20.11.11

Estamos cansados de no hacer nada. Estamos quemados

Las personas acuden cansadas a votar, con pocos deseos de participar del cambio, con la dejadez más bien del "ya basta" sin calibrar bien si su elección es la que se necesita, tal vez por saber que ninguna es milagrosa e incluso ni buena.

Hemos logrado destronar el desencanto, pues para estarlo, antes, hay que estar embutido en el encanto, en la creencia, en la ilusión por algo. La ilusión por la política la perdimos hace ya un par de décadas, lo que supone que muchos de los actuales votantes no la han tenido nunca. Ahora casi toca el asco, la tristeza, la mala gana, la huida. Y eso es complicado de asumir, pues tras esto yo ya no sé, qué puede venir después que sea peor. Tal vez el suicidio social.

Mal resultado para la izquierda española; por culpa de la izquierda

En los colegios electorales visitados los apoderados del PP casi triplicaban a los del PSOE ya derrotados antes de empezar el recuento. Lo malo es la poca sal, la escasa potencia que queda tras la derrota, la necesidad de volver e edificar esperanza o ilusión en un proyecto hoy herido, tal vez por errores personales de quien no supo formar equipos serios a su alrededor.

No me gusta perder, pero menos detectar la derrota antes de tiempo, notar el olor a final anticipado. Es triste y doloroso anticiparse al hundimiento, y eso es lo que ha marcado una campaña socialista mala e insulsa, poco profesional y no dirigida a ganar sino a perder por lo menos posible, y que no han contado con el factor sorpresa ni con el golpe contundente que obligara al contrincante a destapar un poco su defensa.

Ahora es tiempo de peones, de soldados que vuelvan a edificar las trincheras, la intendencia, la sanidad mal tratada de unos socialistas que han huido antes de ver el barco hundirse. Duro camino para ser recorrido sin generales contundentes y sólidos, muy respetados dentro y fuera de sus cuarteles de invierno.

19.11.11

Mariano Rajoy recomienda que no reflexionemos

El genial Postigo editorializa hoy sobre los deseos claros de Mariano Rajoy, para que nadie reflexiones en el día de tranquilidad, de reflexión y calma. Que vayamos a votar sin reflexionar, pues ahora no toca pensar mucho. Posiblemente le daremos la razón a Mariano Rajoy, pues nos gusta lo nuevo, lo diferente. Aunque también es cierto que conociendo lo gastado, lo asumido y caduco, no es fácil dejarse llevar sin mover el pensamiento de sitio.

Posible vacuna israelí contra los cánceres no avanzados

Una empresa israelí de nombre Vaxil BioTherapeutics ha creado una revolucionaria vacuna llamada ImMucin, que todavía no se comercializa y que si funciona como dice la empresa, podría ser el arma más eficaz hasta la fecha para tratar hasta el 90% de los cánceres.

Según la empresa, ImMucin funciona enseñándole a nuestro sistema inmunológico a detectar y destruir células que contengan una molécula llamada MUC1, molécula que por lo general solo se encuentra en las células cancerígenas del 90% de todos los tipos de cáncer conocidos, incluyendo cáncer de próstata y de seno.

Más asombroso aun, es que esta vacuna funciona más bien como una medicina tradicional, en el sentido que puede ser administrada a pacientes que ya tengan cáncer. La idea es administrar a ImMucin en las primeras etapas de cáncer, y después administrar recurrentemente cada ciertos meses. Según Vaxil, ImMucin no solo combate el cáncer, sino que de paso evita que vuelva a brotar en el paciente si se administra en dosis recurrentes.

Para el cáncer más avanzado, todavía se recomiendan terapias tradicionales como la quimioterapia y radioterapia, sin embargo con esta medicina sería bastante difícil llegar a tener un cáncer avanzado en el 90% de los casos, siempre y cuando se detecte el cáncer en una etapa relativamente temprana. La vacuna actualmente está en una etapa avanzada de pruebas ("Fase 3" en terminología médica) en el Hadassah University Medical Center de Jerusalem, y de todo proseguir positivo (como se espera), la vacuna estaría disponible comercialmente en 6 años en todo el mundo.