5.1.17

Por qué no queremos suficiente democracia?

La democracia se compone de varias herramientas imprescindibles. Una de las más importantes es que los partidos políticos sean limpios. Y cuando la basura llena las cloacas, lo que hay que hacer es cerrar para desinfectar y empezar de nuevo.

Pero en España esto no lo tenemos así de claro, auspiciado además por la inmensa capacidad de los ciudadanos en olvidar o relativizar todo. No siempre la culpa es de lo que se saltan las normas. Muchas veces es de los vigilantes o de los que no saben elegir a los vigilantes.

Tan importante en democracia es quien gobierna, como quien hace de oposición con un poder determinado y una rasmia a prueba de todo. Si quien tiene que vigilar es débil, pantuflo, comprado, somnoliento o con ganas de ir pasando los sueldos, la democracia se debilita. Pero parecemos no aprender. Por eso repito tantas veces lo mismo.

Todxs tenemos que edificar cada día la democracia. Todos somos importantes para saber elegir y exigir. Pero muchas veces preferimos los caramelos que nos ofrecen los que quieren adormilarnos. No se trata de romper ventanas, sino de saber exigir con calma pero con la contundencia debida. 

4.1.17

Uno. Número de personas necesarias para cambiar el mundo

Si, para cambiar el mundo te necesitamos, te necesitas, te necesitan. Tú..., eres todo lo que resulta necesario para cambiar el mundo. Inténtalo.

Es cierto que es mucho más fácil cambiar el mundo para mal desde una sola persona. Tenemos ejemplos todos los años de imbéciles que cambian el mundo negativamente por la acción de una persona. Casi siempre para combatir sus errores se necesitan muchas más personas. 

Pero conocemos casos donde una sola persona logra grandes objetivos.  Una sola persona. ¿Te apuntas?

Traidores, judíos, marranos, españoles, luteranos. ¡Leer, coño!

Se vuelve a ver personas con libros de papel en el Metro de Madrid. 

Todavía no ha triunfado nadie. 

Tampoco nadie ha muerto. 

Será la seguridad pasiva, el temor a que te puedan robar de un tirón el cacharro. 

Nadie osaría robarte un libro en papel. ¿Para qué, pensarían en comisaría? 

Pues para salir en el 
telediario.

—¡Roba un libro de papel en Callao y los viajeros logran detenerle en el instante!— dirían

Que en el Metro te pongan retazos de libros está bien. Es una manera de asomarte a una ventana diferente a las del vagón. Y más, mucho más animada.

Podemos cambiar el mundo. ¿Pero queremos?

Mucha gente pequeña, haciendo cosas pequeñas, pueden cambiar el mundo. Sin duda. 

Pero si alguna gente pequeña logra hacer grandes cosas todo sería más sencillo. 

Incluso si alguna pequeña gente no estuviera tocando los cojones -con perdón, pero mío por el palabro- y fastidiando el trabajo de los demás, todo se podría realizar sin tanto sufrimiento y de forma más rápida.

No es poesía, pero es verdad. 

Tenemos que ser capaces de sembrar de poesía el mundo. Pero de vez en cuando, dar algún zapatazo.