9.6.07

Prohibir

En los últimos tiempos todo está prohibido. Yo creía que lo de blasfemar era una cosa antigua, pues no, sigue sin poderse hacer.
Buscando por diccionarios he encontrado que blasfemar es además echar maldiciones a alguien; pues bueno hasta esto me han prohibido.
Bien que no se pueda fumar, porque no fumo (mentira lo de bien, pero hay que disimular) y bien que no se pueda beber un Cardhu en casa de los amigos si tienes que conducir (bueno, en serio, bien por lo c…, porque se te queda una cara de bobo cuando ves a todos tirando de la botella y tú con una tónica, que te acuerdas del o,3 pero por dentro), pero que te prohíban insultar ahora en que todo quisque insulta y contra más importante es, más insulta, pues que no se, me resulta un poco de dictadura vieja.
Yo de momento me he convertido en insumiso, aunque mi santa me insiste en que mejor sería que si no estoy de acuerdo con la ley hiciera huelga de hambre que también están de moda, sobre todo ahora que viene la piscina.
¿Son muchos 90 kilos?

7.6.07

Niños y pájaros

Siempre que voy por Sevilla me acerco hasta las tapias de este colegio a leer su cartel de la pared. Es un pequeño icono como el del olmo de la entrada del cementerio de Soria con el poema de Machado.
Está el colegio en pleno Barrio de Santa Cruz, y se avisa, muy cerca del bar Las Columnas de las Cruces donde se puede perder el tiempo con todo tipo de tapas a precios muy recomendables. Es imposible no encontrarlo. Recomiendo las huevas a la vinagreta, la berenjena con miel, el pescaito frito, pero también las humildes sardinas fritas o unas patatas guisadas.

Información

Era un local cutre, ligeramente hundido en el suelo de la calle secundaria del centro de la ciudad y con aspecto de bar. Su barra era larga pero vieja y sólo un hombre con traje gris se apoyaba en ella junto a un vaso ya vacío de vino de polvos. Entramos con precaución, como se entra en estos sitios en donde sabes que te estás jugando la vida y miramos a los ojos del camarero con cuidado de no dañarle la autoestima, porque el local era de todo menos de lo anunciado en el cartel.
Dos trozos secos de tortilla esperaban un alma caritativa a ser retirados del plato escondido tras una vitrina manchada de polvo y humedad. Nunca hubiera permitido que mis amigos la probaran, pero si mis enemigos.
El calendario de la pared nos indicó claramente que no nos estábamos equivocando. Marcaba un año imposible.
--¿Es aquí donde se traspasa información entre partidos?
Los dos hombres del local me miraron con cara de sueño o de alcohol, pero sólo el camarero me contestó y con desgana
-- ¿Mandeeeé?

5.6.07

Biel

Después de la ubicuidad viene la calma. Hasta los dioses dimiten, hasta los dioses mienten cuando dimiten.
Querido José Ángel, en la precampaña salías rodeado de todo un plano de metro que asustaba. Yo me acojoné (del verbo coger con fuerza y me agarré a mi piso para que no temblara cuando le hicieran los ahujeros) porque vi que nos quedábamos sin romanos por mucho que tú dijiste con sabiduría de profesor que más romanos hay en Roma y también hay metro.
No si si tú has viajado a Roma y si lo has hecho si has viajado en metro, Yo te juro que no quiero el metro de Roma en mi ciudad. El de Madrid o el de Londres me lo pensaría, pero los apretujones del de Roma no. Y sabes porqué ¿pues porque hay muy pocas líneas, con frecuencias largas y a los viajeros los meten a empujones (como en Tokio) los guardas de seguridad.
Pero yo te pregunto una cosa, ahora que ya se que tienes las Consejerías del nuevo Gobierno asignadas, incluso sin haber abierto la boca ni tú ni los otros, y luego hablaremos todos de transparencia.
¿Porqué no has dimitido de Diputado en vez de Portavoz de la Oposición en el Ayuntamiento de Zaragoza y seguías defendiendo tu metro?
¿Habías explicado alguna vez que no ibas a ser ubicuo?
Estas Elecciones últimas van a pasar a la historia por ser las primeras en las que todos pierden. Igual es una enfermedad nueva.