16.10.17

Emprender para aprender a emprender

Dos niños venezolanos afincados en Colombia de 10 y 12 años, han realizado hasta la fecha cinco proyectos de innovación y emprendimiento, pequeños pero con la suficiente entidad como para que ellos mismos se vayan acostumbrando a crear y crecer proyectos educativos y de intercambio, que deben inspirar a jóvenes de todo el mundo. Y a los adultos a estar enseñando desde muy jóvenes, que emprender es parte importante de la vida.

Emprender no siempre requiere de una gran cantidad de dinero en inversiones.

EMPRENDER, PARA APRENDER A EMPRENDER

Emprender es también una excelente forma de aprender y formarse. De practicar e innovar, de explorar nuevos caminos, de equivocarte y de intentar enderezar las decisiones tomadas.

Estos niños crearon hace ya dos años una empresa llamada “Grandes Genios” para formar y dar ideas a otros jóvenes como ellos, y practicar caminos de emprendimiento en bçusqueda de la excelencia. Su andadura les ha llevado a crecer, a dar conferencias y a crear metodologías de enseñanza para jóvenes, ayudado por jóvenes y recogiendo sus ideas y proyectos. Entregan formación y reciben formación.

Tras esto crearon luego un programa informático para alimentarse de forma más saludable con arreglo a los trastornos puntuales que algunas personas pueden padecer. Tras ello crearon una especie de red social donde los niños y jóvenes pueden compartir opiniones sobre arte, cultura, deporte y alimentación. A través de un sistema de puntos, han logrado que más niños y jóvenes se impliquen y formen una especie de “Escuela en Casa”, donde todos intercambian experiencias educativas y de ocio a través de un blog. Su idea final es que los niños más alejados de las grandes ciudades puedan recibir una educación añadida a la que realizan en sus escuelas, acercando la formación superior y universitarias no reglada a estas personas.

Efectivamente ellos trabajan sobre una base clara y de apoyo muy necesario. Una red de amigos y colaboradores que les apoyan por creer en ellos. Y es lógico suponer que en esa red de trabajo en común haya algunos adultos. Personas todas que creen en la formación diferente y amplia, de apoyo en equipo, y donde lo más importante es aprender practicando.

Las 4 fases en el proceso vital de las empresas

En este gráfico realizado desde el Gobierno de Aragón a través de “Emprender en Aragón” podemos ver las diferentes fases del proceso de emprendimiento, y de qué forma se evoluciona en el tiempo y posibilidades, para analizar en qué punto está cada proceso de emprendimiento.

EMPRENDIMIENTO POTENCIAL - Se lleva menos de 3 años analizando el proyecto

Es el mundo de las ideas, de los proyectos, de la recopilación de información, del análisis de potencialidades personales, de la búsqueda de ayudas y planes de empresa.


EMPRENDIMIENTO NACIENTE - Llevan funcionando menos de 3 meses

Agrupa las iniciativas que ya están en fase de construcción, donde se ha pasado de la fase de análisis a la de toma de iniciativas y decisiones. Ya se sabe qué, y se está modulando con las primeras inversiones, aunque todavía no se está facturando. Un periodo de gastos, de miedos, de dudas, de necesidad de apoyos, de alegrías.


EMPRENDIMIENTO NUEVO - Llevan funcionando entre 3 meses y 3,5 años

La idea ya está funcionando, ya se empieza a facturar, a vender, a realizar la actividad económica que se pretendía, y con ello se empiezan los análisis reales y las comparativas. Se sabe a dónde se quería ir, se analiza donde se está, se ven los problemas y las soluciones, se observan ayudas que no han llegado y apoyos que no se esperaban. Se habla de crecer o no. Se ponen sistemas de control financiero y de calidad, se reconoce la importancia de la venta y del marketing constante para no perder posición.


EMPRENDIMIENTO CONSOLIDADO - Llevan funcionando más de 3,5 años

Esta fase es la que nos parece desde el principio la meta final. Es un error pensar así. Debe ser un seguir trabajando y modificando formas, es un asentamiento pero no una paralización de los análisis y los controles. Es un seguir analizando el proyecto, que ya funciona, pero que deseamos que nunca decaiga. El peligro en esta fase es el crecimiento desmedido, el abandono, la crisis personal o de socios, la pérdida de visión de la competencia y cómo esta te va adelantando, y al final el cierre si no sabes detectar los posible problemas latentes que todo proceso que se estanca, sufre siempre.



Los teléfonos móviles utilizados como juguetes

La facilidad de las nuevas tecnologías y sus herramientas, las convierten en juguetes muy fáciles para niños muy pequeños, y se los entregamos para que se entretengan o simplemente para que no nos necesiten. Los niños quedan encantados con las imágenes en movimiento, los colores que cambian, los sonidos que salen de un trozo de plástico. La facilidad total de un entretenimiento pasivo.

¿Es positivo o negativo entregar a un niño una herramienta tan compleja?

Pues depende de su edad. Que los bebés utilicen como un juguete algo tan pasivo, que les puede provocar hiperactividad y nerviosismo, y que en realidad no sirve para aprender a relacionarse con otras personas o con su entorno, es un gran error. No es la edad.

Su adicción es el primero ejemplo que nos debe servir de señal de alarma. Si ya no somos capaces de controlar su uso, si nos lo pide con mucha frecuencia y es el juguete que más utiliza, estaremos en el punto de evitarlo.

En los primeros años, los niños deben jugar con todo, tocar y sentir con los cinco sentidos, y deben estar guiados en sus juegos y no abandonados ante una herramienta. Aunque sea lo más sencillo y útil para los padres.

Con los últimos estudios realizados se recomienda no utilizar los teléfonos móviles como juguetes para niños menores de 8 años. Y hasta los 12 años hay que tener un control familiar de su uso, para que se conviertan en herramientas útiles y no en juguetes pasivos que arrinconan a los niños.

Formación de calidad, para afrontar el futuro

Hay consenso entre todas las partes políticas y sociales que gobiernas los Estados, que sin suficiente formación los propios países, sus sociedades y economías, funcionan mal. Y coincidimos todos en que la formación debe ser de alta calidad, innovadora, constante y permanente en la vida laboral y vital, y que los métodos y el profesorado debe ser de alta calidad y muy motivado.

Y también afirmamos casi todos que para superar los retos de los nuevos tiempos, más tecnificados y donde el trabajo va a tener que competir contra las nuevas máquinas, hay que crear nuevas oportunidades laborales, que entiendan el futuro como un tiempo de cambios emocionantes pero a la vez como un ciclo nuevo donde tendremos que vivir con menos trabajo.

Pero estas teorías totalmente admitidas, se quedan en nada a la hora de plasmarlas en decisiones, en reflexiones incluso, que sirva para poner en valor la nueva formación, los nuevos tiempos económicos y laborales, las nuevas profesiones, las oportunidades de ser válidos desde actividades que hoy no podemos ni imaginar.

¿Cómo queremos que sea el mundo dentro de un par de décadas? De nuestras respuestas depende la construcción del futuro. Es falso que todo venga dado por inercia, pues eso demostraría que somos mucho más tontos de lo que parecemos. Somos capaces de modelar el futuro laboral, técnico, económico, productivo, consumista, formativo, organizativo. No estamos en manos de las máquinas, ellas no piensan excepto que las obliguemos a pensar.

Pero sí estamos en manos de los que nos quieren como esclavos del siglo XXI y aquí es donde reside el silencio y la manipulación o la dejadez. Controlan algunos poderes la formación de calidad, su tamaño y su extensión, para así poder controlar sus beneficios. Pero cada uno de nosotros somos capaces de escapar de esos caminos pre diseñados, actuando personalmente buscando esos caminos de formación de calidad, saliendo de los caminos que nos prediseñan.