25.2.09

Los estados de flujo ¿Qué son?

Un estado de flujo es un estado de máxima concentración, en donde nos abandonamos, para concentrarnos totalmente en lo que hacemos, sea deporte, arte, meditación, música o trabajo.
En este estado, conseguimos centrarnos totalmente en lo que hacemos y además olvidarnos de todo lo que nos machaca la cabeza, dejando en descanso los malos pensamientos y las penas.
La meditación surge y bebe de este estado, pero se puede conseguir lo mismo acudiendo a algo tan sencillo como practicar deporte.
Una partida de ajedrez, correr a tu ritmo en el parque mientras escuchas música, leer una buena novela pueden ser ejercicios que te sirva para abstrarte y entrar en un estado de flujo.
No todas las personas tiene la misma capacidad de entrar en flujo, ni en todo momento se está igual de predispuesto, pero hay que entrenar esta manera de limpiar la menta, esta forma de ensimismamiento, para concentrarnos profundamente en algo.
La felicidad está dentro de nosotros, a veces escondida, y debemos mirarnos muy profundamente para encontrarla. Pero no lo dudemos, si sabemos mirar y concentrarnos en lo que hacemos, podemos ser felices, olvidarnos de los problemas que a todos nos afectan. Lo malo no son tanto los problemas sino la manera de enfocarlos, de vivirlos.

24.2.09

La Primavera, el Otoño y las depresiones

Hay días tontos, días que duran demasiado, periodos en el año en que los que sufrimos de depresión tenemos más posibilidades de sentirnos mal.
El Otoño, pero también la Primavera son periodos de movimiento en los cuerpos, y somos seres vivos que nos vemos afectados por los cambios de ciclos anuales.
Sufrimos estos periodos como fechas de más actividad interior, y eso a veces nos machaca. No es sencillo abstraerse ante lo que sin querer, nos repetimos como una canción absurda, incluso sabiendo que no es lo que tenemos que hacer.
Si además en estos periodos "difíciles" tenemos algún problema pendiente, la crisis nos sacude con más fuerza.
Sin duda debemos recurrir a los Ofidal o similares, para no sufrir más, y para que no se asiente con ganas de quedarse, la depresión dominada.
Y debemos exteriorizar las dudas para compartirlas.
El contacto físico es fundamental, debemos tocarnos, abrazarnos, darnos besos y caricias con nuestro compañero de vida, y si esto es imposible, hay que intentar buscar un sustituto para desahogar nuestras necesidades.
No, no estoy hablando de alquilar a nadie, estoy hablando de salir a buscar a alguien que nos escuche, con quien compartir una mano o una ilusión. En la calle hay miles de personas que también necesitan compañía.