16.9.08

La aseguradora americana AIG y el capitalismo salvaje

Sobre capitalismo salvaje como el paisaje de arriba, sabemos algo los que en los años 70 leíamos a los prohibidos. Pero ahora nos enseña otros dientes más afilados y curiosos.
La aseguradora americana AIG cotizaba en Bolsa sus acciones (a finales de 2007) a 58,30 dólares. Hoy se han llegado a pagar a 1,25 dólares la acción.
Y luego dicen que los pisos van a bajar de precio. ¡Mecachisla!
Imaginemos a familias con acciones de Bolsa como el que invertía en telefónicas en aquellos años en blanco y negro. Si tenía 1000 acciones ha perdido 57.000 dólares en 8 meses. Ha perdido el 97% de su dinero ahorrado.
Y encima los bancos nos intentan comer el coco diciendo que hay que tener los ahorros seguros en cuentas que ellos emplean para invertir en bolsa. ¡Mecachisla!
Pero lo curioso es que al no valer nada, quien quiera puede hacerse con ella, claro que es cierto, nadie es capaz de comprar algo que esta en quiebra. Pero por darse el gustazo ¿no?.
La aseguradora AIG tiene más de 100.000 empleados, y digo yo, si lo que necesita antes del miércoles son 20.000 millones de dólares, con que cada empleado ponga de su bolsillo 200.000 dólares la salvan de la quiebra.
Ya, que no caía, que no todos tienen 200.000 dólares para tirarlos, si el problema es que la empresa debe mucho más de lo que cuesta.
Pues nos vamos a joder con otro susto, me temo.
Creo que quien más va a perder es la familia de los 58.000 dólares. Me temo. Y los currantes, claro.

La velocidad del cambio

Tú, yo, todos nosotros tenemos una esperanza de vida estimada en más de dos siglos. Y esto siendo conservador en lo que todavía nos espera.
Nunca ninguna otra generación en la historia de la humanidad ha vivido tantos años reales, si nos abstraemos del tiempo, algo que realmente es muy relativo como sabemos.
Cuando yo nací en el pueblo de mi padre no había luz eléctrica ni agua corriente. En cincuenta años de los de calendario antiguo, en el mismo pueblo hay un foro de Internet propio, se ven más de 50 canales de televisión digital, los ancianos viajan a otros países una vez al año y compran en un centro comercial de 20.000 metros cuadrados alejado 30 minutos en coche, mucho menor que la hora y media que costaba entonces ir en carro al pueblo de al lado para comprar tabaco.
Por los 50 años de calendario han pasado más de 200 años de cambios, de tecnología, de comodidades, de innovación.
Hemos vivido a una velocidad muy rápida esos 200 años, tanto, que nos parecen menos de 50.
¿Hemos sabido dotarnos de oasis para respirar o estamos condenados a marearnos?, ¿hasta donde nos llevará en los próximos años el cambio del cambio? ¿han cambiado a la misma velocidad los sistemas sociales, económicos, educativos?

La fluoxetina no cura las depresiones leves

La fluoxetina no cura, sólo ayuda a mantenernos en situación de prevengan. Cuando entramos en depresión, toda la maquinaria de la farmacia, desde el Prozac a otras marcas de fluoxetina, no hacen sino mantenernos igual, que puede que no sea poco, pero que no es suficiente.

Es verdad que sube la serotonina, pero nuestra manera de pensar, de enfrentarnos a la vida en muchos casos, si no cambian otros condicionantes de nuestras vidas, no cambian y no consiguen curarnos del todo.

¿Qué es curarse una depresión? ¿pero tenemos depresión?

Pues debería ser como en todo tipo de enfermedades, estar con la misma calidad de vida que antes de tener la enfermedad.

Pero en las depresiones es muy complicado volver a las situaciones anteriores a como se estaba al iniciar el proceso.

Creer solo en la medicación es un error. Como lo es y tremendo, dejar de tomar la medicación.
Debemos seguir tomando fluoxetina tal y como nos lo indica nuestro profesional médico, pero también debemos analizar nuestras vidas, ver qué podemos cambiar de aquello que nos duele y afrontar el reto de vida como un camino nuevo que debemos recorrer con calidad de vida.

Mucho cuidado con mis palabras. Si usted tiene una depresión severa, importante, entonces no lo dude, si le han recetado la fluoxetina debe tomarla y es una medicación perfecta, pero mucho más importante es acudir a un profesional médico.

Pero si tiene una depresión media o leve, piense en su vida, en el amor que le espera, en su familia, en su libertad, y tome decisiones acertadas.