28.11.17

Nunca fue el Tarradellas de Aragón



El 1 de agosto de 1977 el periódico Diario16 publicaba esta noticia con la visita del ministro Clavero Arévalo a Huesca, para hablar con los parlamentarios aragoneses. El texto es curioso, pero sin duda al final se encuentra un detalle más curioso todavía. El nombramiento del Tarradellas de Aragón, que pone los pelos de punta por la comparativa. 

Se elige como Presidente Pre Autonómico de Aragón al turolense y economista José Ramón Lasuén, que solo estuvo seis meses en su cargo teórico.

En realidad fue nombrado Presidente de la Comisión Aragonesa que negoció con el Gobierno el traspaso de competencias entre la Administración Central y la Diputación General de Aragón, es decir en la llamada entonces Pre Autonomía, y nombrado definitivamente en abril de 1978.

Sus relaciones con el aparato de UCD del que provenía (pues fue asesor de Adolfo Suárez antes de Presidente de la Comisión Aragonesa) estuvieron salpicadas desde el primer momentos de tensiones, que culminaron con la apertura de un expediente disciplinario en septiembre de 1978 por romper la disciplina de voto, después del cual decidió abandonar el partido y pasarse posteriormente a Alianza Popular y luego al CDS. Su carrera política fue irregular y con diversos problemas incluso legales por acusaciones venidas de prensa de los EEUU.

Fuerza Nueva y su opinión sobre Alianza Popular

Con la llegada de la Democracia a España surgen sin duda las contras, que intentan que se mantenga el pasado bunker dictatorial, que no lleguen las que ellos consideras ideas liberales que acabarían con el mundo del catolicismo y las buenas costumbres. Es decir, que los carcas, bien organizados e inmersos en todas las instituciones vienas con las que no se rompió, hacen palanca para seguir presionando.

Fuerza Nueva, como movimiento falangista fundado en 1976 pero con 10 años de vida anterior como movimiento editorial y social, era el partido político organizado más duro y potente contra la democracia incipiente, y aunque no estaba en contra de la Monarquía, sí exigía al Rey unos caminos de vuelta al espíritu del 18 de julio, que hoy nos producen sonrojo y sonrisa a partes iguales.

Era un partido político que estaba en contra de los partidos políticos. Un partido político con personas violentas que no dudaban en atacar a los que no opinaban como ellos y que nunca quisieron integrarse en Alianza Popular, por considerarlos arribistas y traidores al espíritu del Alzamiento en armas del 18 de julio de 1936.

De los 140.000 votos que obtuvieron los tres partidos políticos que representaban a la Falange en las primeras elecciones democráticas de 1977, Fuerza Nueva recogió el 50% . Dos años después, ya en las elecciones de 1979 y unidos a otros grupos menores aumentaron su presencia y votos con un Diputado (su líder Blas Piñar) tras recoger 379.000 votos. En el año 1982 se disuelve como partido político, al no obtener buenos resultados en las elecciones de ese año.

27.11.17

En 1980 se pedía sábados fiesta. En 2017 los domingos fiesta

Una constante en las relaciones laborales a partir de los años 80 (o incluso antes) fue dignificar las relaciones laborales y las condiciones de seguridad y de conciliación con la vida privada. Pero nada ni de cerca, que no tuvieran ya los trabajadores europeos, de nuestros países vecinos. Las distancias con ellos no solo eran en sueldos muy diferentes, sino en condiciones laborales.

Viendo esta pegatina del año 1980, observaremos que poco hemos avanzado, que incluso parte de lo logrado en aquellos años se nos ha escapado por la fregadera tras las Reformas Laborales de Zapatero primero en el año 2010, y de Rajoy después en el año 2012.

Ver que en 1980 se pedía que los sábados fueran fiesta laboral, es decir pedir la semana laboral de 5 días, nos parece hoy con los mismos problemas sin resolver en el comercio, una cosa imposible, cuando el debate en el 2017 es el de abrir o no abrir los domingos.

La economía y empresarios de 1977 en España



En el año 1977 la situación económica en España era de una extrema debilidad. Los poderes fácticos y los restos del búnker que eran mucho y muy bien colocados, no hacía nada por modernizar los procesos económicos de España. Se partía de una situación caótica, con una clase empresarial paternalista y muy poco preparada, que no supo digerir en absoluto ni a los sindicatos horizontales ni a los trabajadores que empezaban a exigir unos derechos básicos y un sueldo básico para vivir.

El 25 de octubre de 1977 se firmaron en la Moncloa los famosos Pactos de la Moncloa, que por consenso de todos los partidos políticos más importantes, dieron paso a unos ajustes duros, incluso en algunos casos muy duros, que sirvieron para intentar asentar la economía, controlar el desbocado IPC y poner a España en un lugar más respetable como cliente, de cara a su deuda externa y a los préstamos que necesitaba para hacer las reformas.

Os dejo dos pequeños recortes de Diario16, del mismo día ambos, del 16 de junio del año 1977, recogiendo uno la información de The Economist y en el otro una nota sobre una reunión de empresarios españoles. Tener que lidiar con aquellos ineficaces empresarios que soñaban con el sindicato vertical, era un problema añadido.