Faltan solo dos días para el final del 2008. Pronto será 2009.
Como siempre, no pienso hacer balance. La vida es un continuo paso de tiempo y los errores y aciertos no dependen de parcelas temporales establecidas.
No podemos contabilizar la vida, pues está siempre en continuo cambio, siempre ligando el pasado, el presente y el futuro.
Y es cierto, el cambio de año no es más que una formalidad puramente racional, el ultimo segundo del 2008 será exactamente igual que el primero del 2009, y nosotros seremos los mismos. Y en dos semanas la televisión será la misma, adelgazaremos a la misma velocidad y fumaremos el mismo tabaco, seguiremos sin escribir el libro que queremos redactar y nos olvidaremos del gimnasio, en realidad, no son más que clichés autoimpuestos por la tradición.
Ahora bien, de igual forma que una maquina necesita energía, es igual de cierto que una maquina necesita impulsos. Un ordenador funciona por que le llega corriente, pero lo mas importante, es que funciona por que alguien ha apretado el botón de encendido. Puede que el primer segundo no sea nada, un segundo esparcido por el tiempo infinito que nos envuelve y envolverá por siempre. O puede que sea un impulso que nos de fuerzas de espíritu. Si, fuerzas creadas por nosotros mismos, de acuerdo, fuerzas creadas por nuestra cultura occidental, fuerzas etéreas nacidas del sentimiento vano de mejora de bienestar. Pero fuerzas al fin y al cabo.
Y de nosotros depende recoger nuestras fuerzas y no cederlas en la primera barrera.
De no esparcirlas en morralla, de no perderlas en la nada.
El 2009 es un año más, un año más de mil historias que se olvidarán, de madres e hijos, maridos y mujeres, proyectos y sueños, recompensas y estímulos, guerra y muerte, dolor y amor.
El 2009 es un año más, y nosotros vamos a escribirlo.
30.12.08
Israel, Irán y los amigos de los amos. O cómo provocar una guerra para salir en los libros.
El señor George no sabe como irse a casa sin lograr pasar a la historia como un "buen" político, así que ha pensado que es el momento de provocar a Irán para que no siga fabricando defensas.
Y la mejor forma de provocar al chulo de la clase es darle de hostias al amigo pequeñajo que le ríe las gracias. En este caso a Hamas.
En medio, el pueblo palestino muere y llena de sangre la historia de este entre siglos que estamos viviendo, como un pueblo sin poder, sin voz, sin nadie que le defienda.
Israel es el "listo" de la clase que le pasa apuntes al mal estudiante George para que copie en los exámenes, y a cambio como el tal George es más alto y fuerte, le defiende simplemente haciendo saber que son amigos.
En estos momentos no es que haya choque de civilizaciones, que también, sino sobre todo hay choque de líderes mundiales que quieren pasar a los libros como "profetas" visionarios.
Si no fuera porque todo un pueblo está muriendo por nada, parecería un ajedrez "Gran Hermano" para la televisión, pero la sangre inunda las calles por mucho que no se deje a los periodistas que enseñen cosas desagradables para el márketing político.
De existir Dios o Ala, de existir los dos, se habrían juntado en el cielo y con unas cervecitas en la mano, habrían bajado a dar dos hostias bien dadas, a algunos políticos vestidos de traje.
Y la mejor forma de provocar al chulo de la clase es darle de hostias al amigo pequeñajo que le ríe las gracias. En este caso a Hamas.
En medio, el pueblo palestino muere y llena de sangre la historia de este entre siglos que estamos viviendo, como un pueblo sin poder, sin voz, sin nadie que le defienda.
Israel es el "listo" de la clase que le pasa apuntes al mal estudiante George para que copie en los exámenes, y a cambio como el tal George es más alto y fuerte, le defiende simplemente haciendo saber que son amigos.
En estos momentos no es que haya choque de civilizaciones, que también, sino sobre todo hay choque de líderes mundiales que quieren pasar a los libros como "profetas" visionarios.
Si no fuera porque todo un pueblo está muriendo por nada, parecería un ajedrez "Gran Hermano" para la televisión, pero la sangre inunda las calles por mucho que no se deje a los periodistas que enseñen cosas desagradables para el márketing político.
De existir Dios o Ala, de existir los dos, se habrían juntado en el cielo y con unas cervecitas en la mano, habrían bajado a dar dos hostias bien dadas, a algunos políticos vestidos de traje.
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