Ante el terrorismo internacional nos tenemos que acostumbrar a tenerlo pululando como una mosca puñetera además de aprender a defendernos confiando en la inteligencia policial. La globalización tiene esas disfunciones, y crear terror y miedo con mucha facilidad es una de ellas. Pero como todo en esta vida nueva, tenemos nuestros mecanismos de defensa, que no siempre sabemos utilizar bien.
Uno de ellos es aprender a medir el tipo de información que somos capaces de transmitirnos entre todos nosotros, los ciudadanos pacíficos. La inteligencia en seguridad debe funcionar mucho mejor, impregnando a los medios de comunicación de su implicación para que sepamos dosificar qué tipo de información es negativa para los intereses de defensa. No es censura, es inteligencia social.
Las nuevas tecnologías ayudan a defendernos ante la violencia globalizada, pero a su vez, son capaces de multiplicar la mala información absurda, complicando los sistemas de defensa. Como sociedad estamos pagando a unas personas para que cuiden de nuestra seguridad y a otros más por encima de ellos para que vigilen al que vigila. Confiemos en ellos y aprendamos también a auto defendernos desde la observación lógica.
Y no me refiero al anuncio tan simple y básico de esta semana para que no dejemos las llaves de nuestros vehículos puestas en el contacto, sino al innecesario consejo que está dentro del mismo, admitiendo de esta forma que es una costumbre muy habitual entre los repartidores urbanos. Si alguien no sabía de esta idiotez, ahora ya lo sabe todo el mundo.
25.12.18
VOX, el PSOE o el PP no existen. Existes tú
VOX no existe, como no existe el PSOE o CHA o el PP. Existen los votantes e incluso los militantes, pero los partidos políticos como organizaciones o empresas que son capaces de gestionar países, de hacer cambiar sociedades no existen, como no existen las empresas por sí mismas. Necesitan siempre a las personas acompañadas de las ideas, que los sujetan, los hacen funcionar y los levantan o hunden. Por eso el respeto a cualquier empresa no debe ser con su marca en sí misma sino con las personas que deciden seguirla y auparla, seguir construyendo con ella y desde ella, manteniendo o modificando ideas y proyectos.
Y esto viene al caso para explicar los temores a que VOX o cualquier otra empresa política, sea capaz de cambiar España. Lo será si así lo quieren millones de personas. No hay que criticar o calificar a esa organización, sino entender los motivos por el que millones de personas vecinas nuestras, decidan en un momento dado apoyar a esa empresa.
Las ideas sí existen, y son las que mueven a las personas y a los dirigentes de las empresas. Pero esas ideas cambian, pierden naturaleza o sentido, y si no saben explicarse, actualizarse, adaptarse, se mueren como mueren y cierran cientos de empresas todos los años. Grandes y pequeñas. En la misma medida en que triunfan y crecen otros cientos de empresas que lo hacen sobre sus competencias.
Cuando una empresa logra clientes nuevos, otra empresa los pierde. Y la que los pierde debe adivinar los motivos de esa pérdida por los que llevan al cliente a cambiar de proveedor. Sea un servicio de venta de bolígrafos o de gestión de un país o una sociedad. El mundo de las ideas y de las ideologías, también se mueve por detrás de las personas. Aunque creamos que no.
Y esto viene al caso para explicar los temores a que VOX o cualquier otra empresa política, sea capaz de cambiar España. Lo será si así lo quieren millones de personas. No hay que criticar o calificar a esa organización, sino entender los motivos por el que millones de personas vecinas nuestras, decidan en un momento dado apoyar a esa empresa.
Las ideas sí existen, y son las que mueven a las personas y a los dirigentes de las empresas. Pero esas ideas cambian, pierden naturaleza o sentido, y si no saben explicarse, actualizarse, adaptarse, se mueren como mueren y cierran cientos de empresas todos los años. Grandes y pequeñas. En la misma medida en que triunfan y crecen otros cientos de empresas que lo hacen sobre sus competencias.
Cuando una empresa logra clientes nuevos, otra empresa los pierde. Y la que los pierde debe adivinar los motivos de esa pérdida por los que llevan al cliente a cambiar de proveedor. Sea un servicio de venta de bolígrafos o de gestión de un país o una sociedad. El mundo de las ideas y de las ideologías, también se mueve por detrás de las personas. Aunque creamos que no.
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