9.12.13

Leche de oveja para niños y enfermos


Dicen que la leche de oveja es muy buena para niños y enfermos. Más hace décadas que ahora, que ya tenemos complementos nutricionales si hicieran falta y con control médico. Pero todavía se pueden ver algunos anuncios en cerámica por calles de las grandes ciudades, decorando antiguas farmacias o tiendas de alimentación en donde se anunciaba la leche de oveja. Este anuncio es de Madrid.

Hemos roto un Ángel. ¿Y ahora qué hago?

En mi casa hemos roto un ángel. De casualidad, pero lo hemos roto. ¿Sigue Dios fabricando ángeles voladores y buenos? Es que lo grave de esto ha sido verlo en el suelo, roto y mirándonos como llorando. Al cogerlo lo hemos entendido.

Simplemente se le han roto las alas. El ángel seguía igual, pero sin alas. Y un ángel sin alas ya no es ángel. Es hermoso pero ya no es capaz de cuidarnos, de vigilar que no entre el demonio, de estar en todas las partes y en ninguna. Lo más débil de un ángel son sus alas. Precisamente lo que les separa de ser hombres a ser ángeles.

El gran valor de una coma. Tú decides

El gran valor de una coma a la hora de decidir si te rindes o no te rindes. Tú decides.

8.12.13

Los blog ya no sirven para nada. Por eso sigo escribiendo

Los blog ya no sirven para nada. Por eso los mantengo funcionando. Soy masoca. Los blog que se precien se han convertido en revistas digitales y se sustentan con varias firmas que escriben de un tema muy concreto. 

Repito. Un tema. Varios editores.

El resto somos sedientos por el desierto en busca de sombra. Aunque si sumo visitas no me quejo, pero nos quedan cuatro telediarios. Vamos perdiendo agua como los grifos viejos.

Nuestros lectores anteriores, flojos y despistados, se nos han ido a las redes sociales en busca de escribir fácil y leer poco. Eran el maná de los blog del montón que ahora vemos que ya no se le lee como antes. No busquéis remedio, no lo hay. Bueno, nunca se sabe, igual Twitter peta y vuelven, que va a ser que no.

Si os gusta escribir mantener el blog. Siempre lo podrás leer mientras lo escribes. Si solo te gusta leer y seguir a quien escribe apúntate a Facebook o a Twitter y disfruta sin esfuerzo. Allí todo es más fácil.