30.4.21

Los trabajadores sobran. Y las pantallas las apagarán más pronto que tarde


Como siempre El Roto sabe mirar y además ve perfectamente a la sociedad. Nos utilizan, lo sabemos y nos callamos. Lo admitimos como mal menor mientras nos dejen tener moto. ¡¡La moto no me la toca ni dios!! Así que hacemos los muros, de todo tipo, y nos preguntamos solo al final en qué lugar quedaremos nosotros tras terminar la obra.

Durante años los trabajadores de los bancos y las cajas de ahorros nos decían con cara de sorprendidos o de pingüinos bobos que teníamos que aprender a sacar el dinero de los cajeros automáticos, que deberíamos aprender a manejar la Banca online, que las tarjetas eran el futuro y no el cochino dinero. ¡¡No me moleste usted con tontadas como que tiene que pagar el recibo del agua!!

Y poco a poco fuimos aprendiendo para no llevarles la contraria.

Ahora ellos sobran, los despiden y se preguntan qué han hecho mal. Les han dicho en qué lugar el muro se quedan ahora que están a punto de cerrarlo. Sobran, pues ya nos han construido el muro para que todo se haga como los "amos" quieren que se haga, sin personal que molesta y es caro. 

Ahora nuestro dinero sigue en los bancos, pero no hay personas junto a él, ahora hay máquinas que vete a saber en qué punto del muro se encuentran. Nuestro dinero ya no es nuestro dinero, nos lo han cambiado por ceros y unos, que además no nos los apuntan en una libreta si no es pagando por eso. Nos dicen que está y que lo miremos en la pantalla. 

¿Y qué día crees tú que nos apagarán las pantallas?

28.4.21

¿Cómo nacen las violencias entre hermanos? ¿podría suceder en España?

Ayer vi el documental de Movistar "Álbum de posguerra" del periodista fotógrafo Gervasio Sánchez volviendo a Sarajevo para hablar con los niños que fotografió en la Guerra de los Balcanes hace 25 años. Un programa duro, lógico, muy bien realizado, que nos muestra la crudeza de las posguerras y la inutilidad social de cualquier clase de violencia máxima entre naciones o entre hermanos de país

La religión mata, pero también la mala política y los militares poco obedientes o mal dirigidos. Todo depende de la calidad humana de los animales irracionales.

Pero me gustaría mover el documental hacia el presente en España. Allí por ancestrales problemas de convivencia se empezó a matar y se sigue matando. No es capaz de sociedad de entenderse, de entender que nunca gana nadie en las violencias, que todos son perdedores… EXCEPTO los que saben ganar con las guerras y que las convierten en un gran negocio.

Debajo de las religiones no bien respetadas, de las diferencias sociales entre vecinos, SIEMPRE hay guerras económicas que buscan medrar, tener más poder, ocupar más espacios, obtener más beneficio de las situaciones violentas y las muertes de sus compatriotas. 

Yo estuve hace dos años en Croacia, Bosnia y Eslovenia y pudo constatar que los odios siguen anclados, que no se respetan entre vecinos, que el reparto geográfico de toda esa zona creó un puzzle que nos llevará a posteriores violencia indeterminadas en el tiempo.

La violencia política no se detecta en su gravedad cuando nace pues siempre va aumentando poco a poco, levemente para no romper la capacidad de admisión de las personas. Hasta que ya es imposible pararla. Salir de una espiral de violencia es mucho más complicado que crearla y alimentarla. Y normalmente se odia más al vecino que al que no conoces por la distancia, más a quien está cerca pues lo sientes enemigo que a quien se mueve en espacios alejados aunque sea mucho peor.


27.4.21

Forges en 1981 supo dibujar la España de 2021


Era mayo de 1981 cuando a Forges se le ocurrió dibujar escribir esta viñeta. ¡¡Qué loco!! adivinó lo que pensaríamos de España en mayo de 2021. Forges siempre ha sido el Capitan del pensamiento previsible pero exacto. Sabía fotografiar el momento, el futuro e incluso el pasado del futuro que es la forma más repetitiva de conocer las historias. 

Tras aquel 1981 vinieron años buenos, incluso algunos fueron muy buenos, así que siempre nos queda la esperanza de saber que Forges supo fotografiar un año malo, pero que después siguió dibujando años mejores, que vinieron y los disfrutamos.

26.4.21

Nuestros jóvenes en España son los que van a pagar la factura


El Banco de España (abril 2021) nos advierte del difícil legado que les estamos dejando a los jóvenes, en el ámbito laboral y económico, pero también demográfico, legal, de rentas y de una Deuda Pública que hay que pagar en el futuro

Los Servicios Públicos no solo son peores hoy que hace dos décadas, sino que la posible deriva que salga tras la pandemia no facilitará las calidades de servicio. Pero además hay que decir con seriedad y tranquilidad, mezcladas pero no agitadas, que la situación política es peor a la de las décadas anteriores, y nadie parece darse cuenta de la gravedad.

Hay miedo en todos los segmentos de gestión sobre el futuro tras la pandemia, pues han sido excesivos tiempos de parón económico. 

Dos años con unos ingresos bajo mínimos suponen una zancadilla brutal. Ya son dos primaveras, pronto dos veranos. Decenas de actividades económicas, culturales y de gestión ya acumulan dos años bajo cero, dos ciclos suspendidos.

Nuestros jóvenes sin empleo acumulan dos años más de edad, de desempleo, de poca actividad, de escasa capacidad de emancipación. 

La Educación y Formación se ha empobrecido en estos dos años. No es sencillo reenganchar tras dos años de congelación en las actividades lógicas. Y lo sabemos bien los que nos dedicamos a estos asuntos.

No sabemos bien de qué manera ha afectado este curso y medio perdido o medio perdido en la educación de los jóvenes. Su rendimiento sin duda habrá sufrido un claro revés, pero también su motivación escolar. Hemos congelado la Cultura. 


¿Eso nos va a salir gratis? 

Sabemos ya que han subido ciertos vicios peligrosos, está medido, y con ello cierto tipo de violencia. La calidad social deja heridas tras de momento 14 meses de pandemia.

Pero a su vez y sin poder preparar recambios de calidad nuestra sociedad se ha ido envejeciendo, la productividad se resentirá, los ERTE al duran tanto tiempo se han convertido en un arma arrojadiza, el teletrabajo sin haberlo diseñado en calma y con controles no es la solución a lo que es necesario para crecer. 

Es cierto que algunas empresas saben bien qué deben hacer ahora mismo para no perder competitividad, pero quien se queda rezagado lo sufrirá.

No hay compraventa de vivienda entre jóvenes, no se conceden hipotecas para este segmento social, pero tampoco se crean empresas. Muchos comercios y servicios están esperando las ayudas para cerrar definitivamente.

Y los jóvenes se van a encontrar una España bien distinta a las que han podido vivir sus padres. ¿Hasta dónde nos harán responsables de estos desfases? 

¿Hasta dónde podremos decir que todo es culpa solo de un virus llamado COVID?