24.4.08

¿Debe refundarse IU o tiene otros caminos de cambio y de futuro?

Cuando el Sr. Anguita dejó IU, ya estaba herida de bipartidismo y de ciertos problemas que los ciudadanos no entendieron bien. Es el gran drama de la izquierda pura, le resulta muy difícil poder explicar con claridad sus decisiones, porque en realidad son complicadas de vender y cada día más, nos han (hemos) acostumbrado a comprar sin mirar.
Tras ciertos errores y ambigüedades en el País Vasco, no se entendió nunca el sorpaso que a veces parecía planear Anguita con el PP de Aznar.
Sobre lo primero es cierto que no se tuvo el coraje de dar un golpe en la mesa del País Vasco, con independencia de las ideas, y sobre lo segundo nunca se pudo explicar que ser de izquierdas no es sinónimo de ser amigo del PSOE y enemigo del PP. Muchas veces, en pueblos y barrios de las grandes ciudades, los peores políticos de trato son los socialistas, para con otros partidos de izquierdas, con independencia de que estén o no en los gobiernos. Si los políticos socialistas nos odian, yo no entiendo muy bien que el resto de fuerzas de izquierdas no podamos tomar posiciones políticas sobre programas e ideas, y no sobre siglas.
En estos momentos la izquierda en el Estado debe unirse a proyectos comunes, complejos de llevar a cabo desde la división y contando con grupos de base amplia, con la ciudadanía con más problemas en esta economía liberal o neoliberal. Los problemas son comunes y las posibilidades de encontrar respuestas desde la izquierda no son tantas.
IU debe buscar la unión de toda la izquierda que se encuentre fuera del PSOE, buscando más los proyectos de cambio en la sociedad, desde la modernidad, desde la visión interna de un sistema económico que debe asumir como campo de juego obligatorio al que se le pueden cambiar las medidas.
Hay un gran espacio político sin líder claro, sin siglas aglutinantes, sin futuro que lo una. Desde grupos ecologistas a sindicatos, desde partidos nacionalistas de izquierdas a feministas, desde abstencionistas a republicanos, desde antisistema pacíficos a gentes que trabajan en la base de los problemas sociales a través de ONGs o asociaciones de todo tipo.
Pero para ello es necesario un líder carismático que sepa aglutinar, que sea capaz de conseguir el respeto de toda la izquierda y de los sectores con más problemas del Estado. Los problemas son comunes, las soluciones muy parecidas, las ideas muy parejas, solo nos falta el “medio” que una y pueda cristalizar todo el conglomerado.
Yo de momento, son sinceridad, no se en quien pensar. Pero admito sugerencias.

23.4.08

San Jorge, Patrón de Aragón

Sobre la historia de Jorge, hijo de Geroncio, hay mucha literatura, y sobre la figura de Jorge como Patrón de la Corona de Aragón también. Yo me quedo con la más lógica.
Contra la figura de Santiago que era la figura cristiana de Castilla, se puso la de Jorge en la Corona de Aragón. Dos buenos hombres que acabaron de santos, vete a saber muy bien porqué.
San Jorge, es de todos los modos, mi patrón, y una figura que llevamos todos los aragoneses de Aragón y de Cataluña como una figura que representa el símbolo de la lucha contra el mal, contra el dragón que puede tener la cara que cada uno le quiera poner. La Corona de Aragón le eligió y yo le respeto de sumo agrado.
Hoy es también el 30 aniversario de la primera gran manifestación de Aragón por su Autonomía. Y es curioso que 30 años después sigamos casi igual. Somos un país sin reconocimiento, sin libertad para ser, para decidir, para pensar en aragonés, para ser sólo un poco de lo que fuimos.
España se ha reído de Aragón porque somos pocos pero sobre todo porque los pocos que somos, somos todavía muchos menos. Aragón no quiere ser Aragón, y hay que respetar esa decisión aunque yo no lo comparta y no me conforme.
Yo deseo para Aragón algo más de lo que quieren los aragoneses para su país, lo siento, y por ello seguiré luchando desde el posibilismo, aun sabiendo que soy criticado desde todos los frentes. Pero creo que hay que avanzar pasito a pasito, que es un camino muy largo, que yo no veré el final del túnel, pero que el futuro será más libre.
¡Entalto Aragón libre!