9.6.23

Rendirse nunca. Sonreír siempre


Ayer me reuní con un numeroso grupo de compañeros para analizar los resultados de las elecciones pasadas. Algo lógico y necesario, tanto si se gana como si se pierde. Incluso también si se empata. 

Sí, se puede empatar en unas Elecciones, pero que no se nos olvide que empatar es empezar a perder. 

El caso es que surgió lateralmente el tema de la frase de arriba. "En tiempos de crisis, hay que mantener la sonrisa, no quejarnos tanto, nunca llorar de ninguna de las muchas maneras en las que se puede llorar que son numerosas incluidas las provocadas, y mantener la sonrisa todo lo amplia que se pueda", para terminar convencidos de que no hay nada más revolucionaros que sonreír cuando lo que esperan "los otros" es que te pongas a llorar.

Pero no hay que confundir nunca el mantener la sonrisa con ser inoperantes, con esconderse detrás de la sonrisa, con esperar al siguiente examen, y eso también quedó muy claro en la charla entre amigos. 

No ganar no significa perder, y como de lo que se trata siempre, en todos los órdenes de la vida, es de ganar, la mejor manera de ganar es emprender y aprender desde el mismo momento de la pérdida. Sea del tipo que sea.

La teoría es muy sencilla, y lo sé. la práctica depende sobre todo de factores humanos a veces incomprensibles y si hay dudas les podemos preguntar a Podemos que de ser incomprensibles saben mucho.

Pero insisto en el principio. Sonreír, ponerse a trabajar duro, aprender, y tener la calma suficiente para saber que lo peor, lo que no tiene marcha atrás es rendirse. 

Julio Puente (Ajovín)


7.6.23

Fiestas Populares en Zaragoza. Pegatina 1977


Está a punto de llegar el verano, y con él las fiestas populares en pueblos, barrios y ciudades, algo que hoy en día nos parece normal. Pero que no siempre fue así.

Por el año 1977 del pasado siglo, las fiestas en la ciudad de Zaragoza, se limitaban para el pueblo llano, para la sociedad sin muchos recursos, en ir al recinto ferial, el teatro de Manolita Chen y algún otro elemento festivo no muy caro, y a las ofrendas de flores y frutos a la Virgen del Pilar y el Rosario de Cristal. El resto de festejos eran para los "elegidos". Los recuerdos de fiestas en La Lonja todavía se conservan.

En aquellos años se empezaban a respirar los primeros aires de libertad con la Transición y fue cuando el pueblo llano desde sus precarias organizaciones de base, Asociaciones de vecinos, clubs juveniles, sindicatos, etc. pensaron que era el momento de que llegasen unas verdaderas Fiestas del Pilar, unas fiestas populares para todos.

Famosa es la concentración con bocadillos en la plaza del Pilar, frente a la Lonja, para reivindicar esas fiestas populares, que fue reprimida por los “grises”, y que puede decirse, fue el embrión de las fiestas populares que hoy podemos disfrutar.

Esta pegatina fue enseña de aquellas primeras “contrafiestas”, que nos recuerda que no debemos perder ese espíritu reivindicativo.

Nota.: Colección de pegatinas de Pedro Martín