13.1.19

Los 7 apartados del éxito. O no se tiene éxito aunque lo parezca

Es curiosa nuestra compleja capacidad para entender qué es el éxito en la vida. La circunscribimos a unos elementos muy escasos, cuando el éxito de verdad es algo mucho más amplio. 

Muchas personas creen que el éxito es triunfar en la vida económica y de poder, y siendo cierto lo enmarcan en tener un reconocido respeto, poseer dinero más que suficiente y poco más. 

Pero el éxito de verdad, el que llena y se olvida de aparentar es mucho más, o lo que es más exigente ante la vida: para tener éxito se necesitan más elementos que el dinero y el poder, pues el éxito reconocido por todos no es ni cierto ni válido, si no lo puede disfrutar quien lo tiene.

Veamos al menos siete aspectos en los que hay que tener éxito en alguna medida importante, para poder decir que tenemos una vida de éxito. 

Si algunas de estas partes vitales se obtiene fracaso, de nada sirve creer que tiene éxito en las otras, pues en realidad te estás engañando.

» Éxito en nuestro oficio o profesión

» Éxito con nuestra familia y amigos

» Éxito en nuestra capacidad económica

» Éxito en lo personal, en sentirnos bien con nosotros mismos

» Éxito en nuestra capacidad mental de entender la vida y la sociedad

» Éxito en nuestra salud, en nuestro físico

» Éxito en nuestra vida espiritual, sea la que hayamos decidido que sea

No es necesario tener éxito en los siete apartados, sirve con lograr el éxito en algunos y mantenerse bien en el resto. Pero lo que nunca se puede permitir nadie es tener fracaso en alguno de ellos y creer que al tener éxito en el resto, tienen una vida de éxito.

12.1.19

¿Subir o bajar lo impuestos? ¿Qué es mejor?

Nos han hecho creer desde los neoliberales que nacieron con Reagan y Thatcher que cuantos menos impuestos tengamos que pagar, mucho mejor para todos. Incluso los llamados partidos de izquierdas sin serlo se lo han creído y han presentado año tras año lo que llamaban reformas fiscales que lograban rebajar los ingresos en impuestos. No hay que olvidar que España es uno de los países donde menos impuestos se pagan.

En España se pagan sobre los ingresos anuales una media del 43% (35,6% sobre las renta de trabajo) mientras que en Francia se paga un 57,5% (51,1% sobre trabajo) o en Alemania un 52,3%. 


Estas cifras bajan o suben según el tipo de análisis que se aplique, pero sus diferencias entre países se mantienen. 

Por ejemplo el país que menos impuestos paga es Congo con un 7,6%. Podemos ver hacia dónde queremos ir, si hacia los países ricos de Europa o hacia los países pobres de África.

Pero insistimos en España con una bajada de impuestos sin explicar, como mantra que garantiza votos. ¿A quién le bajan los impuestos?

Por cada impuesto que no se recauda, sea en sucesiones, en las grandes empresas o en transacciones bancarias, es un impuesto que tienen que pagar entre todos. O bajar la recaudación y con ello el Estado de Bienestar. No hay más cuentas posibles. 


O nos acercamos al Congo o hacia Alemania.

La respuesta sencilla y que nos han enseñado como defensa es que: impuestos ¡no! con mi dinero, pues se lo gastan “ellos” en juergas o se lo llevan crudo. Y aquí se acaba la historia. 


Y la izquierda ha ido cayendo en este marco mental fácil y simple y no ha sabido salir de él.

Cuando hablamos de subir impuestos nunca se habla de subírtelos a ti. Entre otras cosas porque tu…,  tiene pocos ingresos. 


Las distribuciones impositivas es lo que logran un reparto social más sencillo o más egoísta. Más en la línea de países del Norte de Europa o más hacia Indonesia. Redistribuir las rentas a costa de entregar más servicios comunes a todos o de que unos se queden con más a costa de que otros tengan menos.

Enseguida los marcos mentales neoliberales dicen que eso de redistribuir rentas a costa de subir impuestos es comunismo, es el camino abierto hacia el comunismo. Como si en Suecia o Dinamarca o Noruega o Islandia caminaran hacia el comunismo. 


Subir los impuestos puede ser bueno o malo, depende. Bajar los impuestos siempre es malo aunque nos hayan convencido de lo contrario.