13.5.15

Somos la izquierda desunida, pero estamos orgullosos

Hoy parece que tenemos verano pero las nubes nos convierten el cielo de la política de izquierdas en gris y apagado. La izquierda no ha sido capaz de presentarse unida porque no se respeta ella misma, porque tan pronto somos capaces de firmar y salir en la foto con un 1% de aumento salarial para 2015 y un 1,5% para el 2016 como de prometer lo mismo desde cuatro o cinco tribunas diferentes que además de mirarnos de reojo no nos atrevemos a decir en público que nos odiamos. Y siempre sin perder la sonrisa complaciente y seguir creyendo que somos de izquierda. Mientras tanto el PP hace SU revolución en un vídeo para robarnos hasta eso.

La derecha está contenta pues sabe que va a seguir gobernando y ganando, aunque ahora tengan que soportar de criados a los de Ciudadanos que los entretendrán con algunas gestiones menores y bonitas para taparles la boca. Eso si, las izquierdas volveremos a decir que es una vergüenza y saldremos en la foto todas unidas, pero siempre después de la hora de votar y nunca antes. Nos encanta la unión una vez que ya nos hemos asegurado la parcelica de poder pequeñico, porque la izquierda real se conforma con los corralicos, nunca con las grandes dehesas de poder.

Ser de izquierdas al final, es una pérdida de tiempo que se lleva dentro, que se sufre como ser de algunos equipos deportivos, en silencio y con rasmia. Siempre nos quedará echar la culpa al árbrito o al balón. Pero somos incapaces de hacer algo más por resolver los problemas de la sociedad, aunque los tengamos perfectamente señalados. Y somos incapaces porque nos falta lo básico, la amalgama que sea capaz de hacer equipos unidos que trabajen unidos. Si al menos nos uniéramos para decir que somos la izquierda desunida ya habríamos avanzado algo.

¿De verdad los mayores de 55 años no servimos para la política?


Albert Rivera de Ciudadanos
quiere -según él mismo ha dicho- que solo los españoles nacidos desde la democracia se dediquen a la nueva política, desechando a los mayores de 38 años por antiguos y llenos de prejuicios. Jope.

Se equivoca en un concepto básico, la experiencia es importante y el conocimiento acumulado si se sabe ordenar, un valor al menos de acompañamiento.  

Pensar que solo las generaciones de jóvenes están limpias de polvo y paja queda bien, pero las hay de todos los colores, como hay personas muy diversas entre los de mi generación a punto de jubilarse, muchos de nosotros corredores de grises por delante o por detrás.

La juventud es muy importante. Sobre todo para unirse en la construcción de su futuro. Sobre todo para crear equipos en igualdad de posibilidades con todos los que forman la sociedad. 

Pensar que los mayores de 55 años son unos inválidos políticos es la misma tontería que pensar que lo son los que no han viajado a países extranjeros. Si hay que poner barreras a la actividad social pongámoslas. 

Quien no tenga en su casa una biblioteca de al menos 200 libros leídos, que no se dedique a trabajar por los demás. 

Aunque lo lógico sería juzgar las capacidades de las personas ni por su edad ni por el número de páginas leídas, sino por la demostración de su valía ya demostrada.

Saturación negativa de actividad política constante y abusiva

Estoy detectando una saturación política excesiva, que suele suceder siempre que hay campañas electorales pero que esta vez me da la sensación, hemos superado en cantidad y sobre todo en el tiempo que las personas son capaces de prestar atención a algo concreto.

Han sido muchas semanas de precampaña electoral, son además al menos dos grandes fuerzas políticas nuevas en el tablero de los medios, son un deseo constante por reflejar o los cambios o todo lo contrario, que estos cambios no sirven, empleando más medios que hace unos años, o al menos cambiando estos medios por otros que producen más tics, más impulsos de atención.

Hace unos días decidía cambiar de estrategia en uno de mis blog para dar cabida a unas ideas políticas concretas. En los primeros días recibí de media unas 1.200 visitas día que eran el doble de lo habitual. En estos momentos estoy recibiendo sobre las 400, es decir he perdido un 50% de las que recibía antes de mi reforma. Es un síntoma de la sobre saturación, del agotamiento del lector.  

Esto de continuar así o incluso de aumentar en la próxima semana podría mover a una parte del electorado a la abstención activa, es decir a un aumento por asco del número de indecisos que al final dejan de serlo para convertirse en abstencionistas activos, en propagar entre sus cercanos que ya está bien.

Sobre todo si nos fijamos en los mensajes que todos mandamos, en muchos casos engañadores. Los Populares quieren ser sociales y revolucionarios e incluso he leído una promesa electoral de un socialista rural que asegura si es alcalde poder aumentar el caudal del río de su pueblo. Podemos reírnos o llorar, pero lo habitual es huir.