4.2.23

La abstención en la votación a la actual Constitución


Cuando en España nos dispusimos a votar la actual Constitución, la que cerraba el periodo de la Dictadura de Franco para abrir una democracia monárquica y parlamentaria, no todos los partidos que acababan de nacer estaban de acuerdo con aquella Constitución ni con que los españoles dieran el SI al texto de la Carta Magna.

Era el año 1978 y votaron el 67% de los españoles, y aunque el 91% votó que SI, no debemos olvidarnos del peso de esa abstención de cerca de 9 millones de españoles incluidas las abstenciones técnicas, ni tampoco de los 660.000 votos en blanco o nulos, que para estar en el inicio de una democracia, indica claramente que ya en ese momento había muchos españoles concienciados.

Los 15,7 millones de españoles que ratificaron con un SI la Constitución en 1978 son menos a los 18,6 millones que votaron en las elecciones de 1977, o los 21,5 millones de los que votaron en el año 1982. 

Arriba podemos ver una pegatina de un partido republicano que no desea firmar el mensaje, solicitando la abstención en aquel 1978.


Los documentales de La 2


He estado viendo en La 2 un programa de naturaleza que se llama "El señor de los bosques", en concreto el episodio sobre El Alto de Malagón cerca de Madrid, una zona a unos 1.500 metros de altitud en donde crees que estás en la selva mediterránea, en la naturaleza más escondida que te puedes imaginar. 

Uno se pregunta el motivo por el que este tipo de programas lo vean o lo veamos muy pocas personas, mientras que cualquier otro en el que nos dicen las bobadas de famosetes con sus cuernos o sus familias logran millones de espectadores.

Perder la oportunidad de viajar desde tu hogar, en una televisión grande como la que muchos ya tenemos en casa, con una fotografía muy cuidada, es de analizar. Hay que salir al campo, al bosque, sin duda, pero también desde la comodidad se puede aprender, se disfruta viajando sin movernos.

Y a eso hay que añadirle que hay muchas personas que por edad o por economías no peuden desplazarse a ciertos bosques repartidos por el mundo, o a ver muy diversos animales, fábricas, espacios culturales, zonas del planeta que nos resultan imposibles.

Pero seguimos apostando por los hígados de los tontos, repetidos para verlos desde todos los lados, con las mismas balbuceantes explicaciones de cuernos, gaitas y boberías. 

Efectivamente, es posible que estamos tontos.