7.3.14

Nuestra capacidad de auto engañarnos aumenta según las necesidades

Decía alguien que no merece la pena ser rico pues al final no puedes comer más gambas que un pobre al tener el estómago igual de grande en ambos. El cerebro no, claro. Aunque ahora hay un anuncio donde un jilipollas joven se compra un coche Mercedes pero no tiene carnet de conducir. Lo compra para fardar de tenerlo. Tampoco tiene cerebro. Somos animales de engañar y engañarnos, cuanto más nos engañan, más deseos tenemos para engañar, pero es posible que los que nos rodeen sean más listos y no traguen con la trampa. Creo que nuestra capacidad de auto engañarnos tiene el tamaño justo de lo que necesitamos. Si necesitamos estar muy engañados va aumentando hasta ocupar todo nuestro pensamiento. Si no lo dominamos, nos domina.

5.3.14

Sabemos el precio de algunas brujerías y son baratos

Ya tenemos algunos precios de la brujería, algo que siempre nos había parecido escondido y complicado de entender. Hacer un equilibrio energético o una equilibración energética que es como ellos lo llaman cuesta solo 5 euros. Barato y sencillo aunque en realidad son solo 5 minutos. En tan poco tiempo te equilibran la energía y a volar otra vez.

¿Tienen problemas con alguna atadura mental, moral física? Aquí ya el precio nos ha aumentado pues nos vamos a los 10 euros. Claro que si por 10 euros logran hacerte olvidar de tus problemas, de esas ataduras con alguna persona tóxica o alguna sensación que te está martilleando los sesos, los 10 euros no son nada.

No, efectivamente, no hay garantía ni se devuelve el dinero si las ataduras siguen o si el equilibrio energético no se ha normalizado. Es lo malo del invento de la brujería.

Si somos seres humanos deberíamos comportarnos como seres humanos

Tras no saber nunca si un espermatozoide es un ser humano, nos esforzamos en no dejar que sean seres humanos los que intentan escapar de África. Nuestra forma de medir las consecuencias las mezclamos con la religión cuando nos apetece o con la economía cuando nos da la real gana. Lo cierto es que o tratamos como seres humanos a los vivos o no tenemos justicia para hablar sobre el momento en que el espermatozoide se convierte en ser humano.
—Necesito alimento y medicinas. No me dejen morir, señor
—Demasiado tarde, chaval. Ya has nacido.

4.3.14

Mi begonia está deformada por las largas sombras del invierno

Me han entrado deseos de fotografiar flores, pequeños milagros que han soportado bien el invierno y ahora se apresuran a quedar olvidadas por otras más hermosas y grandes. 

Una blanca begonia levanta el tallo tras estar varios meses luchando por la luz escasa. Ahora está desvirtuada, mal encarada, deformada por el invierno gris. Pero es la única flor que tengo a mano. Queda como una flor mentirosa pues se ha escapado de su obligación de ser recogida, rodeada de verdes hojas redondas. Es la supervivencia. Me da pena tirarla pues se merece sobrevivir tras tantos días aguantando frío y sombra.