27.7.20

Nos muestran los yates nocturnos llenos de juergas para… ¿para darnos envidia?

Con la pandemia hay medios de comunicación que están todo el día refrotando por los morros de los espectadores las imágenes de esos jóvenes que se van de fiestas nocturnas, los catamaranes o los yates llenos de juergas de alcohol y sexo saltándose el confinamiento. Que me digo yo… ¿lo hacen los periodista para darnos envidia? 

No me da igual, pero es el síntoma de una sociedad equivocada en la que todos tenemos culpa. Existen porque los alentamos y además ahora los publicitamos con nocturnidad. Desobedecen porque pueden y quieren.

Mientras tanto los que no podemos ir de yates a emborracharnos por precios casi prohibitivos, sufrimos el confinamiento con más envidia si cabe. Pero somos los responsables de construir esta sociedad.

Si tras todo esto no explotamos como sociedad, es que hay campo libre para seguir jodiéndonos durante otro puñado de siglos. ¿Quién contra quién?

26.7.20

El mundo es incapaz de controlar el año 2020

Esta portada del ABC digital de hoy 26 de julio no es alarmista aunque lo parezca. Es simplemente dura pero real, con esa sensación social de incapacidad para controlar en el tiempo una pandemia que está durando más tiempo del que pensábamos, sin avanzar en soluciones, sin atisbar luces sino sombras, con nuevos y nuevos brotes que parecen volver a confinarnos sin ver salida.

Nadie dijo que esto fuera a ser sencillo, pero la sociedad tiene también la obligación de preguntarse si tras al menos cinco meses de pandemia, no se podía haber hecho lo suficiente como para controlar mejor los rebrotes, para estar mejor preparados ante los problemas que ya tenemos encima.

La curva diaria sube sin parar en la suma del todo el mundo, sabiendo sin ninguna duda de que son números falsos pues no están todos en su interior. Ni afectados ni fallecidos. 

Ya afecta de forma descontrolada a decenas de países donde simplemente contar es imposible. Lo complejo es admitir que también en España parezca imposible saber contar.

Personalmente no me preocupa tanto el momento actual de salud con una pandemia descontrolada como el del futuro, con crisis económica y social ya explotada. 

Desde hace unas semanas está sobe la mesa que hay que trabajar (de momento muy tímidamente) conjugando las dos vertientes del problema, el sanitario y el económico. Es un primer paso, duro pues no se está explicando bien, pero inevitable.