8.2.11

Sobre Batasuna o el nombre que salga de este camino que ahora exploramos

Nos podrá gustar más o menos la historia de Batasuna y de todos y cada uno de sus dirigentes. Pero España es un país democrático que sobre todo se debe a las leyes y los jueces están para velar por ellas y para que se cumplan estas, sobre todo si acudimos a los jueces y les preguntamos su decisión al respecto.
Nadie somos nadie para impedir que
Batasuna o el nombre que quieran ponerle a su partido político, siga estando ilegalizado si se acoge a las leyes que entre todos nos hemos dado. Puede sin duda producir dolor y pena, faltaría más, pero por los derechos de todos, también por los míos, la ley hay que cumplirla (también) con Batasuna y su legalidad o ilegalidad.
Si ellos deciden dar pasos suficientes para que las leyes actuales los legalicen, así se tendrá que hacer, digan lo que digan sobre este asunto Zapatero, Rajoy, Rubalcaba o las víctimas. Todos ellos con motivos sobrados para opinar, pero no para decidir, si con ello se saltan las normas de todos.
Algo está cambiando en ETA y en su opción política y esto producirá dolor pero también esperanza. Son muchas trampas sufridas por nuestra sociedad y así es complicado creerles, pero nosotros debemos demostrar que sí abrazamos la paz y las leyes y que creemos en las posibilidades de la convivencia. Y para los que han cometido delitos sangrientos, la misma ley debe caer sobre los culpables.

No nos quejemos, hagámoslo mejor en España

Hoy los directores de cine Alex de la Iglesia, Iciar Bollain, Rodrigo Cortés y Agustí Villaronga nos han mandado un frase que nos debe servir para resolver todos los males que nos achacan a la sociedad española.


“No nos quejemos: hagámoslo mejor”

Es así de sencillo, y en cambio parece que no nos enteramos. Lo dijo Kennedy y ahora debe ser el momento de repetirlo. No debemos seguir quejándonos de lo que no está bien, de lo que debe hacer “papa” Estado por nosotros, sino de lo que nosotros debemos hacer más y mejor por España. Claro que efectivamente hay un montón de imbéciles mandando y gobernando mal, pero quejarse no sirve. Hay que aprender a elegir, hay que arrimar más el hombro, hay que participar, hay que quejarse menos y actuar más. Pero no se trata de salir a la calle, eso no sirve más que para casos excepcionales. No, se trata de tomar posición y trabajar por ella. Cada uno desde sus posiciones ideológicas, pero trabajando por ellas y no simplemente opinando y criticando, que también si son constructivas aunque parezcan locas. Lo peor es la crítica destructiva para fastidiar más todavía lo que ya está medio roto y a la vez no aportar nada. Que nadie piense por ti, actúa.