8.10.21

Ya estamos en la Crisis Social y de Identidad. Tranquilos, también esto se curará

Llevo un par de días cabreándome a velocidad absurda. Digo absurda porque no sirve de nada, sé que no sirve de nada, no porque no tenga motivos para convertirme en un ser de lo más común que vive en un permanente estado de cabreo mal gestionado. 

Estamos en tiempos revueltos, vacíos y tontos, y simplemente está viniendo lo que yo ya predije (por escrito) que vendría tras la pandemia. Unos tiempos de crisis sociales, de pérdida de identidades grupales, de cambios falsos y negativos por dos años mal gestionados y que en realidad son mucho tiempo aunque dicho de golpe parezca un simple número corto. 

Hemos perdido dos años, pero lo peor es que no hemos sabido gestionarlos pensando en el futuro, sino solo en ese presente duro que nos enfermaba sin poderlo controlar. Había que intentar controlar la pandemia, pero también había que hacerlo sabiendo que se saldría, por si acaso al menos.

Insisto en que no solo Sanidad tenía que haber gestionado estos tiempos, sino también sociología, economía social, psicología, política o incluso antropología.


Aumenta el consumo del juego de apuestas por internet entre los jóvenes


Según los últimos informes al respecto, en toda España ha aumentado mucho el consumo de Juego Online de Apuestas, el juego con dinero por internet, entre los jóvenes hasta los 30 años en estos meses de pandemia, por el confinamiento y la falta de alternativas. Hay más de un 10% de jóvenes menores de edad en España que apuestan por internet. Y un 23% que sin apostar consumen su visionado, lo que poco a poco les lleva a caer en las apuestas.

Curiosamente y como ya se sabe, cuando menor poder adquisitivo se tiene más se cae en las garras de estas trampas en las que NUNCA ganas aunque te parezca de momento lo contrario.

¿No se les cae la cara de vergüenza a los famosos que apoyan con su presencia estas actividades peligrosas que se llevan por delante a los jóvenes que caen en un vicio del que es muy complicado salir?

4.10.21

Avanzamos hacia el pasado


Da la extraña y triste sensación de que vamos hacia atrás, de que en todo el mundo no queremos avanzar mas que en tecnologías de consumo rápido y obsolescencia programada para tenernos apretados contra la pared pero llamando por teléfono, y de humanismo nada de nada, no vayamos a creernos libres. Todo lo que realmente nos ensañan son marranadas de hombres contra hombres, de hombres contra el Planeta o de hombres contra mujeres. ¿No hay entrada al humanismo básico aunque sea? 

En La Vanguardia de hoy aparece una viñeta maravillosa de un líder mundial con pistolas y en plan vaquero, amenazando a sus ciudadanos con un grito de Premio: ¡Adelante hacia el pasado!

Lo malo para las personas mayores como yo es que el pasado ya no existe y nos encaminamos, nos guste o no, hacia el futuro que es el acabar. Ya nos gustaría podernos encaminar hacia el pasado para cambiar cosas, pero no, los mayores nos encaminamos al futuro y eso nos jode pues nos deja sin opciones de intervenir en ese futuro. 

La gente no siempre sabe lo que quiere. Decir esto es pecado


El alcalde de Alcañiz (Teruel), el sociólogo y profesor Ignacio Urquizu responde en una entrevista de El Periódico de Aragón a varias cuestiones generales sobre la política y su relación con la sociedad. He sacado esta que dejo arriba como una de las más interesantes (desde mi punto de vista) pues representa una realidad que observamos los que hemos estado cerca o dentro de la política municipal, que es la política más cercana entre ciudadanos y políticos. 

¿Cómo le podemos explicar a la sociedad todo esto que comenta el profesor, sin que se nos cabreen los votantes? Nadie admite que se le diga (se insinúe incluso) que no piensa de forma correcta, que hay opciones mejores. Pero cuando se está dentro y se conocen todas las opciones y posibilidades, eso es así, aunque nadie se atreva a decirlo. No deben existir soluciones personalizadas, visiones de los problemas de corto alcance o muy localistas. Todo necesita soluciones amplias y bastante globales, y eso es complicadísimo de explicar.

Todo el mundo si se siente fuerte, quiere un banco junto a su casa, una piscina en su barrio o un paso de cebra enfrente de su casa. ¿Y el resto de ciudadanos existen? ¿De verdad que esa que se nos plantea es la mejor opción, o simplemente es SU mejor opción? ¿Se puede modificar el servicio de un autobús que va desde —por ejemplo tonto y rápido— Vadorrey a Torrero, porque lo plantean en Vadorrey? No solo hay que escuchar también a Torrero, sino a otros al menos seis a ocho barrios a los que les afecta como poco el problema, cuando no es en realidad un problema de ciudad. Y explicar esto —insisto que es un tema elegido al azar— es tremendamente complejo de admitir.

Y no, no es que la gente sea tonta, es que simplemente no tiene la misma información, incluso la misma formación política de los problemas. Dicho así suena a pecado mortal, y lo siento. Hay otras profesiones en las que no se le indica al profesional que su diagnóstico está equivocado.