19.2.20

La humanidad es débil y debemos reflexionar

Hace menos de un mes publicaba esta entrada sobre las primeras noticias del coronavirus chino, cuando todavía no se le había puesto nombre y con 17 fallecidos y 571 personas contagiadas ya se intuía que aquello iba a ir a más. Hoy con 2.004 personas fallecidas en China y unos 75.000 infectados, sabemos que el problema es mucho más grave, aunque de momento lo tengamos casi encerrado en una zona muy determinada de China.

Siguen la dudas de la forma de contagio, del inicio de la enfermedad, de su virulencia desaforada en algunas familias y escasa entre otras personas. Pero sí podemos afirmar que con todas sus carencias democráticas, el hecho de que se haya producido la enfermedad en China ha facilitado mucho su encriptación al menos de momento, pues de haberse iniciado en países con muchos menos recursos sanitarios o de control de fronteras, el problemas sería ahora brutal.

Es verdad que la saturación de personas en un país como China facilita el contagio, que en territorios rurales de África por poner un ejemplo sería un proceso totalmente diferente en todos los aspectos. Pero sin saber los motivos del brote, estamos siempre a expensas de que se puede volver a repetir otro diferente en otra parte del mundo.

Lo peor es el miedo, lo básico es hacer caso a las autoridades aunque no siempre nos digan toda la verdad, y admitir que nuestras formas de vida o de consumo alientan que estos problemas encuentren caldo de cultivo aunque debemos también admitir que en la Edad Media ya se producían plagas de enfermedades terribles.

Los Satisfyer Men son las nuevas Rumba del sexo masculino

Tras el éxito del Satisfyer femenino los hombres nos pusimos locos buscando nuestro aparatito Satisfyer Men con final feliz pues no se podía consentir sin gritar que las féminas tuvieran su máquina para apartar hombres de la cama y nosotros no tuviéramos pequeñas damas de plástico duro que hicieran el trabajo feliz. Así que si lo primero era buscar, lo segundo era encontrar.

Los hombres ya asistimos gozosos (y descansados tras las dudas) tras encontrar las diversas máquinas que nos permiten prescindir de la mujer para terminar felices de la zona baja. O de la zona alta que dicen que el placer viene de arriba. 

Desde 40 euros tenemos lo que buscábamos, diversos Satisfyer men, sustitutos de damas en diversos colores y hasta con 14 programas de succión de penes. Joder, es como tener a 14 señoras dispuestas a que tocando el botón te toquen el botón. Un éxito.

Claro que… joder en qué estamos convirtiendo el acto de joder. Todos con máquinas en la mano, hasta que descubran una Rumba folladora que se mueva sin manos. Es cuestión de meses. ¿O ya existe? Un Satisfyer men tipo Rumba que sepa moverse por el cuerpo subiendo y bajando y además sepa ella sola volver a su casa a cargarse.

Lo llaman juguetes que es una manera sencilla de intentar engañarnos. No son juguetes sino peligrosos aparatos para estimularte. ¿Y si se queda atascado con tu cosa dentro? ¿Y si en la ducha empieza a darte calambres y te la socarran? 

Dicen que existen con diversos tamaños de vagina de plástico, pero siguen siendo por fuera un aparato que parece un molinillo de café. Vibra, puedes elegir a qué temperatura te hace la felación, y tiene recogedor que es lo más guay del invento masculino. Vamos, como si fuera un aspirador de mano, pero para las partes bajas.