23.1.09

El miedo al paro y sobre todo a que se terminen las prestaciones.

Los datos sobre el paro en España todavía no son graves. Son simplemente datos fríos que dependen de cómo se comporte la economía.
En estos momentos las personas que acuden al paro son muchas más de las lógicas, lo que empieza a crear preocupación seria, pero todavía tiene el colchón social de la prestación del paro.
El problema serio vendrá si esta crisis dura en el tiempo más de lo que dure la prestación del paro. Y para eso hay que empezar a trabajar en dos direcciones. Una conseguir que la economía vuelva a sus números lógicos y por otra buscar soluciones para los problemas sociales que se van a producir.
Los más afectados van a ser personas de más de 45 años (con especial significado en parados de 50 años), las mujeres sin formación específica, los jóvenes sin experiencia laboral y quienes dependan de sectores en crisis como la construcción y el automóvil.
Los titulares duros de los medios crean más temor y con ello, mayor crisis. Hace ya mucho meses que avisamos que la mayor crisis se produce cuando se acompaña de miedo.
El Estado debe asegurar las jubilaciones para los parados con más de 50 años, a costa de modificar normas que les afectan totalmente en sus cuotas cotizadas.

21.1.09

¿Quien es el propietario del puesto de trabajo? ¿Qué podríamos hacer los trabajadores por nuestra empresa en tiempos de crisis?

Sospecho que algunos lectores, tras leerme, me insultarán, ya lo siento, a veces no sé explicarme bien.
El puesto de trabajo de cada uno de nosotros nos pertenece a nosotros, como nos pertenece el televisor del salón, el coche del garaje o el pantalón vaquero que llevamos encima.
¡Dios, qué comparación más odiosa!
No lo hemos comprado, es cierto, pero lo utilizamos y nos llena al menos el 25% del tiempo de nuestra vida adulta. El 40% si descontamos el sueño.
Pero no lo cuidamos tanto como al coche, seamos sinceros.
No estoy apuntando a la posibilidad de bajarnos los pantalones para cuidar el puesto de trabajo, nunca, tampoco nos los bajaríamos para cuidar nuestro coche. Estoy intentando decir que hay que ser más inteligentes emocionales con el puesto de trabajo.
Cuando en nuestras empresa se generaban grandes dosis de beneficios repartidos, léase los años 1996/2006, los trabajadores fuimos aguantando con silencio como los sueldos perdían poder de compra y el euro nos engañaba.
Todos en silencio.
Pero ahora que viene la crisis, sólo se nos ocurre como solución, ponernos gallitos en vez de darnos de bofetadas por no haber sido capaces de sembrar cuando había buen sol. Ahora con huelgas sólo conseguiremos despidos y ahorros de costes laborales.
Ahora no toca.
¿Qué toca ahora?
Pues de entrada analizar cada empresa, saber si nos están engañando o no, ver el sector y comparar, formarse más y exigir a los mandos intermedios más y mejor producción y a los gerentes control del gasto no productivo. Debemos prepararnos para cuando se atisbe la luz y entonces exigir. Debemos cuidar la calidad y ofrecer un producto excelente y apoyar sobre todo el mercado exterior, una de nuestras piedras en el zapato.
Y debemos afiliarnos a los sindicatos y cambiar a muchos de sus dirigentes, que se están convirtiendo –– ya lo siento ser tan duro –– en malos funcionarios que solo entienden de grandes empresas.