23.7.12

La importancia de hacer ejercicio para una salud mejor

Dicen que si no encontramos tiempo para hacer ejercicio, lo tendremos que tener para estar enfermos. Es la gran excusa que todos empleamos para negarnos a realizar un ejercicio físico necesario, sabiendo que es bueno para la salud. Pero es una gran excusa pues hay ejercicios para cada edad y para cada disponibilidad de tiempo libre. Igual que sacamos tiempo para comer, higiene o ver la televisión, debemos programar tiempo para hacer ejercicios del nivel que podamos por salud o edad.

El ejercicio reduce el estrés, baja la glucosa, calma nuestros pensamientos negativos, nos ayuda a dormir mejor, nos ayuda a perder peso y a comer menos. Y nos hace sentirnos más ágiles y con más optimismo.

Puede hacer ejercicio en las zonas de su barrio, un día cada dos o incluso dos o tres veces a la semana en días alternos. Si no se atreve a realizar ejercicios por la calle tiene gimnasios en donde nos ayudarán. Y por último tiene posibilidades de realizar ejercicios en su casa con máquinas o incluso con ejercicios estáticos.

Todo sirve, menos estar pasivo, sin hacer nada. Antes de comprar caras máquinas para el hogar, piense que en la mayoría de las ocasiones a las pocas sesiones se olvidan en un rincón. Piense que no podemos estar estáticos, sobre todo a partir de una cierta edad, pues el cuerpo se acostumbra a no moverse y a partir de estos momentos es complicado simplemente agacharnos, andar rápido, llevar peso, etc. y la lesiones pequeñas serán una constante.

21.7.12

Tenemos libertad para consumir sin control. Y para no consumir

Nos acostumbran a consumir desaforadamente y sin control, y nos enseñan a no darnos cuenta de esto, que es lo más curioso, creyendo además que consumir es el camino para la felicidad. Toda una sarta de errores perfectamente planificados para engañarnos y conseguir sus objetivos, unos mercados que trabajan perfectamente con y contra nosotros. 

Pongamos ejemplos. Podemos comprar una lata de cerveza por 24 céntimos. Yo he pagado en un bar de Madrid hasta 4 euros por una cerveza. Son casi 17 veces más. Disfrutar de una cerveza es sobre todo disfrutar de la compañía de alguien o de algo. Poco tiene que ver el tipo de vaso, la marca de la cerveza o el sonido ambiente. Pensar así es convertirte en raro de solemnidad, en diferente. Nadie nos impide tener la libertad de pagar por una cerveza 10 euros, pero sepamos que se puede elegir pagar 24 céntimos. 

Un hermoso paisaje, una música, el sol, una brisa al atardecer, un beso, escuchar a unas aves, la caricia de un niño, ver un cuadro, hablar con unos amigos, el sexo, un vaso de agua. Son cosas casi imprescindibles y muy baratas, en muchos casos gratuitas. Pero nos han enseñado perfectamente manipulados a consumirlas con aderezos para convertirlas en caras, consumiendo más de lo que muchas veces podemos pagar. 

Pero en cambio nos engañan con los consejos manipulados. Debemos practicar sexo en la suite de un gran hotel, escuchar música con los mejores cascos anunciados, ver un cuadro que está en Estocolmo, tomar agua embotellada en el Himalaya, observar el ocaso del Sol en Cancún, vestirnos con costosos trajes para seducir a nuestra pareja olvidándonos de hacer un ligero detalle de amor. Convertimos lo importante en accesorio, para así consumir, equivocándonos de objetivos.