8.11.06

Viajar por dentro de la vida, no es hacer turismo


Viajar es un vicio menor, aconsejable creo, capaz de curar enfermedades importantes, de convertirte en un ser distinto y con unas ganas tremendas de conquistar lo pisado. 

Yo creo que dentro de nosotros seguimos teniendo parte del espíritu del soldado de la Edad Media o del trashumante que como parte de nuestra sangre árabe, todos llevamos todavía algo dentro.

Viajar es adentrarse y penetrar en los sitios, no pasar de largo. No vale con visitar los monumentos y hacerse unas fotos de recuerdo, hay que dormir, hablar con algunos poseedores de la calle, ir a su cementerio y comer de sus sabores, respirar la noche y escuchar los sonidos del amanecer.

Quien viaja como debe, sabe que no siempre es caro, que una cosa es ir de turista y otra muy distinta de descubridor, de adaptador a cada circunstancia.

Yo quiero hacerme más mayor para viajar más. Lo malo (lo siento) es que ya he visto a algunos que cuando se han hecho más mayores, ya no podían viajar, mecagoenlamarsalada.

1.11.06

Día de Difuntos sin cementerios clásicos

Hoy es día de cementerios, pero cada día están más vacíos. Entre los que acudimos en otras fechas porque estos días están (dicen) a tope y los que se van a la playa, al Pirineo o a la fuente de su pueblo a recordar sus cenizas queridas…, los cementerios tienen cada día menos visitantes.

La primera vez que yo vi en la playa de Cambrils un ramo de flores todo chuchurrido le dije a mi esposa que seguro que lo había perdido una pareja de enamorados de un barco de esos chulos que hay en el puerto. 

Ella me miró con cara de no saber si estaba viendo a un carnuzo o a su esposo (o a los dos) y me quitó mi sueño de amor. Desde entonces cuando veo un ramo de flores pegado a una farola o a un semáforo, o unas flores secas atadas a un árbol en pleno lugar idílico, me santiguo por si el difunto era cristiano.

Yo lo veo bien (lo de las cenizas esparcidas) porque te abre un montón de posibilidades. A mi el cementerio de mi ciudad no me gusta, en cambio el Ebro, el pueblo de mi padre en donde pasé mi niñez o la playa de Cambrils…, son lugares más guapos para estar en el infierno. Al menos ahora puedes elegir ¿no?.

Un beso para Miguel, Pilar, Leoncio y Ascensión.

31.10.06

Con palomas en el centro de Cataluña


Hoy hace un buen día en la Plaza de Cataluña de Barcelona. Las gentes llenan las calles, paseando o comprando, jugando con las palomas o disfrutando de una ciudad modelo de cultura y de arquitectura cuando menos.

Barcelona ha cambiado mucho en 20 años, los catalanes también, y posiblemente el resto de españoles no, eso es lo que no tengo tan seguro por que no quiero.

Vemos (ven otros) todavía a esta tierra como una zona cerrada, áspera para el forastero, compleja e inentendible.

Para mi es una tierra sencilla, abierta, con una personalidad propia que sabe que está bien asentada en el mundo y que no reniega de ser ciudadana del tiempo en el que le ha tocado vivir, y que ama su historia, algo que no todos sabemos o podemos decir.

La historia es la vida de nuestros antepasados, y sin tener que estar viviendo de ella, sí que se merece cuando menos el respeto de su recuerdo.

¡¡¡Suerte Cataluña!!!

Nota.: Este texto está escrito en el año 2006 y repasado 12 años después, sigo pensando lo mismo, que no es poco.

24.10.06

Tener éxito con el blog o con la vida

Dicen que para que un blog funcione tiene que ser temático, que los que picotéan un poquito de aquí y otro de allá, no enganchan a nadie.

Así que yo estoy perdido. Este será un fracaso.

Claro que si uno es como es, no creo lógico engañar a los lectores, y ponerme serio o cachondo cuando no lo soy —ni lo uno ni lo otro— en mi vida normal.

¿Existe la vida Normal?

Yo soy aprendiz de mucho, luego…, soy oficial de nada. Soy un toca cojones, amigo de los bufett libres que es la peor forma de comer atrapado, y además un tipo capaz de leer muchos libros de ensayo y ninguna novela, aunque sólo sea para llevar la contraria a mi hijo. Y todos a la vez, siempre llevo media docena de libros empezados y no me vuelvo loco…, pues ya vengo loco de antes.

Vamos, un jilipollas que intenta ser feliz, aun sabiendo que está caro el kilo de felicidad.

Eso si, elijo los mejores bufett de vida y sobre todo siempre quiero que sean libres. Para mi que sean libres es fundamental.