12.3.20

Juegos para niños en días que no van a la escuela

El Estado nos manda a los hijos a casa por nuestro bien y por el de ellos, sobre todo porque el Estado no está para obrar milagros sino para gestionar los problemas e intentar dar soluciones. Y nosotros tenemos que tener esa responsabilidad social de aceptarlo y poner medidas para resolverlo, pues cada uno de nosotros somos también responsables de las soluciones.

Así que sea por el Coronavirus o por otro motivo, nos toca estar más tiempo con nuestros hijos lo cual puede (debe) ser maravilloso. Un niño se presta a tener ilusión con cualquier cosa que sea distinta. Y estar jugando en casa con ilusiones diferentes es un tiempo maravilloso. No se trata de intentar jugar con los mismos juguetes de todos los días, eso no sirve y es desaprovechar el tiempo.

Juguemos con hojas, con dibujos, con nuevas lecturas, con agua y harina, con barro haciendo cerámica, con óleo y pintando en lienzo, descubriendo quién era Babieca o quien Carlos IV según la edad. 

Adivinando las partes del estómago del cuerpo humano y la importancia del hígado o jugando a descubrir árboles diferentes en los libros de casa. Y si tiene un balcón intentado saber qué ave es cada una de la que pasan por nuestra cabeza según su silueta.

Podemos dibujar un alfabeto con un tipo de letra que nos podamos inventar o dibujar pájaros o cocinar una tortilla. ¿Te imaginas intentar copiar un cuadro de Miró o de Saura? ¿Y aprender cómo se dice Madre o Mamá en diez idiomas diferentes?

Plataforma Quibi, televisión de bolsillo

Hay una tendencia clara de simplificar mensajes, de unir al exceso de ítem que recibimos con información de todo tipo la supresión del tiempo de atención a los mismos. Ya no queremos textos largos sino titulares, simplificación del mensaje. Y por eso también nos gustan las redes sociales con poco texto, las imágenes fáciles y que nos hagan reír un unos segundo y los vídeos de caídas. Todo consumo rápido.

Ya se está trabajando en plataformas de televisión, con series de un mçaximo de 20 minutos de duración. Pero la plataforma Quibi que se estrena en los EEUU en abril ya está trabajando en programa televisivos para los teléfonos móviles de 10 minutos solo y como máximo. No se trata de hacer películas o programas densos, para consumir sentados en el sofá, sino para verlos en el Metro o bus, entre trayectos.

Como se han llamado los de Quibi (Bocados Rápidos) se busca el consumo de la “puntita” del poco y punto. Del saborear y dejarte con la miel en los labios. La simplificación se impone y con ella la facilidad para colar más asuntos manipuladores pues no da tiempo a reflexionar. La tabla del cinco si, pero las del 7 ya no que es más complicada.

Debemos ser más solidarios y mucho más responsables

Ya tenemos políticos españoles de primera línea afectados por el Coronavirus. Se habla como poco de dos meses de aislamiento social, de cambios drásticos en nuestras formas de vivir. Es la guerra sin tanques, sin bombardeos. Pero será la guerra económica y será un espacio que de durar más de seis meses nos hará cambiar totalmente muchas de nuestras formas de entender la globalización y los servicios públicos. 

Durante décadas en el mundo occidental entendimos que todo era una vida sin sacrificios, con alejamiento de nuestra responsabilidad social de apoyo y ayuda, con un crecimiento en el egoísmo personal que era negativo para los futuros. Es posible que haya que entender muchas facetas de solidaridad pero no entre unos pocos sino entre todos. Iremos observando. 

Y es posible también que entendamos que la política es muy necesaria incluso por egoísmo personal  y que deben estar en ella los mejores y ser respetados para que quieran estar, si queremos que se resuelvan los problemas de forma efectiva, pues los problemas de la sociedad son también nuestros (mis) problemas.

11.3.20

A veces la maternidad asusta a los dos padres. Más a las madres

Para poner un poco de humor a estos días nada como recurrir el Perich de los inicios donde sin casi palabras decía todo y un poco más. ¿Es la maternidad algo que puede producir miedo a los padres? Sin duda, y sobre todo a la madre que se ve con un pequeño "monstruo" que se mueve, reclamando tiempo y enfrentando los miedos contra la realidad del día a día. 

Pero todo se supera aunque sin duda cueste un esfuerzo. Siempre merece la pena el trabajo de ser padres.

¿Estamos los padres varones a la altura en esos tiempos complicados para las madres?