8.12.23

La depresión y la ansiedad entre los trastornos afectivos


La depresión y la ansiedad, si no son graves y se han convertido en una enfermedad, son los trastornos más característicos de la vida afectiva. 

Ambos representan las formas más frecuentes de expresar los sentimientos, las emociones y las pasiones, que son las tres fórmulas esenciales de la afectividad.

Los sentimientos son el modo diario en que se manifiesta todo lo que no es intelectual, es subjetivo y siempre tiene una tonalidad positiva o negativa.

Una emoción es una vivencia de agitación más breve y recortada, pero súbita que se acompaña de síntomas físicos: Ansiedad, pánico, terror, desesperación… 

Estos siempre se producen de forma brusca perturbando el orden que tenía el sujeto.

Si nos referimos a las pasiones, éstas son experiencias internas tan intensas como una emoción, pero de duración similar a la de los sentimientos.

En cualquiera de estos estados se puede dar depresión o ansiedad dependiendo de la agudeza, intensidad y sobre todo la duración con que se vivan.

Existen unas zonas de influencia clínica en las que se entrecruzan manifestaciones de ambas series, hablamos en concreto de síntomas melancólicos y ansiosos asociados, ya que es posible que algunos trastornos depresivos mayores incluyan síntomas ansiosos.

Plan de Mejora para optimizar nuestro tiempo de trabajo

Debemos establecer un Plan de Mejora de nuestro tiempo de trabajo y del de nuestros colaboradores. Para aprovecharlo mejor, lograr más productividad y no presionar tanto.

Hay que optimizar los tiempos para que todos vayamos más descansados y nos quede más tiempo para pensar en mejorar y atender mejor a nuestros clientes. 

Los tiempos muertos son una enfermedad en cualquier empresa. Y no, los tiempos de descanso NO son tiempos muertos, son necesarios, por eso hay que cambiar los tiempos muertos por espacios de relajación.

Veamos algunos consejos fáciles a desarrollar para gestionar mejor nuestro tiempo:

Hay que tener una programación diaria o semanal de nuestro tiempo. Organizarlo, programarlo, distribuirlo.

Debemos tener una buena organización de despachos con nuestros colaboradores. Los espacios son importantes, su orden, limpieza y distribución.

Hay que organizar la delegación de tareas. Esto es muy importante para el clima laboral y para optimizar los tiempos.

Debemos eliminar las tareas no productivas. O al menos minimizarlas

Debemos organizar un control y filtro de las interrupciones.

Hay que ampliar y crecer en la formación de todos los colaboradores.