2.10.15

No es lo mismo grupos de trabajo que equipos de trabajo

Decía Alvin Toffler que en los tiempos en los que “la tierra” era la fuente de la riqueza entre personas, fue “la iglesia” quien se adueñó de esa fuente de poder. Que cuando la tierra dejó de ser el medio que medía la riqueza en las sociedades y pasó a tener importancia los “medios de producción” y “las industrias” fueron “los Estados” los que se apoderaron realmente aunque a veces escondidos, de controlar esos medios de producción.

Llevamos varias décadas cabalgando encima de una Tercera Ola de cambios. En algunos países llevan más años que en otros conociendo los cambios actuales, donde la globalización nos parece lo más visible. Pero la realidad es que en estos años es la “formación” y la “inteligencia social” la que está ocupando la fuente de riqueza entre personas y sociedades, tomando “las personas” el control del poder.

Claro que hoy este poder NO lo ocupan las personas elegidas a voleo. Se preocupan muy bien los poderes anteriores a que sea ocupado por personas elegidos por ellos desde poderes perfectamente controlados. Aunque sin duda, las personas y siempre a título individual, es la que en última instancia va tomando el poder real, asumiendo que estamos en la prehistoria de esta tercera ola de cambio.

Hemos pasado de “tener” grupos de trabajo, equipos de recursos humanos, como si fueran una posesión de la propia empresa, a disponer de mecanismos de trabajo en equipo, de conceptos novedosos de colaboración supraindividual, donde la persona toma el poder dentro de la organización, aunque el equipo sea la suma y el auténtico poder de actuación, pues representa la suma, la complementariedad necesaria.

Durante siglos los ejércitos eran simples sumas. Cuanto más soldados se tuvieran más posibilidades de ganar. Ahora los ejércitos son conjuntos, comandos, equipos, donde no tiene importancia el número de integrantes sino su calidad y formación, sus herramientas, su disponibilidad para complementarse entre ellos. Lo mismo sucede en las empresas nuevas, donde las horas de trabajo han pasado poco a poco de ser manuales o de máquinas, a ser horas de trabajo pensando. Cada día más, las máquinas de producción hacen más trabajos. Cada día es más necesario tener a personas inventando y optimizando procesos, atenciones, servicios, rentabilidades, formas nuevas.

El entorno es fundamental como siempre, pero ahora no dependemos del sol y la lluvia, sino de la complementariedad del compañero, de la velocidad con que acuden las nuevas ideas, de las maneras para repartir y compartir la formación, de la forma en que la inteligencia de uno es diferente a la del otro. Hay que aprender a gestionar la inteligencia. La tuya propia y la de todos los que forman tu equipo.

1.10.15

Encontrar compañía es muy sencillo. Depende sobre todo de tí

Son cuatro elementos en línea que se ayudan entre ellos. Sobre todo que interactúan y se necesitan. Una persona, un animal de compañía, un objeto, la naturaleza. Una mujer, un perro, una pelota, el mar.

La sensación es de juego, de paz, de calma, de contemplación, de sosiego. No sabemos anda de todos ellos, pero intuimos que están felices. El perro cuida de la persona, pero la persona sabe que sin ella el perro no podría sobrevivir igual de bien. El perro tiene el juguete de la pelota, la mujer el juguete del mar.

Ambos están atrapados por el sonido del agua al romper contra la orilla, simplemente necesitan eso y la compañía mutua. Poca cosa. Suficiente. La distancia al agua es grande, no buscan apoderarse del agua, pisarla, acercarse tanto como para mojarse. Sólo se conforman con el sonido.

Con saber que el mar está allí mismo. Es lo único que busca el perro. Saber que allí también está su amiga, su manada. Son compañías silenciosas, pero muy útiles, imprescindibles. Todos necesitamos sentirnos acompañados. Pero a veces sirve una pelota, el mar o un animal de compañía.

Siete 7 claves para formar equipos que funcionen bien

Formar un grupo de trabajo es sencillo. Que sea eficiente y busque la excelencia es muy complejo. Pero hay procedimientos para intentarlo con más capacidad de éxito. Uno más uno no son dos a la hora de ponerse a trabajar en una idea, son mucho más. Y eso es el fundamento de formar un equipo. Pero si algo falla, si se hace mal, uno más uno es mucho menos que uno.

 Los integrantes del equipo deben estar vinculados por algo. Si no existe vinculación, hay que crearla.

 Todos los integrantes deben ser honestos con el grupo. Y para ello hay que ser claros, tener una excelente comunicación, entenderse entre ellos, respetarse y complementarse en sus opciones de equipo.

 Es necesario que los integrantes del equipo sean por igual en varias cosas importantes de la vida. Por ejemplo en la madurez para asumir que todos son importantes, aunque sean muy diferentes. También en el concepto de que por encima de ellos está el equipo y el objetivo.
 Un equipo debe ser diverso, diferente entre ellos para que complementandose, puedan aportar diferentes acciones. Diferentes en género, en edad, en procedencia social, en formación, incluso en ideología social. Nunca hay que buscar los puntos de fricción dentro de esas diferencias, sino los puntos que sirven para complementarse en busca de los objetivos del proyecto.

 Un equipo debe sentirse unido a “algo”, sea una idea, un proyecto con unas metas claras, un negocio con futuro, la construcción de algo “importante”. El dinero NO une, pero el fracaso une todavía menos. En cambio un objetivo medido y visualizado SI une, aunque no produzca beneficios en el corto plazo.

 Un equipo debe tener una gran comunicación, una excelente forma de estar siempre comunicados, aunque la distancia física sea tremenda. La comunicación es el “pegamento” de un equipo. Sin duda mucho mejor que sea personal, pero toda comunicación, hoy, se puede complementar con técnicas diversas.

 Cuando se forma un equipo hay que dejar claro qué tipo de objetivos se buscan, en qué se basa el proyecto y también la dificultades con las que se puede encontrar y el tipo de implicación que se necesita. Un viejo error es callar los peligros y magnificar los éxitos antes de comenzar a buscarlos. La sinceridad es un activo cuando se está empezando y se solicita la implicación más básica. 
Todos los integrantes de un equipo deben tener “una chispa especial” que haga posible un conjunto “especial”. No hay sensibilidades más especiales que otras, pero si se complementan es el punto perfecto para que la suma sí sea especial.

30.9.15

Intenta triunfar, organizando todo con anterioridad. También el fracaso

Si quieres triunfar en tus trabajos debes tener claros tus objetivos, y así lograrás tomar las decisiones más de sentido común pero a la vez más estratégicas para cumplir con tus metas ya marcadas. Hay que fijarse hacia qué objetivos te quieres dirigir, planificar los objetivos a corto y medio plazo, tener muy claro hacia donde quieres ir y poner todos tus conocimientos al servicio de esas metas ya marcadas por ti.

No te pares, debes asumir desde el principio la realidad de que avanzar hacia un objetivo supone tener riesgos que deben valorar pero sobre todo conocer, antes de que se produzcan y detectar en el momento preciso. La respuesta ante los riesgos que te vengan debe ser rápida, y para ello nada hay mejor que haberlo valorado antes.

Si quieres triunfar debes saber tomar las decisiones correctas en cada momento. Pero para ello debes tener documentación con anterioridad de todo lo que vas a realizar y dejar apuntado todo lo que estás en ese momento haciendo. Nunca sabrás en qué momento tendrás que revisar lo realizado y lo que habían pensado realizar y no pudiste. Todo lo que está escrito se puede repasar, medir, volver a valorar, modificar, repetirlo con los cambios realizados.

A veces se tiene que ir contra lo establecido, hay que tomar decisiones difíciles, que no es posible explicar con claridad. No importa, eso se llama riesgo y hay que asumirlo y hacerlo fácil. Pero siempre sin perder el control, sin dejar en manos de otros el volante de las decisiones.

Si las cosas van mal, aprieta los dientes y sigue. Sólo se abandona cuando sea imposible abandonar y es inevitable hundirse. En ese momento revisa los apuntes, pues seguro que en algún lugar pusiste la tabla de salvación bien apuntada. Pero mientras haya vida, hay esperanza. Ho te retires cuando las cosas vayan mal, sino cuando te ves obligado a tomar decisiones que no quieres tomar.