31.1.11

Primeros pasos para crear una empresa 1

Vamos a hablar un poco del autoempleo. Sólo algunas apreciaciones personales para añadir “de entrada”. El autoempleo es crear una empresa, una autoempresa propia que te de trabajo a ti. Sé que lo sabes, efectivamente, pero es bueno recordarlo y asumirlo como elemento principal. Se trata de crear una empresa, de ser
emprendedor, de pensar en los beneficios y en las inversiones, en que serás el dueño de tu propio puesto de trabajo.
Y lo digo porque asumiendo esto, se debe asumir lo que es una empresa y para qué sirve. Para lo bueno y lo malo. En este caso creamos una empresa con el objetivo aparente de darnos trabajo, pero en realidad si queremos darnos trabajo durante muchos meses y años, deberemos cumplir las condiciones que cumplen todas la empresas. Tendremos que ser empresarios aunque incluso nos moleste decirlo y asumirlo y comportarnos como tal. Si no te vez con la fuerza de ser empresario aunque sea de una empresa tan pequeña que sólo da trabajo a una persona, tú, no lo intentes.
El objetivo de TODA empresa es GANAR DINERO.
De todo tipo de empresas.
Lo que no quiere decir que sea un objetivo bastardo ni mucho menos. Pero si no se gana dinero no se puede mantener la vida de la empresa. No se trata de hacernos millonarios pues ese es el gran error del concepto “empresa” que todos tenemos. Ganar dinero no es terminar en un chalet tumbado a la bartola, mirando al sol. El sueldo que cobra una empresa para mantenerse —que es una persona jurídica, que no se nos olvide esto, es una “persona” con todo lo que esto conlleva—es el beneficio, al menos el aparente beneficio de esa empresa.
No hay que olvidar nunca tampoco que una cosa es tener beneficios contables, ganar dinero por encima de los gastos, y otra bien distinta es la rentabilidad de la empresa o incluso el reparto de esos beneficios. No es que estén discutidas las contabilidades y las realidades de caja, pero casi. Hay inversiones, amortizaciones, reinversiones, gastos financieros con complicado análisis, etc.
Y si asumimos que el objetivo principal de esa empresa —no de ti como empresario— es GANAR DINERO, sabremos que tenemos que tomar las medidas correctas para ese objetivo. El beneficio que obtengamos, de momento le pertenece a la empresa, pero nosotros seremos su intermediario ante la sociedad y ante los clientes, proveedores, colaboradores, bancos, etc. Así que esas medidas correctas las tenemos que tomar para “la empresa” y “su” beneficio.

-Tener una buena idea productiva, rentable, posible, sin excesiva competencia en tu nicho de mercado
-Hacer una inversión adaptada a la actividad y a las posibilidades personales
-Saber que durante al menos un año se pierde dinero y hay que aguantar
-Asumir que siempre vienen desencantos y miedos
-Que el activo más importante en este proceso es UNO MISMO
-Que todas las empresas (o casi) nacen por la idea y decisión de un EMPRESARIO, luego hay que convertirse en empresario al menos mentalmente
-Que ser empresario, aunque pequeñísimo, es una labor muy solitaria y que en todos estos procesos siempre viene muy bien contar con la compañía “de alguien”
-Saber analizar los mercados y aprender a vender. Siempre se vende, sean productos, ideas, capacidades, servicios. Vender, vender, vender.

Así que ya no te doy más la vara, porque lo principal de todo el proceso es el punto primero, y aquí si que se está sólo, demostrando ya desde el principio que la actividad de empresario es solitaria. Si sabes acertar con el punto primero de esa lista que se queda corta perno que no quiero asustar, si crees en tu proyecto y en tu idea, si crees que serás capaz y que el esfuerzo merece la pena, todo te vendrá rodado, los demás creerán en ese proyecto.
Y donde no crean los demás, tendrás que creer todavía más tú mismo.

30.1.11

No juegues a ser empresario si no estás seguro

Hay estudios para demostrar casi todo, es decir, bastaría conencargar el estudio y tener razón en lo que te propones. No es que no valgan los estudios para nada, que tampoco es eso, sino que debemos tomarlos con pinzas críticas y saber elegir, sobre todo a los autores. 

Muchos asesores no se prestan a las trampas y conocerlos es fundamental a la hora de creerles para recibir sus consejos. 

Uno puede estar de acuerdo o no con la opinión de alguien, pero si sabe que al menos es honrado, su opinión nos sirve para tenerla en cuenta aunque no la compartamos. La última decisión siempre es nuestra.

Si es un tipo que se presta al mejor postor hay que huir del apestado, pues todo sirve para él. Si vas a montar una empresa elige bien al asesor que te ayude a detectar si algo es negocio o un desastre, por eso casi es mejor que te equivoques tú mismo, al menos no te sentirás engañado.

En el mundo de la empresa hay muchas trampas, entenderlas es fundamental para saber defenderse en la competencia. 

No es que diga que todo es trampa, que no es eso; es peor, se mezclan las trampas con las verdades lo que hace que salga una mezcla imposible de digerir pues en medio de la mezcla hay verdades como puños que nos engañan y logran generar confianza. 

La habilidad está en saber separar el polvo de la paja, o casi mejor, lo legal de lo ilegal o alegal. De esto saben, intentar saber mucho los inspectores de Trabajo y de Hacienda, pues cada día los asesores son más listos y sabes escaparse de la línea recta del pago.

Si a las trampas para pagar menos le sumamos las trampas para tener el estudio que demuestra que lo que haces lo haces bien y por algo maravilloso aunque sea mentira de las gordas, ya has logrado creer que tendrás éxito aun a costa de hacerte trampas. 

Las trampas que más éxito tienen son las mas sencillas y aquellas que parece imposible que sean trampas. 

Os recuerdo el juego de los cubiletes en donde un tonto mueve la bolita de una manera tan burda que todo el mundo lo ve clarísimo. Incluso el pardillo que cae en la trampa. Curiosamente en cuanto pones los dineros encima de la bola, el tonto sin dejar de ser burdo te da el cambiazo y deja la bolita en otro cubilete. 

Acabas sin dinero pero además convencido de que el tonto eres tú. Si no estás seguro de saber dominar a los listos que se disfrazan de tontos, lo mejor es no jugar a ser empresario.

El Norte de África se nos rebela. ¿Queda muy lejos Túnez y Egipto?

El Norte de África se nos rebela, mecachisla, hartos de tener dictaduras de varios tipos. Civiles, militares y religiosas para que luego se quejen, que tienen hasta donde elegir. No les entiendo, si ya se habían acostumbrado a no tener libertad, para qué quieren ahora tener democracia con lo peligrosos
que resulta llevarles la contraria a los integristas del tipo que se quiera. En realidad entre un militar subido a un tanque y con ganas de joder y un cura con la Biblia o el Corán en la mano deseoso de tener razón si o si, no hay tanta diferencia. Incluso diría más, tampoco se diferencian mucho los civiles con escuela de Chicago en sus diplomas y ganas de apoderarse de los beneficios de una zona del mundo muy sensible a joderse. Tan malo son los laboratorios neoliberales como los militares con estudios occidentales de cómo joder matando lo justo.
Hoy han entrado a saco en el Museo de El Cairo, jodiendo vitrinas y piezas que les pertenecen a la humanidad y no a los egipcios por mucho que ellos no piensen lo mismo. Es triste para mi, así que no digo nada para los egipcios de bien que ven destrozarse su pasado a manos de imbéciles que creen defender la libertad de romper. Así da igual qué es lo que al final queda en el Norte de África, pues si se pisotean los derechos más elementales, da igual lo que sucede al final. La sociedad necesita formación, todas las sociedades, y aquí si que tenemos que sentirnos culpables todos, pues entre tanta televisión basura y tanta crítica venosa entre comentaristas que cobran por gritar, hemos conseguido una sociedad vacía y muy cabreada. ¿A que distancia nos queda Túnez y Egipto?, nada, es por preguntar.

Marcelino Iglesias debería ser el hombre tapado del PSOE, y no Rubalcaba

Este fin de semana el PSOE de Iglesias ha dado el pistoletazo de salida a la Campaña Electoral desde Zaragoza que les llevará al ostracismo en mayo, perdiendo gran parte del poder territorial de esta España que suda tinta para salir de la crisis.
Le queda poco más de un año el PSOE para intentar que la debacle no sea brutal y logren salvar algunos muebles importantes. Llámese Andalucía, Castilla la Mancha,
Extremadura o Aragón. Lo tiene fastidiado porque la crisis se empeña en no querer soltar lastre y las estadísticas se ufanan en demostrarnos que las cosas pintan bastos, que el paro no baja, que las Cajas de Ahorro están jodidas, que seguimos más endeudados de lo que deberíamos.
A mi Rubalcaba no me gusta como no me gusta que Zapatero sabiendo que va a perder no se presente a las elecciones generales del 2012. Creo que es un error que él no comande la derrota y se lleve todas las piedras del camino en vez de un Rubalcaba que poco ha hecho por este horror de errores. Pero la política es así y tiene esos precios. Para perder veo mejor a Marcelino Iglesias, con perdón, que como es nuevo puede resurgir de sus propias cenizas, pero bueno, ellos sabrán. Rubalcaba es el gran hombre de los dosier que ya le preparan los de El Mundo para fastidiarle. De no ser nombrado el “sustituto” sería un gran palo para la derecha cavernícola y sus medios afines. ¿Qué tendrían que inventar contra Iglesias si fuera el elegido?, lo tendrían realmente jorobado pues Marcelino es sobre todo un hombre limpio al que no se le puede señalar si acaso por su carácter blando por fuera y tenaz por dentro. Es el clásico hombre gris que también viene para periodos convulsos y revueltos. Se lo están perdiendo los del PSOE de Madrid, allá ellos.