Desde la izquierda (sobre la que queda) sabemos bien el motivo, y no: no lo queremos decir ni queremos cambiar. Somos así de chulos.
La Historia son ciclos repetitivos, y ahora toca la debacle del progresismo, y una división de la gestión entre la Derecha de siempre y la Nueva Derecha a la que no quiero poner adjetivos, que los tiene pero me los callo.
Lo de Portugal con la caída del Partido Socialista que casi se pierde, en una tercera posición tremenda con la sombra de la Nueva Derecha a 50.000 votos, es de premio al dicho viejuno de "cuando las Barbas de tu vecino…". No podemos decir que no lo vimos venir,
Lo de Rumania tiene otro empaque. No ha ganado el líder de la Nueva Derecha, esa que pretende salirse de Europa y derogar todo lo que no sea acercarse a Rusia, pero hay que visitar Rumanía para entender lo que en realidad supone ese crecimiento desmesurado de la Nueva Derecha en un país tan complejo y todavía con tanta desigualdad y pobreza disimulada.
Vinicio del Toro decía que no sabe bien qué está cambiando de forma brutal, pero sí que estamos en un final de Ciclo imparable. Creo que tiene razón, no sabemos que llegará, pero todo parece indicar que algo está en marcha y muy avanzado, y que cambiará los modos y la formas.
Siempre sucede lo que queremos que suceda, nada es casualidad aunque sea provocado y no siempre bien controlado.