17.11.21

¿No sirven de nada las vacunas para frenar los contagios del covid?


Sobre la pandemia no conocemos todo, ni creo que lo consigamos conocer nunca. Incluso cada vez da más la sensación de que algunos conocen mucho más y que esa información se la callan. Hoy amanecíamos con los datos de contagio en Alemania que ha registrado un nuevo máximo de contagios diarios de toda la pandemia, y van ya cinco récords superados en las últimas dos semanas. Casos similares podemos ver en Países Bajos o Austria con más vacunados que en Alemania.

En total, 52.826 personas han dado positivo en Alemania en un solo día y 294 han muerto en las últimas horas, según ha informado el Instituto Robert Koch este miércoles 17 de noviembre de 2021. La incidencia acumulada semanal asciende a 319,5 casos por cada 100.000 habitantes, una nueva cifra récord que supera los 312,4 notificados el día anterior. 

Alemania es uno de los países de Europa occidental con peor tasa de vacunación, pero está cercana al 70% que tampoco es poco. Las autoridades alemanas han bautizado el fenómeno que azota a media Europa como la “pandemia de los no vacunados”. 

Pero en realidad que casi ya dos años del comienzo de la pandemia, con un 70% de la población vacunada y sin que se diga que haya una nueva variable que se esté escapando de las vacunas, no parece lógico pensar en que a estas alturas todavía se superen los contagiados alcanzando cifras que nunca hasta ahora se tenían en Alemania o en ciertos países de la zona Este de Europa.

¿Cuál es el motivo real de este aumento de contagios que supera las cifras de todo el periodo, siendo que ya hay un 70% vacunados? ¿Sólo la relajación en las medidas restrictivas? ¿Qué importancia tiene el comportamiento social ante la llegada del frío del invierno y que las personas estén menos en la calle y más en sus casas o en locales con poca ventilación?

¿Y las vacunas no están logrando frenar en nada (en menos de lo previsto? los contagios, aunque de momento logren frenar la gravedad de la enfermedad que no es poco pero sí parece insuficiente? 

¿Estamos a las puertas de una enfermedad crónica y soportable en personas sin antecedentes importantes de complicaciones en su salud, por edad o por otro tipo de problemas de salud?

En el gráfico superior vemos los contagios diarios en Alemania y podemos contemplar el aumento actual.

16.11.21

Las mierdas que dejamos cuando nos vamos


Es lo habitual, cuando te vas de un sitio, cuando te despiden o cesan, no quieres dejar buenos recuerdos, prefieres hundirte con el sitio, aunque sepas que es una mala idea de cara al futuro. Esta viñeta de Summer del año 1975 es ideal para entenderlo. Aunque hayan pasado 46 años seguimos siendo igual. ¿Lo harían así los romanos o los griegos?

12.11.21

Antes el ocio nocturno empezaba a las 5 de la tarde

 

Los mayores, los de mi generación, teníamos el ocio nocturno a las 5 de la tarde. Era la hora en que abrían las discotecas. A partir de las tantas, de la medianoche, solo había ocio para los pudientes y Zaragoza se convertía en un espacio selecto, de lugares elegidos y de poder. Los jóvenes estábamos en casa. 

Ahora el ocio nocturno está lleno de jóvenes que ya no tienen que madrugar. Han salido ganando, no se trabaja y no importa el horario. 

Hay tanto ocioso disfrutando de su ociosidad, que los que trabajan tienen envidia. Malos tiempos para repensar el futuro.

7.11.21

Un mundo Líquido 2 - La Era PostCovid ¿Es necesaria una renta básica?

¿Teme usted al futuro? ¿Teme no tener pensión en la vejez? ¿Teme ser pobre a final de su vida? Estas son las preguntas que la gente de mediana edad en algún momento se hace. Las respuestas son tan variadas como imaginativas, porque la pandemia ha marcado un antes y un después. Al igual que un descubrimiento arqueológico se cataloga como antes o después de Cristo; así ocurre en estos tiempos, habrá que hablar de antes o después del Covid.

2019 a. del C. (covid)

Decían que estábamos saliendo de la crisis del 2008. Una generación de gente joven que navegaba entre empleos precarios, salidas al extranjero como modernos emigrantes que rememoraban a sus abuelos y rabia contenida porque su país no le había dado lo prometido. Tampoco este país se lo ha dado a la generación de mis padres que se vieron inmersos en una posguerra silenciosa, oscura y unos triajes en residencias y hospitales que determinaban si te salvabas o no cuando tenías este maldito virus.

Los países, en demasiadas ocasiones, son insensibles con la población. Había, por tanto, mucho hartazgo, mucho callar, mucho aguantar empleos precarios con sueldos míseros, demasiadas imposibilidades de pagar hipóteca, alquiler, facturas, sacar adelante a los hijos. En definitiva, mucha rabia contenida que siempre explota por un lado u otro.

2020 d. de C.

El covid nos iba a hacer mejor personas, ¿recuerdan? La geopolítica internacional de repente se iba a hacer humanista por la gracia de Baltasar Gracián. La desigualdad entre ricos y pobres disminuiría. Los terraplanistas adquirirían “volumen” cerebral. Los negacionistas se pondrían la vacuna por la gracia de la ciencia. 

La solidaridad, en definitiva, duró lo mismo que el buen rollo en navidades. Llega el dos de enero y todos volvemos a lo de siempre, según el grado de mala leche o de estoicismo que se haya adquirido en la vida y según, también, el grado de risa interna que tengas. 

Umberto Eco lo escribió bien en El nombre de la rosa, descubrir la risa mata a la religión, destruye lo establecido y, por tanto, te da por pensar libremente. Y yo creyendo que esto era bueno, pues resulta que no.

Esto es lo que piensan muchos trabajadores, los más débiles, que en diferentes países se han negado a volver a sus trabajos con sueldos míseros. El famoso, Pay them more, de Biden. Por primera vez, estos trabajadores han hecho la peineta al capitalismo más salvaje. Un día estás aquí, al siguiente vete tú a saber. Por tanto, vivo y punto. Ellos sí que han cambiado con el Covid. Son los elegidos del 2020 d. del C.

La pregunta que surge es, ¿y si tuviéramos cientos de millones de personas que le hacen la peineta al capitalismo?

Las preguntas, con las que inicié el artículo, estarían respondidas si hubiera una renta básica. Con la automatización del trabajo habrá más trabajadores que horas de trabajo. ¿Qué hacemos con ellos? Multimillonarios como Elon Musk, Mark Zuckerberg... lo tienen claro, hay que pagar una renta básica a esa gente que, dentro de no mucho, no tendrá trabajo porque no existirá. Eso sí, estos multimillonarios tienen el entusiasmo de apoyar la idea, pero no de soltar la pasta. Para eso está el Estado de cada país. Estados que arrastran deudas públicas que costarán décadas pagarlas. 

¿Puede haber una renta básica para las nuevas generaciones? ¿Viviremos un mundo más polarizado en cuanto al binomio pobreza/ riqueza? ¿Habrá verdaderamente un cambio para bien?

Siento terminar este artículo con más preguntas que con las que lo inicié. Estoy en plan socrático. Mayéutica manda y ya se sabe que este es el camino para el aprendizaje o eso me decían en el instituto cuando estudiaba filosofía.

OLGA NERI