15.7.19

Desde la izquierda tenemos que dejar de jugar a jodernos

Que Pedro Sánchez caliente más todavía el ardor de estómago de la política en España demuestra que no se merecen estar en el Gobierno de país tan importante en Europa, ni los unos ni los otros. ¡¡Espabilar, coño!!

Mal Pablo convocando a sus militantes para recibir de ellos la respuesta que les manda cocinada en la pregunta, pero muy mal las respuestas desaforadas de los socialistas, que no saben templar gaitas.

La situación es mucho más sencilla de lo que nos hacen creer, y no entiendo que no lo entiendan. 

Sabedores en el PSOE que ni el PP ni Ciudadanos van a caer en la trampa de la abstención, y sabedores también dentro de Podemos que esta es la última mejor ocasión para no hundirse del todo, amenazar con Elecciones Generales anticipadas es de preescolar. No le interesa a nadie de la izquierda. A NADIE. 

Sobre todo tras escaparse la idea —a una parte de la derecha— que de repetirse podrían llegar los dos partidos conservadores mayoritarios a acuerdos antes de las votaciones entre ellos y en provincias pequeñas, para obtener rédito de su retirada. 

Tu logras que me voten los tuyos en Huesca donde solo me voy a presentar yo, mientras en Guadalajara votarán los míos a tu única candidatura pues yo me retiro unos días antes.

Así que no hay otra que… o sentarse a entenderse y mientras tanto ni se cena ni se desayuna, o se convocan Elecciones Anticipadas, cuanto antes mejor, para no estar jodiendo la marrana más tiempo. 

Al final va a tener razón Rajoy con aquello de que dominar los tempos y los tiempos era de políticos listos de la derecha, pues la izquierda no sabe ni dominarse así misma.

13.7.19

Ojo con saber demasiado. Es peligroso

En 1972 ya nos imaginábamos que "saber demasiado" era un problema y que había que estar enterado lo justo, nunca de más. Pero también observábamos que las máquinas podrían saber más que nosotros y se podían volver peligrosas en los últimos años de la Dictadura. Acabar con ellas parecía la mejor decisión. Perich en aquellos años ya nos avisaba.

Cursillistas de Cristiandad. De Colores

El movimiento de los Cursillistas de Cristiandad tuvo su fuerza más amplia en los años 60 y 70 del siglo XX aunque en este 2019 todavía existen con algunos cambios. Si en un principio eran claramente católicos, ahora siéndolo sin duda, ya hablan más de cristianismo, confundiendo ambos términos para llevarse a sus terrenos ideológicos conceptos muy amplios. Se puede ser cristiano y no ser católico, como todos sabemos.

En noviembre de 1972 se celebró en Zaragoza el 25 Cursillo de Cristiandad para Mujeres, con la asistencia según se puede leer de unas 3.000 mujeres que habían venido del noreste de España. Para los que no conozcan bien este movimiento católico, era llamado también Los de Colores, por su bandera con los 7 colores de Arco Iris. Y su forma de entender la religión laica era muy diferente a la que conocemos hoy. En ella se trabajaba mucho más la alegría, la convivencia, los cánticos alegres y juveniles, el trabajo con niños, la espiritualidad y la relación con la muerte mucho más religiosa.

En la actualidad hay algunas religiones minoritarias dentro de la iglesia cristiana pero no católica que siguen estas líneas de trabajo espiritual y comunal.

Gobierno de Coalición, de pacto, de diálogo, de negociación

Se habla ya de primar con 50 escaños a la formación política que más votos obtenga en las Elecciones Generales, con la idea de tener más fácil el poder gobernar en solitario. Algo que ya se hace por ejemplo en Grecia y que hemos visto esta pasada semana. Es un mecanismo desvirtuador de los resultados, pues entrega un número muy alto de escaños a un partido minoritario para que pueda gobernar, pero que seguiría siendo la voluntad de un número no suficiente de votantes, de ciudadanos.

Lo realmente democrático y defendible es que cada ciudadano tuviera un voto con la misma calidad y poder ante las elecciones de un Congreso de Diputados que nos representa a todos. No es lógico la enorme diferencia de valor entre un voto de Huesca y uno de Sevilla. Sobre todo porque en el Congreso no se representa a los territorios sino a los ciudadanos de España, a todos por igual.

Hecha esta salvedad y para facilitar los gobiernos, el camino lógico sería el que se emprende en muchos otros países, y es el de Gobiernos de Coalición. Si en España no sabemos, tenemos que aprender. Claro que en un Gobierno de Coalición hay distintas sensibilidades, diferentes puntos de vista muy distintos incluso, pero también hay pluralidad que representa mejor a la propia sociedad.

No entiendo bien porque un Gobierno Monocolor se considera más democrático y válido, o incluso útil, que un Gobierno que nace y se mantiene desde el diálogo, la negociación, el pacto y el entendimiento. 

Por una parte queremos rebajar la tensión social del enfrentamiento y el insulto, y por otra parte nuestros propios dirigentes quieren hacer trampas primando al que siendo minoritario obtiene algo más de representación.