23.11.16

Parques nuevos en las ciudades viejas

Hablaba el otro día de los nuevos parques privados que vamos construyendo por las ciudades, y a los que llamamos Centros Comerciales. Parques 3.0, no para descansar sino para consumir. Pero parques en cuanto nos atrapan en nuestro tiempo libre, para llevarnos por calles donde nos ofrecen aquello que llegamos a creer que necesitamos. Ya no es césped o árboles, agua o el sonido de pájaros, sino colores y precios, servicios y entretenimiento.

Hay poco que añadir, excepto el ejemplo de que cada vez se parecen más a las calles abiertas de nuestras ciudades. Bancos para descansar incluso con cargadores para teléfonos móviles o tabletas. Lugares con wifi gratuito o zonas donde puedes disponer de los servicios que hasta ahora solo se podían comprar en la calle abierta. Loterías, pequeños juegos para los niños, fotomatones, máquinas de refrescos, pequeños espacios de teletiendas, cafeterías o pequeños comercios ambulantes.

El gran fracaso de estos nuevos parques es el del mantenimiento de la atracción hacia sus visitantes. La infelicidad de los clientes es brutal, excepto por los usuarios de la zona donde se asientan. Por eso los Grandes Centros Comerciales en las afueras de las ciudades deben ofrecer un valor añadido que nadie más desde la competencia pueda ofrecer.

Y por eso mismo su futuro depende de abrirse junto a donde están los clientes. En unos años solo tendrán sentido si saben vivir como Centros Comerciales de Barrio, de Distrito. Y adaptar su oferta variada y entretenida a los vecinos, como un parque de entretenimiento donde los vecinos vayan a pasear y a comprar desde la fidelidad.

Lo importante para un Centro Comercial no es que compres. Ellos lo saben muy bien. Lo importante es que vayas y entres. Los “pasajeros” que pasean son un activo a lograr. Si en un lugar de estos Centros Comerciales o Parques 3.0 hay mil personas paseando pero solo compran 100 clientes, es mucho más éxito de cada al futuro, que si solo tiene 200 personas en su interior  y compran 125 clientes. El que entra…, compra o no compra, pero crea la sensación de “vida” y eso ayuda a que los demás compren más y vuelvan en más ocasiones.

22.11.16

Parque de la Sedetania, Zaragoza, Delicias

El Parque de la Sedetania en el barrio Delicias de Zaragoza es un ejemplo de parque de barrio, nuevo y rodeado de los edificios de su zona de influencia, que sobre todo presta un servicio perfecto a los ciudadanos de su zona por la cercanía de las zonas verdes a los patios de entrada a los edificios. No hay calles que separe el parque de “las cuevas” de los vecinos, lo que ofrece una sensaciçon de naturaleza más acrecentada.

La entrada al parque no puede ser más triste y equivocada, con un cartel totalmente destrozado, escondiendo en realidad un parque bien cuidado, con muchos servicios para todas las edades, con agua en numerosos fuentes ornamentales, grandes bancos de diseño y zonas de sombra.

El diseño del parque está realizado siguiendo las nuevas formas de entender las zonas verdes de barrio como lugares plurales de paisajes, mezclando zonas de descanso en praderas de césped, con zonas de árboles de diferentes clases, paseos con fuentes planas, o incluso zonas para reunirse más personas a conversar o a estar juntos haciendo lo que les plazca.

Juegos infantiles bien construidos y cuidados y zonas de gimnasia para adultos y tercera edad, en cantidad suficiente como para hacer pequeños circuitos adaptados. Pistas de petanca y mesas para poder jugar a juegos de mesa. Una pequeña pista de patinaje y alguna construcción escultórica no siempre bien conservada por un cuidado inferior al necesario.

En la mitad del parque, al lado de la Vía Hispanidad (la calle más importante de la zona), se encuentra una escultura de hierro con pie de hormigón, que representa la figura de un velero con la Virgen del Pilar de mascarón de proa, y a ambos lados la decoran relieves precolombinos con figuras y jeroglíficos. Esta escultura no la he fotografiado pues no está la zona de cemento en condiciones de mostrarse en estos momentos, llena de pintadas y en mal estado de cosnervación.


El parque recibe el nombre de la comarca en que se crearon los asentamientos de Salduduie-Caesaraugusta, pueblos íberos del siglo III a.C situado en el valle medio del Ebro que fundaron la actual Zaragoza.

En total son unos 47.000 metros cuadrados de zona verde irregular, que envuelven a tres grandes zonas de edificios de gran altura que quedan integrados dentro del parque.