Como vivimos en tiempos líquidos que ya han aprendido a adaptarse a su continente antes de que nos demos cuenta los que los habitamos, cualquier cosa que entendíamos segura e inamovible resulta que puede ser puesta en consideración o en solfa, buscando recursos distintos que puedan funcionar mejor o al menos diferente. Y en estas nos encontrábamos cuando ya se empieza a decir en algunas reflexiones de importancia si los partidos políticos como instituciones democráticas son insustituibles o no.
Un partido político es una organización casi empresarial que su único beneficio es poder gobernar. Recuerdo que no todos los beneficios son en dinero, también lo pueden ser en ideas, en lograr que se cambie una sociedad.
En realidad la calidad de los partidos políticos ha bajado muchos en las tres últimas décadas, por la propia desafección inclusos de sus dirigentes válidos si estos no obtienen el poder que creen les corresponde.
Llegados a este punto nos preguntamos todos:
La principal respuesta a todo ello está dentro de otra pregunta:
Aunque la principal pregunta sería otra.
Excesivas preguntas, y casi ninguna respuesta. Es intentar adentrarnos en un mundo desconocido, sabiendo que lo que existe actualmente no sirve, pero que nadie sabe qué podría surgir de nuevo. Sin Rey muerto, y sin Rey vivo.
El planteamiento mas sencillo y que ya está sobre la mesa es que los propios partidos políticos se aúpen junto a asociaciones de todo tipo, apegadas a la sociedad, y que trabajen entre ellos en conjunto.
Así que ya empiezan a sacar la cabeza estas Fundaciones o Asociaciones de izquierdas para reclamar sus espacios. Desde sus debilidades de saberse pequeñas y sin ingresos para ser independientes.
Creo que están en esta década, aquellos que intuyen que algo importante hay que cambiar, como dejando que se vayan hundiendo los partidos tradiciones, algo casi imposible por su propio poder orgánico pues son los que manejan los dineros y los sillones. Pero creen que no están maduros para caer, aunque sospechan que hay que actuar antes de que se nos hunda del todo el edificio tradicional.
Lo intentó Podemos con sus primeros planteamientos que se fueron convirtiendo en partido político tradicional. Lo quiere intentar ahora SUMAR puliendo y dando lustre a las iniciales propuestas de Podemos.
La derecha no tiene estos problemas pues a ellos le va bien como está todo ahora.
Todos estamos muy atentos en España a 2023, pues marcará un antes y un después, sin que nadie sepa con seguridad en qué consistirá ese posible cambio de marcos mentales.
¿Todavía hay que esperar un año más para que se empiecen a ver luces nuevas? Pues podrían verse de inicio tras las municipales de mayo 23, y ya no queda tanto para eso.