21.3.17

Hacer ejercicios físicos como los animales. Como mínimo

Todas las mañanas nada más levantarse, mi perro Chusky hace unos estiramientos que nos deberían servir de ejemplo a los humanos. Nadie le ha enseñado, los hace desde pequeño y porque lo debe tener programado en sus genes. 

Sobre el suelo duro se estira muy lentamente, primero las piernas hasta casi crujir, luego se agacha hasta que la tripa casi le toca el suelo y estira los brazos pero muy lentamente para a continuación mover la cabeza de lado a lado. 

Todos estos ejercicios los hace dos veces al menos. Vuelva a su posición normal, y ya sigue funcionando todo el día con su energía habitual.

Movimientos intensos pero realizados muy despacio. Estiramientos de los músculos que han estado toda la noche entumecidos, para que se calienten y estén preparados por si tiene que saltar y pelearse contra una mosca o una paloma del balcón de enfrente.

Ahora está de moda hacer como ejercicios entre humanos, movimientos de animales, profundos y lentos, sin forzar nunca los músculos de forma rápida, sino poco a poco. Estamos aprendiendo de los perros y los leones.

Movimientos mucho más recomendados para personas de edad avanzada, para lograr mover lentamente todos los músculos, sin forzar nada.


20.3.17

Acepta las críticas. Pero analízalas para que sean válidas

Mira, con sinceridad, admite que es seguro que te van a criticar. No es posible evitarlo si de verdad haces cosas que merecen la pena. Y admite también que algunas críticas serán destructivas y otras constructivas. Críticas positivas que buscan mejorar los procesos, y críticas negativas que buscan su propio beneficio o destruir el tuyo.

Tú debes ser tan inteligente como para saber cuáles deberías escuchar y cuáles ignorar. Aunque algunas vengan desde donde menos te imaginabas, sean fuertes y sin sentido. Tampoco debes hacer como quien teniendo poder, cree que este le puede tapar todas las cosas mal hechas. El poder se tiene y se pierde. Hay que estar preparado para las dos fases.


Aprender de las críticas es positivo. Aprender de los errores más. Pero para ello debes saber diferenciar la motivación de las mismas y su espíritu creativo o destructivo. ¿Benefician a alguien las críticas que te vierten?

La buena vejez es la lenta y sin dolor. Aristóteles

Aristóteles nos decía hace casi 2.400 años estas palabras sobre la vejez en su trato sobre la retórica. “La buena vejez es la vejez lenta y sin dolor, porque no es buena vejez la del que envejece rápidamente ni tampoco la del que envejece con lentitud pero con sufrimiento”.

Debemos envejecer a una velocidad natural, siempre que nos acompaña esa “suerte” a la que también se refería Aristóteles. Contra o a favor de la suerte, poco podemos hacer, pero del resto nos deberíamos ocupar con más normalidad.

Nadie nos pide un ejercicio físico excesivo, pero sí cambiar el sillón por las zapatillas de andar por la calle o el campo. Nadie nos prohibe ver la televisión, pero sí es recomendable tener actividades intelectuales. Nadie nos dice que la soledad elegida sea un drama, pero sí se nos advierte que relacionarnos con más personas es muy importante. Muchos nos prohiben comer de casi todo lo que es bueno, pero se les olvida advertirnos que la mayoría de los problemas en la alimentación se resuelven comiendo la mitad de lo que comemos aunque sea de todo. Muchos nos recetan pastillas como elementos milagrosos, pero se nos orilla ante la mejor de las pastillas que es hablar y escuchar, tener amor y compartirlo.


Envejecer no es morir. Morir es una actividad hacia la que caminamos en el mismo momento de nacer. Envejecer es tener una actividad diferente, una cantidad de energía distinta, unas sonrisas más escondidas, unas ganas que hay que provocar.

19.3.17

Si tienes más de 60 años léelo. Si no, espera unos años

Si yas tienes más de 60 años y me estás leyendo, tienes suerte, has decidido salir de tu zona de confort y te has puesto en la dura tarea de seguir aprendiendo, o lo que es mejor todavía, en practicar con tu mente como si estuvieras haciendo gimnasia mental. Bien, estás logrando mover el cerebro y con ello estás logrando vida. No es una tontería, es una realidad comprobada. No se trata de vivir más, se trata de vivir más años mejor. Sigue buscando más información en muchos otros lugares. Pero termina de leerme.

Si sigues con tus rutinas, estarás más tranquilo, pero más apagado también, menos activo, y como tendrás que pensar menos es posible incluso que te canses poco. De momento. Todo se hace automáticamente, no es necesario poner de tu parte y puedes vivir de maravilla en tu zona de confort, tranquilo y sin que nadie te moleste.

En realidad te estás molestando tú mismo.

Debes meter en tu cerebro información nueva. De lo que quieres, de lo que te guste, de lo que creas que es válido para tu forma de vida. Ya no se trata de conquistar el mundo, sino de conquistarte a ti. Sé tú. Por cierto, esta tarea —la de salir de la zona de confort— es muy complicada. Pero eso es lo bueno, ponerse retos complicados. Sigue buscando retos nuevos. Te queda toda la vida.

A partir de los 20 años las neuronas, las tuyas y las mías, empezaron a envejecer. Pero hay muchas maneras de envejecer, lo sabes, así que si aprender a ejercitarse es válido para tus piernas o tu corazón, también es válido para tus neuronas.


Habla, lee, conversa, reúnete con personas de tu edad o de otra, entrénate para ser mejor en lo que has decidido ser de nuevo, aprende y practica algo diferente a todo lo que has hecho hasta ahora, juega que el juego es bueno a todas las edades, sé positivo, ríete y activa tu mente. Haz relaciones nuevas. Escuchar y aprende. Y equivócate. No pasa nada por errar.