16.1.07

¿Elecciones anticipadas?

Cuando algo se muere, aun con dolor, hay que enterrarlo para que no huela demasiado. Es ley de vida. Y esta legislatura está muerta.
Los ciudadanos también tenemos derecho a opinar y a que se nos pregunte qué tenemos que decir sobre lo que está sucediendo. La democracia emana del pueblo y si bien es cierto que los tiempos ya están marcados y que además nunca debemos modificarlos por acciones terroristas, creo que los momentos críticos hay que curarlos con medicinas potentes y activas.
Tengo mis grandes dudas sobre si se están haciendo las cosas regular o muy mal, como tengo mis enormes dudas sobre las posturas de cada grupo político en estos momentos, por eso mi opinión es que llega la hora de que todos hablemos, y de que la razón o no razón sea algo que entreguemos nosotros a los que pagamos para que realicen el trabajo honroso y difícil de dirigir el país.
Unir las elecciones generales con las locales y autonómica de las regiones olvidades puede ser una decisión lógica e incluso un bálsamo.
Puede que los resultados nos compliquen más la vida política, aunque lo veo tan difícil esto, que no me preocupa. Es tremendamente raro que suceda.
Y quien saliera en el gobierno, saldría reforzado en sus tesis y podría trabajar más limpio de carga.

15.1.07

Falta de sintonía

Decir que dos no riñen si uno no quiere es la misma tontería que decir que dos siempre riñen si uno quiere.
Todo depende de cada uno de los dos.
Me consta que llegaron a ser incluso amigos, y que la política colocó a los dos en situaciones tan distantes que se han convertido en dos grandes enemigos políticos y personales. Y así no hay forma posible de que avancemos nada de nada, lo cual es peligroso porque no avanzar cuando es inevitable moverse, es siempre retroceder.
En el Congreso hay muchos políticos, y es verdad que unos representan a 10 millones y otros a solo 300.000. Pero las sensibilidades políticas y las minorías son tan importantes en el engrase de la sociedad que sin ellas no podríamos funcionar, ni bien ni mal.
Imaginemos un país español sin basureros o sin artistas o sin catalanes o sin gallegos o sin vascos o sin personas de menos de 1,60 de altura. No valdría la pena vivir en esa tierra sin minorías.
¿Los políticos actuales han estudiado sociología, historia, psicología, humanismo y el Arte de la Guerra de Sun Tzu?
Desde luego a quien no han leído es a Baltasar Gracián.

12.1.07

La triste hoja que se fue secando poco a poco

La triste hoja está triste mientras se nos muere poco a poco. Se apaga porque nadie sabe hacer nada por cambiar su destino. Ya ha cambiado de color.

Entre simples palabras que no sabía que tuvieran tanta importancia, se muere sola, se agrisa y espera a que llegue el final.

Yo siempre pensé que "libertad" era una gran palabra, una hermosa expresión de gozo, y sabía también que muchas veces se ha mal empleado para precisamente cambiar los destinos de las personas que la decían o la escuchaban. 

Pero nunca en los muchos años de querer entender este camino, me había encontrado con gentes que fueran capaces de hacer reír a los que no quieren la libertad a costa de quedarse quietos por mucho que su corazón les pide libertad a gritos y llevan décadas luchando por ella.

En nombre de la libertad, de la justicia parece que todo se puede hacer y es mentira. Hay que decirlo fuerte para que no quede duda. ¡¡¡¡ES MENTIRA!!!!

La hoja está triste y gris, está muriéndose, pero yo al menos la conservaré tapada y escondida, para que nadie me la tire a la papelera como si fuera un desecho inservible.

ULTIMA HORA.- Parece que al final si que aparecerá la libertad, aunque solo sea escrita al aire.

11.1.07

La hoja del otro día, casi negra

Así nos estamos quedando todos nosotros de tanto soportar el ruido del barullo social. El ruido es también esas palabras que no se soportan con facilidad, que hieren el oido interno tanto, que te llega a las entrañas mismas y se te mueven los huevecillos o los óvulos según el nombre.

Decía Gracian que antes de romper el silencio era mucho mejor pensar lo que se iba a decir y además que éramos esclavos de nuestras palabras y dueños de nuestros silencios.

Pero a Baltasar no lo ha leído casi nadie. Es normal porque alguien que lleva casi 400 años muerto no puede entender nada de la vida actual porque ahora tenemos ya otras redes. Eso si, lo que no tenemos es sentido común.

Baltasar, o incluso Tierno o Unamuno u Ortega (el hermano de Gasset) hubieran sabido manejar estos temas mucho mejor. Pero claro habían recibido clases de Humanismo en sus escuelas.