12.6.19

Hoy hemos quedado con A. ¿De qué hablaremos?

Hoy hemos quedado con A. para tomar unas cervezas y cenar. Hace muchos meses que no nos vemos. Antes quedábamos todas las semanas pero los nietos (suyos) nos han robado a los abuelos. Somos una mezcla explosiva contenida. Él es de extrema derecha y yo de izquierda, y aunque hablamos de política nunca discutimos. Esto es posible. Aunque cuesta. 

Cuando se llevan meses sin verse, aunque hablemos por teléfono ya se han perdido muchas de las conversaciones pendientes, esos puntos en común que te ofrece la propia vida si hay relación. Cuanto menos te ves, menos te necesitas y de menos cosas puedes hablar.

En realidad somos como animales sociales que vivimos en una enorme manada donde no necesitamos vernos tanto como pregonamos. Siempre tenemos al lado a otros animales que nos cubren las ausencias, los silencios, que van caminando junto a nosotros por los caminos de la selva.

11.6.19

Seamos felices y estamos descansados. Nos lo dicen nuestros enemigos

—¿Quién soy yo? ¿de dónde vengo?

Si nos dan la respuesta buena, la fácil, la simple y con la que ya podemos ir avanzando por la vida, se lo agradecemos al más pintado, aunque sea un manipulador. Lo importante es que logre la sociedad hacernos felices a nosotros mismos, a yo, y que podamos trabajar poco y disfrutar mucho. Si nos convencer de que la vida es maravillosamente fácil, que no nos tiene que importar el ruido ni el polvo, que con tal de ser esclavos alegres ya nos podemos dar con un cantico en los dientes, habremos triunfado.

Lo malo es que los que de verdad han triunfado son los que nos quieren ver así, felices y sin problemas, obedientes y descansados. Mientras otros piensen por nosotros, no nos tenemos que preocupar por el esfuerzo de pensar.

10.6.19

¿Con Podemos o sin Podemos? Todos lo tienen muy claro

La única posibilidad de que en España haya una reforma en profundidad de nuestro sistema económico, social, laboral, de reparto, de modernidad, de territorialidad asentada y de respeto en Europa es la que configura en estos momentos el poder y contrapoder de un PSOE y un Podemos trabajando en la misma dirección. Pero nadie quiere esa posibilidad.

Poner adjetivos distintos a esta confluencia de labores compartidas por España es un ejemplo torticero de que si no interesa a una parte enorme de los poderes económicos es por algo que sin duda beneficia a la otra parte.

Ni las luchas bélicas, ni las de Clase o las religiosas son en el siglo XXI iguales a las que se daban en el siglo XX, por eso y por la capacidad de preparar trampas dialécticas y manipuladoras, el sistema de defensa de la izquierda debe ser diferente. 

Y por eso mismo también, que haya organizaciones políticas que se crean las dueñas de una parte ideológica de la sociedad es un claro error temporal que se convierte en peligroso por lo que deja de realizar por el bien de nuestra sociedad, que necesita soluciones de futuro.

España necesita salir de “su” crisis perenne y abrazar la modernidad europea. Somos diferentes pero no somos inválidos. Aunque ni es fácil cambiar ni nos van a dejar hacerlo con facilidad. Sobre todo desde postulados progresistas.

Es cierto que Podemos —y sus dirigentes sobre todo— han cometido errores casi siempre de gran tamaño que ha destrozado primero las esperanzas y luego sus propias posibilidades. Y que esto, unido a una excelente propaganda contra ellos —y digo excelente por haber fructificado— ha logrado no solo sembrar de dudas su apoyo a un futuro necesario, sino a un presente lógico. Dudas que el propio PSOE sabe amplificar.

Pero España con un Gobierno en 2019 muy débil, muy minoritario, sujetado a esos apoyos puntuales que le puedan prestar los que aspiran a seguir creciendo a costa de todos los demás, es como poco peligroso. 

Y no es tanto que con 123 Diputados no se pueda gobernar, sino que al existir tan variado número de opositores, las zancadillas pueden venir desde diferentes colores y siempre golpes tácticos, que no buscarán los mejor para España sino lo mejor para sus posibilidades de tener poder.

Si en la legislatura que se inicia no se cuenta con un número cercano al de 175 Diputados afines al Gobierno, no podrá acabar la Legislatura y eso supone debilidad para España.

Le televisión vista en el año 1970

En en año 1970 se publicaba este artículo en el Diario Ideal advirtiendo de que la televisión casi tenía los días contados, era aburrida, anodina y los espectadores la estaban dejando de lado. Leído 50 años después, además de provocar sonrisas nos hace dudar sobre las opiniones actuales de expertos presuntos, pues si todos aciertan como este, vamos camino de la nada.