7.8.14

Los políticos somos incompetentes y muy mediocres. Pero no lo sabemos

Que los políticos somos unos incompetentes no hay duda; que seamos ladrones si que la hay pues la inmensa mayoría nunca hemos tocado nada que no fuera nuestro. Pero ser honrados no es suficiente para mantener la responsabilidad. Aunque hay que reconocer que la inmensa mayoría (otra vez inmensa) seguimos en puestos políticos por que no hay otros mejores. Somos mediocres pero nos mantenemos pues nadie con excelencia curricular quiere ser político. Ni cobrando ni gratis. 

Así que ahora han aparecido los desconocidos de Podemos, y los ciudadanos van locos por meterse en sus "círculos" sin saber bien si son galgos o podencos. Al menos dan la sensación de novedad y de no ser unos incompetentes. 

La mediocridad se asentó en la política por culpa de la izquierda que no supo plantear la importancia de la figura política desde el respeto. Los progresistas creímos siempre que exigir respeto iba en contra de la libertad y era una forma de manipulación y control social. Confundimos el cargo con la persona. Pensamos que exigir responsabilidad y excelencia era una forma de seleccionar a las personas que se iban a dedicar a la política, sin darnos cuenta que la obligación es exigir respeto y calidad humana "por el cargo y del cargo" no de la persona y por la persona.

Nos debe importar muy poco la persona del político, pero deberíamos haber cuidado al máximo el cargo representativo. Rita Barberá en Valencia firma sus bandos municipales con su nombre bien grande y en la primera línea. Para ella lo de menos es el cargo, lo de más quien lo ocupa. Su ejemplo es habitual, aunque no con el mismo descaro. Y esa es la vieja política, casi de la Edad Media, que debemos desterrar por mediocre e incompetente. La que sirve para que no se respete al cargo y tampoco a quien lo representa.

6.8.14

No importa el tamaño del mercado al que te diriges, sino la capacidad de la novedad

Si yo escribo sobre lo humano o lo divino me estoy dirigiendo a unos 500 millones de potenciales lectores. Si escribo sobre La Seo de Zaragoza a medio millón. Unas 1.000 veces menos de posibles "clientes" en mis blog. Pero curiosamente cuando hablo de Zaragoza tengo unas cuatro veces más lectores que cuando hablo de cualquier otro tema generalista. Es decir, lo cercano prima, mola, es donde menos competencia en blog tengo. Bien si somos capaces de entender este asunto a la hora de crear negocio, que no es mi caso.

Esto de los blog e internet es curioso pues las televisiones locales han tenido que cerrar y los periódicos que son solo locales funcionan en ciudades muy pequeñas pero no en ciudades grandes, donde parece que los lectores solo buscan noticias nacionales o que afectan a lo grande, a muchos.

Los nichos de clientes son buscados con ahínco por los que se dedican al marketing productivo, a las ganancias en las inversiones novedosas. Pero a veces el éxito se da en los nichos pequeños pero poco saturados y no en los grandes mercados pero con enormes competencias. En el primer caso se permite ser mediocre, mientras que en el segundo solo es posible sobrevivir si eres el mejor o si entregas un producto excelente o con un valor añadido.

A la hora de invertir, sea dinero o tiempo, es importante que sepamos a qué nicho de mercado estamos accediendo, para planificar el negocio con arreglo a él. Pero aquí el tamaño no importa tanto, como la capacidad para ofrecer algo diferente aunque vaya dirigido a un mercado de tamaño pequeño.

La excelencia como camino del éxito, si se ha sido ético y honrado

Solo las personas de gran éxito son capaces de marcarnos el futuro, de dejarnos frases que se harán célebres, de pasar a la historia en más campos de los que en realidad les ha llevado al respeto y a la celebridad.

Si un gran músico o un investigador nos hablan de la filosofía social, sus frases quedarán entre nosotros como verdades añadidas a nuestra cultura, pero es muy posible que otras personas sin su misma fama puedan tener opiniones más claras o más novedosas. La falta de respeto y reconocimiento social les llevara a que sus frases nunca sean atendidas.

De esto se desprende que antes de crear cátedra debes ser respetado en algo, tener éxito en alguna actividad, pues a partir de este reconocimiento, te vendrán fácilmente añadidos otros muchos. Demuestra que eres muy bueno en algunas actividades, y conseguirás ser bueno en muchas otras. No es correcto esto, pero inevitablemente es así.

La excelencia es el camino que nos lleva a la meta, pero aquella excelencia que esté llena de ética, de aprendizaje, de esfuerzo, de ganas personales por alcanzarla con el debido respeto a todas las normas. Pues una vez alcanzada la excelencia serás mirado con detalle, antes de conseguir el respeto que da el éxito. No todos los que llegan a la meta del éxito consiguen el respeto social, y algunos lo pierden cuando nos enteramos de las tretas que han empleado para llegar o para mantenerse.

Para ser respetado, casi siempre, hay que trabajar duro en intentar la excelencia en tus labores.

5.8.14

Los españoles somos raros a la hora de decidir qué comprar

Los españoles somos raros a la hora de decidir, de comprar, de creer. Con el sondeo del CIS de este mes de julio 2014 vamos locos sacando a Podemos como si fuera una virgen de la lluvia. Lo curioso es que Podemos está sin hacer, es como una masa de panadero que tiene que fermentar y pasar por el horno. Pero sin ver su forma y menos su sabor ya lo estamos comprando en colas de círculos. Por otra parte valoramos con un 2,3 a Rajoy pero le aumentamos las posibilidades de votarlo, en un sin vivir de la ilógica. Reconocemos que es malo gobernando, pero no gusta que repita. Como masoquismo pero en plan sondeo de verano. Por otra parte el PSOE baja más y más pero nos avisa con descaro que no sirve, que las preguntas fueron antes de elegir a Pedro Sánchez y es cierto. ¿Pero lo españoles han visto alguna mejoría socialista desde que está Pedro, el chico de la sonrisa de plástico?
Los de IU siguen metiéndose con Podemos como si fueran sus enemigos, y UPyD está anonadada con su frenazo con marcha atrás.
-¿Qué hemos hecho nosotros mal, si no hacemos nada?-  se preguntan en UPyD. Y es verdad, todavía no hacen pero ya les castigan.
No hay donde elegir que sea válido, debemos pensar los españoles para comportarnos así, pero los que deben tomar medidas están que no se enteran. Si yo hubiera sacado un 2,3 en mi elección para Presidente de mi escalera, dimito en el acto. Pablo está que le tiemblan las canillas buscando a futuros ministros, mientras Pedro repasa su hemeroteca para ver cuantas veces ha dicho NO a trabajar juntos el PP y el PSOE.