29.12.18

A partir de los 60 y pico, todos personas mayores

Al llegar a los 60 todo se va rompiendo poco a poco, aunque nos lo callamos para no asustar. Se rompe el pelo o se cambia de lugar, vemos mucho peor que con 50 y las cataratas secas nos atacan, empezamos a dejar de oír los detalles de las sinfonías, meamos más que antes y nos lo hacemos mirar, las piernas nos flojean y la memoria a veces se vuelve torpe.

Nos salen manchas cuando no bultos y arrugas, nos sube la glucosa, el colesterol, al ácido úrico y los triglicéridos y nos baja el sexo. Tomamos pastillas de varios colores y nos empiezan a dejar alguna vez el asiento en el autobús sin fijarse en que todavía somos muy jóvenes. Perdemos algunos amigos por culpa de los nietos y ganamos otros por culpa de los paseos. No hacemos casi gimnasia pero andamos más que nunca.

Pero eso, siendo normal, no nos tiene que asustar ni preocupar. Hemos llegado y lo que nos queda todavía. Así que prohibido dejarse manipular ni hacer de criados de otros. Excepto que nos apetezca hacerlo y punto pelota. 

Somos más libres que nunca, aunque a veces pensemos que serán pocos años de libertad. Y casi todo lo demás tiene de momento solución pues la medicina es un gran negocio con las personas mayores como nosotros. Somos mayores, pero no viejos, y somos muy capaces de seguir comiéndonos el mundo.

Además somos insustituibles en el mundo consumista actual. Sin los abuelos con sus pensiones suficientes, España se hundiría. Necesita el país que nos gastemos nuestras pensiones en lo que sea, incluso ayudando a la familia. Es un reparto proporcional a la necesaria velocidad del consumo y los impuestos. Sin las personas mayores, la economía se hundiría.

Podemos ser muy felices si queremos, pues ya hemos aprendido qué merece la pena y qué son tontadas del momento. Por eso lo que nos queda es disfrutar del momento y elegir bien. Y eso sí, a ser posible estar acompañado de una persona de tu edad, para que nos comprendamos mútuamente. 

La viñeta del día. Humor con sangre

El humor negro existe, incluso el humor rojo, aunque no esté bien considerado en estos tiempos. Reírse de los demás queda feo en tiempos de exigencia social, pero la realidad se parece mucho al humor que presento, por desgracia para todos nosotros, incapaces de ponernos en la piel de los demás. Y no hablo solamente por caerse y romperse la crisma.

28.12.18

Las tradiciones y costumbres son tan importantes como las leyes

Es curiosa la realidad de que seamos capaces de bombardear con imágenes y datos de nuestras formas de vida a todo el mundo, pero luego cerremos las puertas a que tras conseguir su presunta envidia, quieran venir a vivir entre nosotros. Y que además nos quejemos de que no quieran olvidarse de sus costumbres y tradiciones y les exijamos una adaptación total a las nuestras. Mucho lío. ¿Quién dice que somos nosotros los que tenemos razón? Es muy posible que no quieran venir a nuestros países, sino que simplemente huyan de los suyos.

En realidad nadie está de acuerdo totalmente con las formas de vida del resto de sociedades. Cuando vemos unas sociedad de las que nos parecen muy pobres, nos imaginamos que ellos adorarán a la nuestra sin dudas. Y no es cierto. Hay situaciones que les gustan pero otras muchas que les disgustan. Y al contrario sucede lo mismo, cuando viajamos siempre hay situaciones de sus sociedades que nos gustaría copiar.

La perfección social no existe, pero sí debería existir un poco más de esa comprensión básica sobre las costumbres que habría que respetar, si no están en contra de las libertades básicas y el respeto a las formas sociales de vida y convivencia. Otras en cambio hay que erradicarlas incluso dentro de cada una de sus/nuestras sociedades. Saber diferenciar con objetividad social las tradiciones negativas para los que las practican, es fundamental.

Además tenemos que comprender que las costumbres y tradiciones son tan importantes para las personas como las leyes en muchas sociedades. Incluida la nuestra. Y que ser irrespetuoso con algunas de ellas, no es el camino para lograr la integración positiva.

Tres frases de bebida, para sonreír bebiendo

Bebamos con mesura, degustando lo que se bebe, con esa calma de saber disfrutar. Bebamos lo que nos dé la gana, pero solo en su justa cantidad para no perder el control del hígado. Y no tiene que ser obligatoriamente bebidas con alcohol, hay maravillosos sustitutos. Os dejo tres frases de bebidas alcohólicas, pero no es obligatorio hacerlas caso.

“La cerveza es la mejor maldita bebida del mundo”. Jack Nicholson

“Sólo elijo amantes que beban vermut”. Marlene Dietrich

“Si bien la penicilina cura a los hombres, el vino les hace felices”. Alexander Fleming