30.6.08

Fotógrafos de vergüenza

Esta imagen, publicada este domingo en el semanario XLSemanal, es vergonzosa, da asco, es reflejo de la sociedad que tenemos.
Vale más vender una imagen que salvar una vida, más estar allí y no mancharse que salvar al ser humano, más hacer el trabajo por el que nos pagan que intentar saber qué le está sucediendo al herido.
Dicen que no estaba muerto, da igual, que estaba herido esperando las asistencias sanitarias, da igual. Lo que si estaba era rodeado de buitres con cámaras de diseño, dispuestos a hacer bien SU trabajo, no EL trabajo.
Observar las rostros de los fotógrafos, intentar adivinar lo que están pensando, es tremendo, su labor es estar pendientes del resultado fotográfico, del encuadre, del flash, de la luz, de que no se molesten uno al otro.
La vida está siendo así, la hemos configurado para que el trabajo lo hagamos bien sin importarnos a costa de qué precio. Se trata de llegar el primero a los sitios, pensando que todo es mentira, que todo se ve a través de una pantalla de plasma.
Debemos mejorar tanto, que a poco que avancemos merecerá la pena el intento.

La izquierda se reinventa o cómo ser de derechas siendo obreros y socialistas

El anhelado centro está esperando a quien desee gobernar en estas Españas, y por ello los dos grandes de la competición, se afanan en intentar ocuparlo pero sin parecerlo.
Por una parte un PP que hace guiños aunque a veces se le ven las orejas y estropea con frases lo que tanto les cuesta de vender.
Y por la otra un PSOE que ha decidido dividir su acción política en dos. Un discurso de izquierdas para sus votantes fijos y unas acciones de gobierno de derechas para las clases medias que hacen de balanza en las urnas.
Se radicaliza cada vez que el PP estropea su discurso, porque es cierto, le cuesta mucho sujetar su vocabulario; pero se amansa hasta el empalago cuando deben hablar los socialistas con el traje del domingo, en foros de "listos" y agradecidos, para no asustarles.
Ya no son socialistas, puede que incluso porque estén convencidos de que el socialismo ha muerto. No son tampoco obreros porque se han creido todo el liberalismo de sus años universitarios, y lo callan pero lo sueñan.
Estos que hoy mandan, son universitarios conformados, de una Universidad tranquila en donde sólo iban a aprobar los exámenes. Nos son ya universitarios que se cuestionan el mundo, que desean cambiar el sistema, que desean inventar uno, para su propia generación. Son los universitarios del hogar cómodo, de la Play, del ordenador en el dormitorio, de tener música para estudiar en su propio cuarto.
Si se es universitario con comodidades y dinero en el bolsillo, no se puede ser revolucionario, no se desea cambiar la sociedad, porque la que les ha tocado mamar, les gusta, es suficiente.
Sí, el sistema ha aprendido a entregar simplemente lo suficiente a cada grupo social, para que se conformen y se callen.
Todos casi contentos.
Los pobres no se mueren de hambre, los universitarios tienen para cañas de cerveza, los parados tienen seguridad social y los inmigrantes les pagamos el viaje para que se vayan.
Todo simplemente lo justo, exquisitamente lo mínimo, para que no se rebelen.
Han aprendido a tensar la cuerda.
¿Cómo podríamos llamar a este sistema del casi?