28.1.20

Los antibióticos solo cuando son necesarios. Y siempre con receta médica

Se nos dice hasta casi cansarnos que debemos tener mucho cuidado con el consumo de los antibióticos, pues no son ninguna panacea ni una medicación simple que se pueda tomar alegremente. La realidad es mucho más amplia, pues seguimos tomando muchos antibióticos sin darnos cuenta ya que a los animales que luego entran en nuestra alimentación se les siguen dando para evitar problemas de rentabilidad. Y aunque se está trabajando en su control veterinario, hay que insistir en este punto, pues nos afecta negativamente a los humanos.

Así que es cierto que sin querer ya tomamos antibióticos que se une al control cada vez más alto de su receta por los médicos, ya que se está demostrando que las bacterias a las que ataca se están volviendo resistentes ante el excesivo uso de los antibióticos.

El médico es el único que sabe cuando hay que recetar antibióticos. Para ello tiene que diagnosticar que tienes una infección por bacterias, pues si la tienes por virus no solo no hacen nada sino que son contraproducentes.

¿Tu sabes si tus problemas de salud son por virus o por bacterias?

Un antibiótico no baja los dolores ni la fiebre, deben tomarse con arreglo a las indicaciones del médico sin saltarse las tomas ni la duración de la medicación, pues tan malo para nuestras defensas es un exceso como dejar el tratamiento a medias. Así que recuerda por tu bien. Los antibióticos son buenos, pero solo cuando son necesarios.

¿Ganar… siempre es derrotar al otro?

Volvemos a las clásicas frases de autoayuda que en realidad por sí mismas no sirven para nada. Simplemente nos recuerdan pensamientos válidos pero que necesitan ir a acompañados de acción, de sobre todo decisión. Esta de hoy es una frase clásica que intentaremos ampliar.

"Nunca podrás derrotar a la persona que nunca se rinde"

Dos "nunca" en una frase corta. Depende. Tal vez excesivos "nunca". Y a la vez es una frase bidireccional. Sirve para advertimos de lo complejo que es vencer a quien no se quiere rendir y se va a defender "a muerte" como también nos advierte de que la única manera de no ser derrotados es precisamente no querer ser derrotado. ¿Y el resultado final cuál será?

Hay frases para todos los gustos y ahora podríamos recordar aquella que nos dice: "Una huída a tiempo es una victoria". Creo que plantar cara hasta la extenuación es una buena opción y escapar antes de que sea inevitable la derrota también lo es. Depende de situaciones. 

Por eso tal vez hay que analizar la realidad de que si te enfrentas a alguien que no quiere ser derrotado, hay que replantearse las opciones de enfrentamiento y darles la vuelta. ¿Ganar siempre es derrotar al otro?