3.1.17

Jardines efímeros en Zaragoza

 Hemos hablado y mostrado en este blog algunos ejemplos de jardines efímeros en Alemania, y ya entonces hablábamos de las posibilidades que también se dan en España para ciertas fechas. Una de estas fechas es por Navidad, con los belenes a tamaño natural o reducido, que se montan para poder pasear dentro de ellos. Es como un pequeño jardín efímero, falso sin duda, como todos los jardines urbanos.

En Zaragoza se monta desde hace ya muchos años este Belén a tamaño natural con la configuración de un pequeño pueblo que se puede visitar y observar oficios, figuras y casas, hasta llegar al final donde está el pesebre. Es gratuito, lo monta el Ayuntamiento y está instalado en la plaza más grande de Zaragoza, en la Plaza del Pilar.

El paseo por su interior es un ejercicio para niños o adultos, para creyentes, ateos o agnósticos, pues se trata de una representación como si estuviéramos dentro de un pequeño parque temático. No es pecado entrar, ni es pecado no entrar.

¿Su coste? Pues si, todos los trabajos de jardinería en Zaragoza los lleva una empresa, pero hace unas décadas los realizaba el personal municipal de jardinería. El costo es sobre todo mano de obra, y algunas especies vegetales que luego se emplean para replantar en algunos parques. Incluso la tierra y la base de todo este jardín efímero se emplea para rellenar un parque determinado, al que poco a poco se le ha ido ganando espacio en altura para nivelarlo con las zonas ya ajardinadas que le rodean. El mayor coste de todo trabajo es no ser aprovechado.

2.1.17

Ramón Acín, Lorca o Unamuno, son libres

Viñeta de Ramón Acín, del año 1912
Desde ayer, 1 de enero de 2017, las obras literarias de autores como Lorca, Unamuno, Valle-Inclán, Ramiro de Maeztu o Muñoz Seca, Ramón Acín, Ciges Aparicio, Cotarelo y Mori, Torres Quevedo, Eugenio Noel y varios más, han pasado a ser de dominio público con la llegada de 2017 y se encuentra digitalizada y a disposición pública en la web de la Biblioteca Nacional de España (BNE).

Las obras de los autores fallecidos en 1936, año del estallido de la guerra civil, han pasado a ser de dominio público con la entrada de 2017 en virtud de la Ley de Propiedad Intelectual, por lo que ahora pueden ser difundidas libremente. Según ha informado la BNE, esta institución ha estado trabajando en la selección y digitalización de la obra de los autores que fallecieron durante este trágico año, para lo que ha contado con el asesoramiento del catedrático de la Universidad de Zaragoza, José Carlos Mainer.

La BNE lleva varios años digitalizando la obra de los autores que cada año entran en dominio público. Este año, el número de autores ha aumentado considerablemente debido a las numerosas muertes violentas que se produjeron durante el primer año de la guerra, y cuya aportación es clave para obtener un panorama completo del ambiente cultural del momento, señala esta institución.

Somos poetas, por querer ser Quijotes

Empiezo esta nueva mañana escuchando a Joaquín Sabina. Es una buena manera de moverme con los dedos al ritmo de sus poemas. Los que tenemos nuestra edad, es decir toda —mucho mucho ruido, tanto tanto ruido— tenemos todos los recuerdos agrupados en el trastero de la cabeza…, tantos que ya no nos entran nuevos cachivaches.

Nos decimos siempre lo mismo —y con tanto tanto ruido, no descubrimos al final el final— para buscar la salida. Ese ruido del mar que buscamos entre tanto ruido, mucho mucho ruido, tanto tanto ruido, que al final solo escuchamos ruido de frenadas, de amenazas, ruido envenenado, tanto tanto ruido, tantos lodos, tantos años perdidos, que nos parece un ruido de animales que se nos contagia.

Un ruido silencioso que hay no queremos ni escuchar. Ruido intolerable, un ruido sin sentido, ruido ruido ruido. ¿Y para qué tenemos que seguir soportando tanto ruido?

No somos los más tontos del Congreso, del Ayuntamiento o del barrio. Pero no nos importa parecerlo. Hemos aprendido a reírnos de ser tontos. A relativizar todo, pues ya hemos descubierto hace años que todo es relativo. Incluso lo que ya nace relativo. Pero seguiremos disfrutando de Sabina y de nuestro dedos, “tecleteando” palabras o ritmos. Cantando en silencio o a gritos. Bailaremos desde el sillón de los agüelicos amansados de cuerpo pero no de cabeza. ¿Quieres cantar, solo o con gente?

Pequeñas islas verde en el urbanismo de Bélgica

En muchas ciudades europeas de tamaño no muy grande se pueden ver espacios verdes a modo de plazas, pequeños parques junto a los grandes edificios de barrios residenciales, con pocos elementos y construidos a modos de pequeñas islas verdes para descansar o para esponjar las zonas. Son espacios con algunos bancos, juegos infantiles, mucho verde y grandes árboles, en muchos casos simulando pequeños paisajes naturales con relieves, para crear un urbanismo de silencio, de calma.

Estas imágenes son de un barrio de Gante en Bélgica, donde podemos ver como los edificios rodean la zona verde pública. A diferencia de otros países, los espacios públicos prefieren convertirlos en zonas verdes repartidos cada poco espacio, antes de en pequeños edificios para servicios, que son instalados en los bajos de los edificios o bien de tamaño más grande pero agrupando servicios de varios barrios en uno solo.