15.5.14

No nos importa tu camino recorrido. Solo nos importa tu resultado

Dijo Indira Ghandi: “El mundo exige resultados. No nos cuentes tus dolores del parto, enséñanos al niño”.

Es tan básico que parece ilógico tomar otro camino. No nos expliques lo que te cuesta una innovación, un trabajo, poner en marcha una idea, el camino hasta el triunfo o el fracaso. No nos importa excepto que estemos deseosos en aprender de tu éxito o fracaso. Lo que le importa a la sociedad es el resultado final.

Te valoraremos por el producto y no por el camino recorrido. Luego es tal vez posible que nos interese el camino, pero solo si antes nos ha sorprendido tu éxito, tu innovación, el resultado de tu gran trabajo. Tu vales lo que vale tu trabajo, no lo que costó lograr la meta.

Aprender a motivarnos para ser personalmente más felices

Todos necesitamos estar motivados ante la vida pues de no ser así cualquier tropiezo nos parecerá un grave problema. Pero también es cierto que nuestra sociedad no pone fácil estar motivados todos los días y parecemos vivir en una sociedad del agotamiento, del cansancio crónico.

Normalmente crece el número de personas que sufren estrés, apatía, aburrimiento, depresión y ansiedad. Pero todos estos síntomas se retroalimentan hasta convertirse en enfermedad, logran crecer dentro de nosotros y no podemos vencerlos. Nos dominan en vez de lograr dominarlos.

No es lo mismo tener depresión o ansiedad que tener un día o unos días muy flojos, con desidia y pocas ganas de hacer nada. Es normal en estos tiempos tener un trabajo que no nos complace, que la desidia laboral nos inunde, que nos estamos preguntando constantemente si no sería mejor intentar el cambio.

Efectivamente la respuesta es SI, a veces hay que cambiar de trabajo. Muchas veces solo hay dos soluciones. O cambiamos de empresa o cambiamos de actitud con respecto al trabajo que realizamos. Estar en un desasosiego constante es muy malo para nuestra salud. 

Hay que intentar tener tiempo libre y emplearlo en calidaden aquello que nos guste de verdad. Incluso cuando leemos o vemos la televisión hay que saber elegir qué vemos. Encendemos la televisión muchas veces siempre con el mismo canal, pero hay decenas de ellos con unas programaciones variadas. Atrevámonos a cambiar, a buscar alternativas. Si nos gusta leer, cambiemos del tipo de lectura, busquemos algo totalmente destino y probemos.

No es bueno que ante la vida nos sintamos que llevamos encima una gran cruz camino de un calvario ficticio que nadie nos ha programado y que además no sabemos hacia donde va. No es necesario llevar ningún peso extra encima, pues eso nos hace sufrir para nada.

Hay que dedicar mucho más tiempo a lo positivo que a lo negativo. Esto es muy fácil de lograr. Sí, he dicho muy sencillo de lograr. Cuanto te ataque un sentimiento o pensamiento negativo, dile que NO, respóndete tú mismo que NO, que ahora no es momento de ponerte a pensar en eso. Elije en qué quieren pensar. Si separas los pensamientos negativos del resto estás haciendo algo fundamental, aprendes a separarlos, que eso no siempre sabemos hacerlo bien.

Si te separas de lo que negativamente piensas, verás como lograr separar lo que vives entre positivo y negativo. Normalmente vivimos como pensamos, y pensar SI podemos elegirlo.

Busca nuevas metas personales, ilusiónate con algo novedoso, habla solo de palabras y acciones positivas, aguanta el dolor y no lo digas y nunca “lo vendas” a los que te rodean, disfruta más de las pequeñas cosas, utiliza mejor tu tiempo, aprende a saber hacia donde quieres ir.

Qué se podría hacer para que las campañas electorales fueran lógicas y modernas

Las campañas electorales que emplean en España los partidos políticos actuales están agotadas. Todo tipo de actos son prehistóricos y nos vemos incapaces de adaptarlos a lo que hoy se necesitaría.

Salir a la calle y poner mesas, atriles para soltar discursos absurdos o repartir propaganda y hacerse una foto ante la reclamación de un problema es lo más absurdo que se puede dar en esta España del siglo XXI. Como poner carteles en las farolas o en las carreteras de pueblo, regalar caramelos con el envoltorio lleno de logotipos o dar bolígrafos baratos de plástico. Acudir a mercadillos, dar una vuelta por los barrios, disfrazarse de enfermera o inaugurar media docena de árboles son idioteces que se siguen intentando repetir.

La imagen que dejo ha dado varias veces la vuelta por internet. Es un mitin de un partido político al que acuden tres personas. Esta imagen se podría repetir en varios lugares, si no con tres si con 12 personas, todas además militantes del mismo partido que habla, leyendo sobre una tarima.

Hoy Cañete y Valenciano nos aburrirán con los que NO van a decir

Hoy hablan o discuten en televisión los dos candidatos aburridos a Europa en representación del bipartidismo. Un Cañete y una Valenciano tan distintos que cualquiera de ambos puede quedar hecho un trapo por equivocaciones propias. La gente que escuche el programa nos indicará lo poco que importa Europa y mucho más estas dos personas sosas y apagadas, incapaces a priori de desgranar nada interesante.

Si yo gobernara en el PSOE no hubiera permitido un debate solo a dos, pero ellos están anclados en el bipartidismo más profesional, en la ETT de una máquina de querer estar siempre en primera línea del trabajo político, que está bien si se tiene una visión más amplia de lo que necesita el país, España.

Será interesante ver el programa para observar de que NO hablan estas dos estatuas políticas, que sobre todo tienen mucha profesionalidad en hablar para no decir nada. Eso si, Cañete sabrá sacar sonrisas y ser ácido, pues en eso es muy hábil.

Viñeta de Postigo para El Periódico de Aragón.