22.9.08

El sueldo de los políticos y sus consecuencias

Uno, que ha vivido siempre y solo de su sueldo de Artes Gráficas sabe perfectamente lo que cuesta ganarse la vida trabajando.
Pero está harto de escuchar, de leer que los políticos ganan mucho sueldo, que no se ganan lo que cobran, que es un robo lo que se les paga.
Mentira intencionada y maliciosa, fruto de mentes sin información. Con perdón.
Una princesa puede cobrar de una empresa privada 200.000 euros anuales, muchísimo más que nuestro Presidente del Gobierno, y además tiene una paga como "hija" y unos gastos pagados.
En este país los políticos cobran POCO sueldo, mucho menos del que cobrarían todos ellos en la empresa privada.
El grave problema de esto, es que las mejores personas, los mejores profesionales de cada sector NO entran en política, se dedican a trabajar en empresas o labores privadas, en donde ganan más y tienen menos problemas.
Un abogado, un economista gana más en su trabajo libre que de político, sea con el cargo que sea.
Y además el que se pague tan poco sueldo, convierte la política en lugar a donde solo entran funcionarios de carrera, con el consiguiente empobrecimiento de la política por la falta de representatividad de todos los sectores sociales.
¿Somos conscientes de que la política es la que hace posible que la sanidad, la educación, las pensiones, la seguridad, las obras públicas o el empleo sea de una forma o de otra, nos afecten a cada uno de nosotros de una forma o de otra?
¿Seguimos pensando que la política es solo cosa de otros?

John Malkovich es un actor con mayúsculas

John Malkovich es un ACTOR con mayúsculas, un animal del escenario que lleva en la sangre el actuar con esfuerzo.

Una de las primeras veces que fui a Londres vi en un teatro del centro de la ciudad —pero un local muy normalito— anunciado como actor a John Malkovich, y yo dudé de que en realidad fuera él quien actuaba en aquel local que entendía pequeño para su importancia.

Y sí, era John Malkovich en una obra de teatro, porque es un actor incapaz de estar parado, viviendo de sus rentas del cine.

En estos días ha estado en San Sebastián, ha concedido entrevistas y ha recibido aplausos. Me quedo con su frase de titular.

"Todos llevamos un idiota dentro que va creciendo y prosperando"

21.9.08

Las campañas electorales y los eslogan cortos


El candidato John McCain de EEUU publicó un vídeo en 2008 sacando los colores a Barak Obama por decir que se va a reunir con Hugo Chavez. 

"Soy John McCain y apruebo este mensaje", concluyendo: "En noviembre, tú decides", termina diciendo el republicano al dirigirse a sus votantes. 

Este "Tú decides" me resulta familiar, y aunque me trae malos recuerdos por unos resultados malos, creo que era una buena frase, un buen eslogan que debía haber tenido mejores resultados. 

Es cierto que un mensaje corto, en si mismo, no es nada, no es todo, pero puede ayudar, es necesario para embalar el contenido. Es casi como un grito de aviso, de llamada, de personalidad.

En una campaña electoral, una frase corta sirve para mover al elector, para enmarcar el mensaje más completo; y recurrir al "Tú decides" es un acto de libertad que entregas, de responsabilidad que reconoces, de reconocimiento hacia la figura del elector. 

Lo cierto es que siempre son los electores quienes crean política sin ellos saberlo, los que cada pocos años examinan a los partidos políticos y los aprueban o les suspenden, dándoles poder y dinero o negándoselo. 

El poder del "Tú decides" va mucho más allá que el de procurar gobiernos, pues afecta también a que unas fuerzas políticas vivan o mueran.

Y sin ninguna duda, todos los partidos políticos apuestas por frases cortas, efectistas, fáciles de recordar, que "digan" y hablen de ellos con dos a lo sumo tres palabras.

20.9.08

La economía no se compra, se arregla.

Todo el barullo que se está montando actualmente con la economía se puede resumir en una tonta frase: Mi perro se porta muy bien, excepto cuando se porta mal.

Me encanta cuando los liberales hablan de mercados y de ofertas y demandas, y de curvas y rectas, y capital y trabajo, y largo plazo, y el sistema económico obviando a la mayor que todo el sistema se debe fundamentar no en si mismo, si no en los que la conforman, usease nosotros, como consumidores y como productores.

Ahora mismo el liberalismo no ha fallado. No puede fallar. Sin una mínima y correcta intervención pública sabemos, y ya tenemos experiencia, que desemboca en descalabro. Pero aun así el liberalismo no puede fallar, por que la crisis es cíclica y ya se podía vaticinar. ¿No es absurdo?

En unos años, cuando pase esta crisis, los liberales nos dirán: Ven, ya paso, si es que el liberalismo se arregla a si mismo. Es una teoría política tan valida como cualquier otra.
Y seguirán hablando de Adam Smith como si siguiéramos en el panorama socio-económico de 1776, y se llenaran la boca con la libertad, y el individualismo.
Y, hombre, si tomamos el liberalismo en el largo plazo como, “la actuación de los individuos” como tal, tienen razón. Y es que no hay nadie más que nos pueda salvar.

Ayer subieron mucho las bolsas. Inyectaron mucho dinero en la economía, y subieron las bolsas. Pero el problema sigue estando. Si por un casual mañana mismo se arreglaran los bancos y todo volviera a la normalidad, esa normalidad nos llevaría de nuevo al descalabro.
Y es que hay que diferenciar un bache económico, (un ciclo en recesión, que como en todo aspecto socio-cultural, seguirá estando, provisto por el miedo, o por ciclos de inversión, o por un estancamiento económico, etc), de una crisis provista por el mal funcionamiento del sistema.

En ese caso, cuando lo que ha fallado no es meramente cíclico, sino una política financiera agotadora (dar dinero de cualquier manera, fomentar el endeudamiento, la deuda externa, no controlar minimamente los precios de artículos básicos, como las viviendas…), entonces no se puede comprar a la economía. No se puede inyectar dinero en los bancos y esperar que todo se resuelva solo, porque a medio plazo, seguimos estando en las mismas.
Hay que solventar los fallos económicos que tengamos, y dejarse de obviarlos solo por que “si pasa algo se arreglará solo”. Por que no se arregla solo, se arregla con el esfuerzo de todos.


Y que se acabe ya el timo de "la mano invisible", que cansa bastante.
Saludos.