30.8.07

¿Se puede ser socialista y abandonar?

Yo creo que hacer leña de los rotos y descosidos es un gran fallo, un error por parte de quien venga. Y este es el caso. Las posturas se han radicalizado tanto que es imposible mantener la relación y se debería con cuidado y elegancia darse la mano y respetarse mutuamente, porque lo cortés no quita lo valiente.
Pero en este país, de los pocos que conozco, somos muy dados a manejar la espada y atacar o defendernos, pero el caso es hacer sangre para que el pueblo aplauda.
¿Pedirán las orejas y el rabo del torero o se conformarán con hacer el ridículo?
Se puede ser de un partido político, disentir en algunos temas pero respetar las ideas y no pasarse ni los unos ni los otros. el silencio a veces es un buen acompañante.

El Sr. Labordeta y Altafulla

El amigo Labordeta busca piso en Altafulla. Yo le aplaudo el gusto, pero Cambrils está mucho mejor, lo juro, que llevo casi 20 años veraneando o mejor dicho, inverneando por esos mares.
¿Le gusta pescar?, pues perfecto. ¿No?; pues perfecto. ¿Bicicleta?, pues más perfecto.

Mire, yo ahora vendo un apartamento, y no es por hacer publicidad dios me libre, pero los 10.000 primeros euros los quito solo por poder decir a mis nietos que allí vivió Labordeta. Ya que no me ha querido hacer caso cuando le pedí que se presentara or número dos de la CHUNTA, al menos piense que Cambrils es un lugar muy aragonés.

Me gusta compartir

Yo a veces leo y pienso que vosotros no leéis tanto (seré tonto) y me dan ganas de dejaros colgadas ciertas cosas que me gustan. Se que los autores me perdonan porque no se enteran y mi señora me lo agradece porque a ella si que le gusta y me lee. Así que hoy toca copiar por el morro, pero con la mejor intención de que hay cosa que no se deben perder en el aire.

Impostores aristotélicos
Juan José Millás 30/08/2007
Pasaron a vernos unos parientes de mi mujer que dijeron veranear aquí al lado. Cuando llevaban 10 minutos intentando explicar quiénes eran y de qué rama familiar procedían, mi mujer y yo fingimos caer en la cuenta y les invitamos a un café.
Decían ser hermanos, pero se parecían en todo a un matrimonio de los que no discuten. No sabíamos de qué hablar hasta que sacaron el tema de Aristóteles y del mundo sensible. Mientras los escuchaba, tuve de repente la revelación de que eran unos impostores, pero no dije nada para ver hasta dónde eran capaces de llegar. Llegaron a la diferencia entre sustancia y accidente mientras agotaban una caja de pastas que habíamos abierto para ellos.
A los pocos días, unos vecinos con los que solemos tomar el aperitivo nos contaron que habían recibido una extraña visita de unos familiares lejanos que se habían pasado la tarde hablando de Aristóteles. Otro veraneante, al escucharnos, añadió que a él y a su mujer les había ocurrido lo mismo. Al final, toda la urbanización había recibido la visita de los impostores aristotélicos. Nadie los ha vuelto a ver, pero daríamos cualquier cosa porque volvieran, pues tenemos la convicción no expresada de que aquella visita fue lo más importante de nuestras vacaciones, quizá de nuestras vidas.

29.8.07

El País

Cuando el primer periódico de lengua hispana publica este trozo de portada e indica el número de páginas que sobre cada tema trata en su interior, noto que estoy nadando contra corriente y que algo me falla en mi sistema operativo.
Y eso que es el MAC OS X 10.4.10. Soy tan raro como mi sistema.
Nadie se merece ser comparado con nadie, sólo los que deciden son los que tienen que hacerlo con sutileza, con razón, con objetividad.
Cuando alguien se va o le abren la puerta de un trabajo, se convierte en un paria, en un enemigo, en un bicho a batir. Igual da que quien abre la puerta, sea de izquierdas o de derechas. Por eso me jode mucho más esta forma de entender el trabajo de los demás, la parte de vida que entregas cuando te entregas. Todo puede resultar gratis o a lo sumo, pagado por las monedas del sueldo.
Que lo sepan los que sueñan con la productividad y la motivación.
¡Mecagoentoloquesemenea!