1.2.16

Hay que dominar los tiempos, necesarios y diferentes para que algo suceda

Siempre hay un tiempo en cada decisión de la vida que es necesario emplear para “dejar” que todas las cosas vayan sucediendo. Es el tiempo que no dominamos, el tiempo que necesitamos que vaya transcurriendo para que todo se mueve un poco hasta dejar huecos, hasta que nuestra entrada sea más lógica, incluso más inevitable. Es decir…, hay que saber jugar con los tiempos.

Pero hay que estar siempre muy atento pues enseguida viene  un tiempo para “hacer”, para  que todas las cosas sucedan y se realicen. En ese momento nos tiene que encontrar atentos, preparados, capaces de tomar decisiones y de ser positivos.  

Hay que saber diferenciar bien en qué momento es necesario intervenir y en qué momento es mejor dejar que todo funcione por sí mismo hasta que todo madura lo necesario. Los silencios, las inaniciones (paralización de alimentar las decisiones) son tan importantes en todo proceso de toma de decisiones, como los propios tiempos de acción.

Pero saber emplear sólo uno de los dos mecanismos lógicos de funcionamiento convierte en incapaz al que lo intenta. Nosotros siempre tenemos que interactuar (actuando o quedándonos sin alimentar el momento), aunque es posible que a veces no acertemos en el tiempo, en el momento. Por exceso o por defecto ese es el riesgo y el punto que debemos conocer bien, pero en eso radica la excelencia de cada persona.

Si nosotros no actuamos…, haciendo o no haciendo…, ¿para qué estamos allí? ¿sólo de espectadores? ¿acaso hemos pagado entrada o esperan de nosotros que en algún momento nos pongamos a aplaudir? Para que las cosas sucedan se tiene que sumar los dos tempos diferentes. El “tiempo necesario para que sea inevitable que sucedan las cosas” y el “tiempo necesario en el que hay que hacer que las cosas sucedan”.

31.1.16

Son tiempos fabulosos. De mierda, pero fabulosos

Viñeta del fabuloso El Roto para El País
No me negareis, amigas y amigos, que no está interesante España y el mundo mundial. Estamos viviendo momentos interesantísimos en la vida contemporánea. Somos una generación (o dos o tres) privilegiadas por lo que nos está tocando vivir. Eso si, no lo sabemos aprovechar, no lo disfrutamos, no mejoramos el entorno, incluso vivimos el empeoramiento de la sociedad, aunque en butaca de patio. 

Estamos logrando que los grandes momentos históricos se nos conviertan en nuestras manos en pequeños grandes momentos. ¿Qué pensarían nuestros abuelos de internet, del móvil, del hambre en Europa, del desempleo, de la televisión en relieve? La tele en relieve es esa en que puedes hacer de corrillo de vecindad, como antes, pero sin salir de casa, con tus vecinos virtuales insultándose y contando las veces que han follados con sus otras vecinas. Fabuloso ¿no?

¿Y qué me dicen de poder ver asesinatos en directo, de repetior varias veces las imágenes para cómo se ahogan niños mientras los fotografiamos, y observar robos con violencia o sexo variado y múltiple a poco que te sepas la clave de acceso? ¿Y el riesgo de saber que estamos jodiendo el planeta pero que nos importa tres huevos, pues nos moriremos antes? Son tiempos fabulosos. De mierda, eso si, pero fabulosos.

Lo mejor para motivarse, es actuar siempre

¿Sabes hacer algo interesante, lo sabes hacer bien? una pregunta más…, ¿lo haces? Pues mira, con sinceridad, si sabes hacer algo y no lo haces, es como si no lo supieras hacer. Sea lo que sea. En la vida, no actuar es lo mismo que no saber. Si no pones en marcha tus conocimientos, tus ideas, tus osadías mentales, tus proyectos…, es lo mismo que si no los tuvieras. No sirve de nada tener muy buenos conocimientos o ideas, si después no los ponen en movimiento.

Lo malo de la inactividad es que se multiplica ella sóla. Lo mismo le sucede a su contraria, la actividad. Cuanta más pasividad le apliques a tus ideas o proyectos, más inactividad te estarás creando para que te rodee. Cuanto más intentes poner en funcionamiento tus ideas y decisiones de cambio, más aprenderás de ellas, más las pulimos y por ello más posibilidades de éxito tendrás.

Esto sirve tanto a nivel personal como a nivel de grupo o de equipo. Para ganar y estar en la excelencia del grupo o del conjunto de posibilidades, hay que ganar. Para ganar hay que ganar. Lo he repetido para dejarlo más claro todavía. Si entramos en la dinámica de perder, lo normal es seguir perdiendo. Si decidimos pararnos, frenar nuestras iniciativas, derrotarnos por algo, sin duda, nos estaremos derrotando por casi todo. Y sin duda también poner en funcionamiento la maquinaria de las decisiones es mucho más complejo si estás parado que si están al menos a una velocidad lenta pero mantenida.

No dejes de pensar, no dejes de actuar, modula tus decisiones al momento, pero nunca te rindas como para frenar totalmente la maquinaria de las decisiones ni personales ni de equipo. Hay que estar constantemente innovando y por ello tomando decisiones. Si te frenas será complicado volver a ponerse en marcha.

30.1.16

Hay que trabajar más o mejor para aumentar la productividad?

En España se trabaja de media muchas más horas al año que en la mayoría de los países de Europa, que curiosamente y trabajando menos horas, son más ricos que nosotros. 

Pero trabajar más horas anuales no supone lograr más productividad, más rendimiento por jornada, más satisfacción para el trabajador y para la empresa. 

Y lo curioso es que lo sabemos, lo tenemos medido, pero hacemos como si no nos importara, añadiendo además la coletilla de que “hay que trabajar más”. 

- ¿Más o mejor? -

 En España tenemos unos horarios muy pocos flexibles.

 No existe confianza entre los operarios y la dirección de le empresa y esta cree que cualquier libertad en el horario se convierte en un desastre.

 Se les entrega a los trabajadores unas tareas excesivas, amontonadas, sin directrices claras, con unos tiempos de entrega muy bajos, exigiendo unas jornadas muy largas, para que al final crezcan los errores, la desgana, el convertirse en una columna en algunas horas de todos los días por falta de motivación.

 Empezamos tarde a trabajar en muchas empresas, terminamos más tarde toda´via

 Cerramos para comer entre 2 y 3 horas en un horario absurdo.

 Todavía hay muchas empresas que no creen en los turnos de trabajo como una ventaja muy rentable para la productividad.

 Muchas empresas confunden la asistencia por horas, por la producción por jornada sin errores.

 Sigue existiendo cortes de producción que se repiten cada día para fumar, para tomar un café, àra charlar, y sin el respeto de los propios operarios al trabajo necesario. Es importante descansar en muchos trabajos cada cierto tiempo, pero de una forma lógica, tasada, válida para la persona, no amontonada en el mismo momento, larga y descontrolada.

 Debemos reordenar las reuniones de trabajo. Incluidas esas muy abundantes que decimos duran cinco minutos y se alargan luego 15 minutos.

 Hay que motivar a las personas, conciliar los horarios con su vida personal, dar libertad de horarios y entregar las tareas mucho mejor preparadas, con directrices más elaboradas.

 Hay que tasar el trabajo por objetivos logrados y no por horas dedicadas a “estar”.

 Y hay que procurar formas de relajación laboral en el tiempo de trabajo, pero hacer ver a todos los operarios que su éxito productivo consiste en lograr que esos tiempo de relax sirvan para todas las partes.