad o insufrible. Pero entre humanos deberíamos utilizar los razonamientos y no las violencias.

Mandar no es nada sencillo, por eso los que somos tontos utilizamos a veces la violencia para simplificar la acción de gobernar una situación. Y en realidad no gobernamos nada que no sean los miedos y temores, es decir, las incapacidades de lograr de la otra persona algo positivo.

Los gestos, las palabras, las amenazas, los castigos, la superioridad mal practicada y sobre excitada es violencia. En el seno de la empresa, de la familia, de las relaciones, de las amistades o en la calle.