30.9.16

Pino piñonero singular en el Rabal de Zaragoza

Este enorme pino piñonero de Zaragoza, en el barrio del Rabal, es un ejemplar que forma un conjunto singular que se cuida de forma especial desde el Ayuntamiento de la ciudad por su tamaño pero también por formar parte del barrio desde años pretéritos, cuando todo esto eran pocas casas y campos de labor a su alrededor. En el año 1998 se puso una placa de reconocimiento al trabajo de los vecinos de la zona, que lograron salvarlo de la tala, tras numerosas quejas, el ser unos ejemplares que se encontraban en medio de lo que iba a ser una gran avenida. Al final lograron que dicha avenida se dividiera en dos para abrazar la zona verde y salvar al pino. Se calcula que tiene una edad de más de 100 años según atestiguan algunos vecinos de mucha edad, y su altura es de unos 18 metros, con una copa en redondo de unos 20 metros de diámetro.

29.9.16

La plaza Sarajevo de Zaragoza se quedó sin su "Equilibrista"

La Glorieta de la Ciudad de Sarajevo en Zaragoza es una pequeña plaza que cumple una función esencial para los niños del barrio de Montemolín, pues es un simple contenedor de juegos infantiles con unos pocos ejemplares grandes de árboles de sombra, que sirven para la tranquilidad de la zona y para poner una mancha verde aunque pequeña en una zona entre el parque de Torre Ramona y la más grande plaza Utrillas. El clásico espacio verde de proximidad para servicio de unas pocas calles.

Como siempre, falta limpieza y mantenimiento, y ha saltado a los medios en estas semanas por el robo de la escultura que en honor a los habitantes de la Ciudad de Sarajevo, se puso con la presencia de autoridades de la ciudad Bosnia.
En el año 2011, la Junta del Distrito de Las Fuentes puso una escultura en la Plaza Sarajevo de la que ahora podemos ver los restos. La obra del Colectivo Pablo Serrano representaba: “La armonía, el complicado equilibrio entre el amor y el odio, la paz y la guerra, en una zona como los Balcanes". Pero ha sido destruida por unos vándalos, posiblemente para vender ya fundido el bronce de su construcción. Era una figura humana desnuda y con los brazos en cruz, que se sustentaba como podemos ver sobre un raíl de tren de 65 centímetros de largo y que recibía el nombre de El equilibrista.

28.9.16

Un jardín de caza, para NO cazar

Esta imagen nos muestra esos primitivos parques particulares de las grandes familias europeas, que creaban para su deleite y descanso, aunque no se agotaran nunca de nada. Ellos procuraban aun así, descansar del aburrimiento. Es un detalle de los alrededores del Palacio de Moritzburg en Alemania, un enorme pabellón de caza para que un Duque llamado Mauricio de Sajonia, pudiera cazar los animales que le soltaban sus criados en la zona y luego irse a descansar. Pero no voy a seguir criticando, sino a mostrar un ejemplo de zona verde que hoy en día sigue actual.

Árboles bien cuidados, envolviendo una enorme zona de agua a modo de lago, que siendo artificial parece natural. Animales decorando todo el entorno, y sensación de naturaleza que crece de forma natural, simplemente dejando que así sea, y dominando su crecimiento. Bancos y caminos de tierra compactada. Hoy es una zona de uso público, pero es también el ejemplo de lo que el ser humano necesita para su solaz. Naturaleza limpia, agua y vegetación, control del crecimiento para que haya armonía, animales sencillos para dar otro toque natural, algo de mobiliario urbano y silencio.

Han pasado casi 500 años desde que esta zona se inauguró con estos mismos conceptos, y siguen actuales las necesidades de los seres humanos con sus zonas verdes urbanas.

Mala poda, mala planificación de zonas verdes

Esta imagen nos muestra la clásica escena de un árbol caído en un parque lleno de gente, con el consiguiente peligro para las personas. Es el parque Tío Jorge, donde una escena similar supuso el fallecimiento de una joven mujer hace unos años. Si vemos la escena con calma notaremos dos clásicos errores que se mantienen en el tiempo sin atención por parte de los profesionales de jardinería.

A la derecha y junto a la recta columna que mantiene la señal de tráfico vemos el árbol al que se le ha desgajado una enorme rama. Está inclinado. Bastante inclinado. La enorme rama que ha caído, está podrida como se puede ver y vacía en su interior. Nadie la ha detectado. Pero si nos fijamos en el árbol que está a su lado, lo vemos excesivamente espigado. Anormalmente desarrollado como sucede en cientos de ellos en Zaragoza.

El motivo es la mala poda de estos árboles durante muchos años. Se cortan las ramas bajas y se les deja crecer sin control hacia arriba, en zonas llenas de otros árboles y eso les lleva a buscar el sol desesperadamente. Este sistema está bien en campos donde los plátaneros y otros tipos de árboles similares se plantan para hacer madera. Pero no, nunca, en zonas de esparcimiento donde se busca la sombra y la belleza. En la mayoría de las ciudades españolas, este tipo de árbol, el plátano de sombra o similar, se poda en la copas cuando son pequeños, para lograr árboles más horizontales, y nunca tan verticales. Más todavía si están plantados en ciudades con un fuerte viento racheado como en Zaragoza.