El otoño es el barullo, casi la hecatombe, el no saber bien si estás viniendo, si ya has llegado, si queda algo después del frío. Es la parada para recapacitar y ponernos trascendentes para nada. Es el momento de repensar hacia donde seguimos empujando. Es el inicio. Es el pobre marrón que se ha comido a los verdes, pero siempre queda la luz y el sol para pensar que todo volverá a su color de siempre.
30.11.14
Ahora hay muchas personas haciendo cosas importantes ¿Eres tú una de ellas?
Esta pregunta nos la deberíamos hacer todos. Varias veces al día incluso. En estos momentos medio mundo es de día mientras que el otro medio duerme. Millones de personas están realizando asuntos importantes pero muchos estamos sin hacer nada provechoso. ¿A qué grupo quieres pertenecer tú?
29.11.14
El silencio de las personas es el peor síntoma
Hoy eran las “Marchas por la dignidad de un pueblo” como en plena dictadura franquista, como en los tiempos sin
democracia. Simplemente por la dignidad, por nos seguir perdiendo derechos, por
no tener más hambre.
Esta mujer porta un cartel duro, muy
duro. Ella no le tema a la represión de las fuerzas de seguridad del Estado,
ella a quien en verdad teme es al silencio del pueblo, a la dejadez de los
ciudadanos, a las personas ya hundidas.
Se pide poco, se pide pan, trabajo, una
vivienda, unos derechos básicos. No tenerlo supone un gran error de la
sociedad, del Estado, de todos nosotros. Pero sobre todo supone un peligro. Un
grave peligro. La tristeza nos está hundiendo como sociedad, entre los que
realmente lo están pasando muy mal y los que creen que esto es todo falso,
posturas, ganas de joder.
¿Es posible innovar en la educación?
Decíamos hace dos entradas que innovar es cambiar para mejorar. También en la educación se debe innovar, de forma sencilla, para mejorar a las personas, para mejorar los procesos educativos. Y en este proceso están ahora un gran número de profesores de todas las edades, buscando y aplicando nuevas técnicas o adaptando otras que no son tan nuevas pero que se habían orillado.
Cambiamos mucho las leyes educativas en España, pero se cambian menos los procedimientos, las herramientas, las formas. E incluso algunos cambios simplemente son retrocesos.
Todo evoluciona, las herramientas que tienen los niños y jóvenes son diferentes a las que tenían en sus hogares hace una década. Es obligatorio pues, que aun con los mismos contenidos, cambien las formas, se actualicen para que los alumnos la hagan suyas.
Entre todos los profesores y padres, hay que aprender fijándose en los trabajos de otros padres y profesores. No se trata de copiar, sino de aprender de las prácticas que consideremos oportunas para nuestra particular zona social. De todo el mundo interconectado se puede aprender y se debe compartir.
Los cambios son necesarios, más cuando sabemos que la calidad de la enseñanza actual hay que modificarla. Sin miedo, sin rupturas, pero trabajando por el cambio, por la adaptación de materias, de horarios, de formas, de contenidos actuales. Posiblemente no de forma líneas según materias, sino de manera que se pongan en valor más aquellas materias realmente importantes según la edad y que no es posible aprender en las horas ajenas a la escuela.
Nadie, ni profesores ni padres, pueden abstraerse de lo que rodean a los jóvenes y niños. Es imposible. Luego es inevitable y positivo adaptarse a la realidad actual y tras conocerla ver de aupar lo positivo y pulir lo negativo.
Hay que enseñar a trabajar más en equipo, diría que en equipos diversos más bien, con una adaptación constante a los grupos diferentes, a las técnicas distintas. Tan importante es conocer lo nuevo como trabajar con la suma del “todo”, lo viejo y lo nuevo, pues siempre hay elementos importantes en las técnicas anteriores, que se adaptan perfectamente a los nuevos tiempos.
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