23.10.17

Bjarke Ingels está de moda, lo cual es negativo

El arquitecto danés Bjarke Ingels está de moda, y siendo esto muy peligroso, sabe conciliar sus ideas y proyectos con el espíritu que le llevó a ser arquitecto y a creer que podría cambiar las ciudades, cambiando los edificios y sus usos.

Es un destacado exponente de la figura de arquitecto estrella contemporáneo, pero sabedor que eso no es ni tan siquiera bueno para lograr los objetivos de sus ideas. Veamos tres preguntas que se le han realizado en Pamplona, junto a una imagen del edificio “La Pirámide” de New York” realizado por Bjarke Ingels.

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¿Qué ocurrirá con las ciudades si las compañías poderosas no apuestan por ellas?
Entre los sesenta y los ochenta, muchos centros urbanos sufrieron el ­abandono de los ciudadanos: queríamos una casa con jardín. En las últimas décadas, los centros han vuelto a llenarse de gente. Resultado: alquileres impagables. Es casi imposible vivir en el centro de Londres o Copenhague. Eso hace que la idea de ciudad deba redefinirse.

¿Qué hace a una ciudad ser lo que es?
Los ciudadanos. Fíjese cómo determinados grupos de artistas se trasladan a vivir hacia barrios más económicos y esa concentración genera urbanidad. Cuando la gente llega a un lugar y se instala en él, dicha zona mejora, se desarrolla. El proceso de gentrificación se describe siempre como negativo, pero es también el motor para la redefinición de lo urbano.

¿Por qué debe reinventarse la arquitectura?
Necesitamos alternativas a la vivienda con jardín y al apartamento en la ciudad. Y nacerán de mezclar. Le Corbusier ya lo probó dedicando una de las plantas al comercio en edificios de apartamentos. La diversidad crea la posibilidad de la diferencia. Hay que aceptar lo distinto.

La posible ciudad del futuro, curiosamente muy clásica

Un joven estudiante de Bellas Artes hizo esta semana un dibujo de su ciudad teórica, no tanto por ser la ciudad que le gustaría que fuera, como por ser la ciudad que cree será la que prevalecerá. 

La ciudad medieval, la clásica, la que envuelve a la iglesia para no ser atacada, o para servir de refugio. Muchas torres, campañas y en medio la gran Casa del Señor de la ciudad, la más alta, la que puede vigilar, la que se puede escapar de los ataques. El castillo que siempre impresiona al enemigo.

Creo que hemos avanzado muy poco. Eso sí, parece una ciudad sin coches, al menos en eso también hemos vuelto a la Edad Media para tranquilidad de los caballos, que volverían a recuperar sus trabajos.

Lo que no me dijo es si en esos edificios similares a las iglesias, vivirían curas o seglares. Tapiceros o fabricantes de ángeles y sueños.

18.10.17

Acoso Escolar. Diálogo y comunicación

Hoy Heraldo de Aragón ha publicado este estadillo que hemos dejado, con algunas pautas de comunicación desde casa, para detectar el “bullying”, prevenirlo y darle cauces de solución. Por su interés nos parece que debe ser conocido más ampliamente, y que puede servir de pauta de comportamiento de todas las familias, ante el acosos escolar.

Hay que prevenir el acoso escolar, detectar cuando se está produciendo, y resolverlo desde el diálogo entre todas las partes, implicando en la comunicación válida a todos los actores del proceso.

No hay que olvidar que entre niños, el acoso escolar puede ser un problema para ambas partes familiares. Para la familia del niño que sufre el acoso escolar. pero también para la familia del acosador, que muchas veces se encuentra con una violencia que debe gestionar y que teme vaya en aumento y se les escape de su control.

17.10.17

Lo importante es no perder jamás la curiosidad

El verdadero tema no es cómo afrontar la vejez, sino cómo afrontar la vida. Todas las edades hay que vivirlas en tres dimensiones: hay que vivir el presente, hay que saber recordar y hay que saber soñar.


Si uno solo sueña, vive en las nubes. 
Si uno vive solo el presente y no es capaz de valorarlo por el viaje recorrido ni de proyectarlo hacia el futuro, vive con las orejeras puestas y no se entera de nada. 
Y si uno vive evocando el pasado y tratando de añorarlo, vive perdido.


Hay gente que no se toma la más mínima molestia para vivir de una manera inteligente, que le permita paladear la vida y entenderla, darle sentido, color y dimensión. Yo procuro siempre darle alegría e intensidad a lo que vivo.


Y como he vivido el paso del tiempo con naturalidad, he podido ir pasando etapas sin ningún particular sobresalto, sin que me sorprendiera el fantasma de los años.


Intento entender el mundo. Y ese es precisamente el motor de todo lo que ha sido mi vida: la curiosidad. No solo la que permite al investigador descubrir lo que no sabe y al astronauta encontrar planetas desconocidos, sino la curiosidad respecto al vivir.


Un sabio griego no lo era solo por hacer descubrimientos inteligentes, sino porque estos le permitían entender mejor el mundo y vivir más adecuadamente: saber para vivir, no saber por saber.


Como decía Einstein, “lo importante es no perder jamás esta bendita curiosidad” y, para ello, son fundamentales todas aquellas iniciativas (…), que trabajan para que los mayores se sientan integrados en la sociedad y se mantengan en constante movimiento físico y mental. No solamente porque es una manera verdaderamente inteligente y digna de acompañar a esas personas ayudándolas a vivir de verdad, en las tres dimensiones, sino porque, además, de ahí puede extraerse un zumo que el resto puede aprovechar.


La experiencia de los ancianos podrá regar la sociedad, solo si viven con lucidez y consciencia y siguen sintiéndose parte de la tribu. Y el que pueda llegar a morir habiendo estado hasta el último minuto en alguna acción dentro de un nosotros, yo creo que se muere vivo.